|
|
Post by Francesco Baglioni on Oct 28, 2021 3:46:21 GMT
Menos mal había hecho señas, porque en perspectiva, sí que parecían haberse invertido los papeles. No pasó por alto que el oficial no dijo su nombre, pero estrechó su mano igual. Había personas con motivos ocultos y seguro que en medio de todo eso había uno.
Asintió a su indicación y empezó a hablar.
-Mi nombre es Francesco Baglioni, tengo 194 años y vivo en el distrito Fauna, este tipo se robó mi billetera -se palpó de nuevo la ropa- ¿Dónde está? - Miró hacia atrás y la vio aún tirada en el suelo- En fin, lo he perseguido e intentando recuperar mi billetera lo he hecho caerse cuando intentaba trepar por la pared -Se encogió de hombros.
|
|
Deleted
Deleted Member
Posts: 0
|
Post by Deleted on Oct 28, 2021 20:08:28 GMT
iría haciendo el llenado del reporte conforme escuchaba los datos, esto le permitiría abrir nuevamente el expediente del joven encerrado dentro de la patrulla. -Comprendo- asentía con la cabeza al escuchar la explicación.
Guardaria la libreta nuevamente en su bolsillo, -en estos casos se procedera a realizar la denuncia, usted puede pasar al departamento de policia donde puede solicitar una indemnización del material dañado por parte del acusado- sacaba una pequeña tarjeta donde venia impreso el numero de emergencias. -Estamos para servirle, llame a los numeros de emergencia cuando sea necesario- luego de darle la tarjeta se dirigiría a la patrulla.
Aquella escena había hecho que los transeúntes voltearan a ver lo ocurrido dentro del callejón, agregando la llegada del policía junto a la escandalosa sirena, encendiendo el motor del auto miraba por la ventana y sin decir ni una sola palabra se despedía de Francesco.
|
|
|
|
Post by Francesco Baglioni on Oct 30, 2021 15:24:55 GMT
El material dañado... No había nada en realidad a parte de hacerse ensuciado la ropa, tomó la tarjeta y entonces se dirigió a recoger la billetera del callejón. Estaba sucia, pero todos sus documentos estaban dentro. Respiró y exhaló solo como una seña de puro alivio. Pronto el oficial se marcharía con el muchacho en la patrulla. Iría a formalizar la denuncia al día siguiente, ahora solo quería llegar a casa.
Se sacudió la ropa y guardó de nuevo su billetera, reanudado el camino a paso rápido y alerta a todo lo que sucedia en su extinto. Ahora llamaba algunas miradas por su ropa sucia conforme avanzaba en el camino. Si le contaba a su esposa seguro seguro se iba a preocupar, pero lo haría de todas formas, después de todo, hacía mucho tiempo que no tenía una "emoción" tan fuerte.
CERRADO.
|
|
