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Post by Coraline Di Fiore on Nov 1, 2021 19:14:26 GMT
La noche había dado una vuelta quedando patas arriba con aquella fiesta, “¿Que demonios hacía el magisterio ahí?”, duda tras duda nacía en su cabeza, pues por unos cuantos cabellos y un par de uñas rotas no salía de aquel club. Su plan de la noche se había frustrado… al tener que darse a la fuga se escondió entre las sombras de unos callejones para volver a su glamour, quedando con el “disfraz” que era más bien ella arreglada para cualquier fiesta con unas alitas de diablo en su vestido. — Aguafiestas, maldito magisterio ya estoy harta de tener que esconderme como una puta rata. — se quejó viendo el recuento de los daños hacia su persona. Golpeando el suelo con su propio tacón al ver que su manicura temática había sido completamente destruida por la redada. Tenía varios moretones por salir en sus piernas y brazos, los jaloneos y el choque con sillas en el interior había sido bastante caótico. Tenía suerte de que la peluca larga y rubia platinada que llevaba siguiera en su lugar, bastante despeinada pero aún fija. Desde el callejón vio correr a varios que estaban en el club, asomando apenas las narices para espiar si acaso se encontraba con aquel chico. “Ush...Tan grandote y no lo veo”. — Tsk, tienes que salir de ahí — esperó varios minutos hasta que vio salir a varios humanos confundidos con lo que acababa de pasar. No recordando por completo los hechos, debatiendo el que tenían las bebidas o si se habían caído en el club. Sus afilados ojos rosados por fin divisaron al pelinegro que buscaba, esperando a que se acercara al callejón — Cuore — se acercó a tomarlo de la mano para meterlo y esconderse en el callejón. — ¿Estás bien? — le recorrió de pies a cabeza con la mirada analizando el estado del chico.
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GK
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Post by GK on Nov 1, 2021 21:25:17 GMT
Camina aturdido por la cera, contrario a un rato atrás, ahora era él a quien empujaban y aunque no era alguien fácil de mover, tampoco pone mucha pelea a los “malos tratos” por parte de los desconocidos. Los cuales también solo querían salir del lugar o estaban en la misma situación de él; aturdido y mareado. Sentía una mezcla de borrachera y resaca, y su lado más consciente tampoco ayudaba, pues no lograba juntar las piezas de toda esa situación tan… Confusa. Algo que lo tenía bastante estresado.
El repentino agarre de su mano, solo hace que voltee hacia la persona, con una clara mirada de pocos amigos, pero que tampoco hace mucho para detenerla. Camina hasta donde ella quiere y es hasta pasando unos segundos que jala su mano para apartarla de ella.
— ¿Qué demonios quieres? — Le reclama aquello molesto.
Su mirada se va suavizando un poco conforme distingue aquel rostro femenino que en más de una ocasión había visto… “Coraline?” suspira con pesadez mientras se talla los ojos con su mano sana. En serio no sabía que hacer o decir, intentaba recapitular lo que sea que pudiera, pero entre más pensaba en todo, más se iba frustrando con la situación.
— Lo siento, no te reconocí… Estoy algo… Confundido — Suspira pesadamente.
Dice aquello de forma pausada y baja, al mismo tiempo que recargaba su espalda en el muro más cercano que tenía y aunque no era exactamente una noche cálida, puede verlo como empieza a bajar el cierre de su camisa militar por completo, dejando ver abajo una de resaque negra y sus placas militares. Con su camisa abierta y sintiendose más libre, empezó a pasear sus manos por todos los bolsillos de su ropa, sobre todo en el pantalón que era donde habían más, parecía estar buscando algo y por el gruñido de molestia que salía desde su garganta, es obvio que lo que sea que buscaba, no lo encuentra.
— Mi celular no esta... ¿En donde estoamos? Dímelo — Pregunta aquello sin verla a la cara— Por favor… — Agrega girando aún más su rostro hacia otro lado.
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Post by Coraline Di Fiore on Nov 1, 2021 22:40:52 GMT
La indignación exagerada no cabía en su rostro por la manera que le arrebató la mano y en el mismo tono en que le hablo. Se cruzó de brazos viéndolo totalmente incrédula, e inclinando un tanto la cabeza al tratar de analizar si había escuchado bien, incluso parpadeando repetidas veces.
— Pues lo siento por quedarme esperando aquí en el frío a que salieras de ahí para ver que estuvieras bien y en una sola pieza — el tono de la chica se notaba molesto por la contestación que había tenido.
La breve brisa helada se coló por el callejón haciendo que la chica se abrazara más a si misma, dejando ver que su piel se erizó con violencia, al igual que su disfraz dejaba ver que otras partes de ella salieron a reflejar el frío que sentía. Lo aborrecía.
— Si, lo puedo ver fácilmente — alzó los hombros para dejarlos caer con un suspiro buscando calmar su propio coraje. Al regresar la vista al chico, pudo verlo palpando por todos sus bolsillos buscando algo, sus ojos rosados se posaron por un momento en las placas que colgaban de su cuello "Eso no es un disfraz...". — ¿Qué estás buscando? — soltó aquella pregunta, teniendo casi de inmediato su respuesta.
— En primera, cariño — se acercó hasta quedar frente a él, llevando su mano a su mejilla, halándo su vista hacia ella — Mi cara está por aquí. Es de mala educación no ver a las personas cuando hablas; no hay motivo por el cual me tengas que hacer eso, ¿ok? — dijo ladeando su cabeza con una ligera sonrisa. — En segunda — bajó sus manos hasta ambos extremos de su chaqueta que ahora estaba abierta, jalándolo un par de veces para acomodarle bien el uniforme; tomándose un momento para inhalar profundamente, llevándose consigo un ligero aroma del perfume que lo acompañaba, eran remanentes, pero podía saber que no era algo barato — Estamos en el distrito rojo y... yo también perdí algo. Pero me alegra ver que saliste caminando de ahí. — su sonrisa se ensanchó sin soltar de una mano el abrigo del pelinegro.
— Si necesitas llamar a alguien, mi departamento no está muy lejos de aquí, puedo prestarte mi telefono y al menos limpiarte un poco — dijo metiendo su mano a el bolso que cargaba en su hombro, sacando un pequeño pañuelo, elevándolo hasta el rostro de GK y limpiando un poco la sangre de su boca.
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GK
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Post by GK on Nov 2, 2021 3:57:23 GMT
Al comienzo no presta mucha atención a sus reclamos, la verdad estaba bastante concentrado preocupándose por intentar acomodar su ideas, pero cuando siente la fría mano de la chica sobre su mejilla, ahí si que voltea a verla y lo hace con una expresión de confusión, pues lo que acababa de decir lo ponen un poco más alerta. Sujeta suavemente la muñeca que tenía alzada, dejándola sentir un agarre bastante irregular a través de su guante izquierdo.
— Acabas de decir que me estabas esperando? Entonces… ¿Vine contigo? — Pregunta aquello entre cerrando sus bi color ojos— Y… ¿Qué fue lo que perdiste?
Incluso si estaba haciendo esa primera pregunta, él mismo sentía que no era así, había otra razón por la que estaba ahí, pero fuera cual fuera esa razón en esos momentos no iba a encontrar soluciones, por el estado tan alterado en el que se sentía su cerebro.
Ignora todo el rato los agarres que le está dando, no le molestaban, al menos no en ese momento, pero eventualmente termina bajando la mirada para ver mejor qué estaba haciendo y es ahí cuando se percata de su pecho… Friolento. Esa visita inesperada lo hace alzar la mirada de nuevo, ahora con cierta incomodidad, pues no iba a decir nada.
— Acepto la invitación… Necesito marcar a la base, estoy seguro de que estaba ahí no hace mucho — Comenta aquello con la mirada clavada en la de ella— Además… Tengo sed
Es hasta que siente el tacto de aquel pañuelo en su boca que se da cuenta de la herida que tenía, algo que le da una mejor idea de que pudo haber pasado y ahora que la miraba mejor a ella también estaba bastante lastimada, al menos más de lo que esperaría de una chica que claramente no se veía como alguien de peleas callejeras, pero ya tendría su momento para hablar con ella y aclarar las cosas. Aunque hasta el momento todo indicaba una cosa: Una pelea que perdió. “Estando en el distrito rojo, no me sorprende que terminara así… Aquí hay y pasa de todo”, suspira un poco tras pensar aquello.
— Gracias… —Susurra con una media sonrisa tras limpiarlo un poco— Vayamos, siento que me desmayaré y dudo que puedas cargarme — Comenta con ironía.
Antes de dar cualquier paso, comienza a quitarse la parte superior de su uniforme, que si bien no era el de invierno, igual la tela gruesa sería mucho más cálida comparado al vestido que ella llevaba puesto. Eso sí, con todo lo que había pasado dentro del edificio, no era la chaqueta más limpia en esos momentos, igual la coloca por encima de sus hombros y tras aquel gesto se separa del muro, dando algunos pasos torpes al comienzo, peor eventualmente agarrando su ritmo al caminar.
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Post by Coraline Di Fiore on Nov 2, 2021 4:45:08 GMT
Alzó la mirada al cielo como si intentase de recordar ante aquella pregunta, para luego fijarse en el agarre de su muñeca. — No viniste conmigo, pero nos encontramos adentro — terminó por sonreír negando, pues no podía decirle explícitamente que había perdido clientes de esa noche — Perdí una gabardina bastante cálida... pero no era la mejor que tenía, la repondré después — — Todo lo que necesites, tesoro — su sonrisa era bastante sincera, le encantaba cuando la gente aceptaba de buenas a primeras sus propuestas. Además de que tendría al chico sin que nadie les interrumpiese. — Eso es, un poco mejor, más apuesto que sucio, en el departamento tengo alcohol y quizá alguna cosa que te haga sentir mejor — mencionó dejando de lado el pañuelo, regresándolo a su bolso. Un escalofrío volvió a recorrerla volviendo a abrazarse a si misma por el ambiente templado de la ciudad. — Ugh, si, démonos prisa que me congelo aquí afuera — Soltó un "Ja" tras escuchar aquel comentario — Tendría que contratar una grúa para cargarte de regreso y te metan por la ventana — dijo regresando un tanto burlona. Se sorprendió un tanto por el gesto de darle la chamarra de su uniforme, sonriendo de lado pero internamente gritando un poco por la suciedad que esta tenía. — Sei un fascino, GK — se abrazo con todo y la chaqueta, comenzando a caminar, yendo al paso del chico, viéndolo de reojo cada que podía. Tal y como había prometido, el departamento no estaba realmente lejos, a lo mucho fueron 2 cuadras y media hasta topar con el edificio. Se veía bastante bien el edificio para la zona en la que se encontraba, por la hora todo estaba tranquilo, quizá algunos vecinos salieron, o estaban ya durmiendo. Lo llevó hasta el ascensor llegando al tercer piso. — Cariño espero no tengas problema con los perros — advirtió mientras salía del ascensor hacia una de las puertas con el "3C" grabado en la puerta. Se comenzaron a escuchar un par de ladridos y patas inquietas mientras abría la puerta. — ¡Shh!, es un invitado — se metió primero al apartamento para tomar a ambos perros de los collares para subirlos a unos escalones que tenía desnivelados el departamento. Al ver que ninguno prestaba atención y continuaban ladrando al pelinegro, la rubia alzó la voz — ¡Quietos ya! — ambos al escuchar el reclamo, dejaron de ladrar, pero se mantenían atentos al chico, olfateándolo mientras se adentraba. — Son unos dramáticos, pero pasa, no hacen nada. El teléfono está en la sala — indicó con el índice hacia donde se encontraba — Iré a traerte algo de beber, ponte cómodo cariño — El lugar era bastante limpio, ordenado y con cosas notoriamente de marca y de costos elevados, para ser un edificio más sencillo y en la zona que estaba, el interior del lugar de Coraline era más lujoso.
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GK
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Post by GK on Nov 2, 2021 6:38:43 GMT
— ¿Qué me acabas de decir? —Pregunta arqueando una de sus cejas, con un cierto toque burlón en su rostro— Lo mismo para ti, por si las dudas…
Todo el rato caminó en silencio a su lado, un tanto cabizbaja, pensativo en todo lo que había pasado. El hecho de que le mencionara que no había asistido a ese lugar por ella, solo había empeorado la situación, aunque igual no iba a darle muchas vueltas a la situación, por el momento se concentraría en quitarse ese dolor de cabeza y hacer las llamadas necesarias.
Agradece que la joven le prestara su departamento, sobre todo la confianza para haberlo llevado aunque no se conocieran lo suficiente, era algo que le agradecería a su debido tiempo. No iba a negar que le sorprendía el hecho de que estuviera bastante cerca su hogar, aunque tampoco era algo que le molestaba, al contrario, no quería seguir caminando a pesar de que apenas y habían caminado unas cuantas cuadras.
— ¿Perros? No… Al contrario — Gira su cabeza un poco al mencionar aquello.
Era cierto lo que decía, no le importaban los canes, de hecho tenía buena mano con ellos pues siempre lograba llevarse bien con ellos, incluso si no lo intentaba. Estaba confiado con sus canes, pero al escuchar sus ladridos sus ojos se abren en cierta sorpresa, pues honestamente esperaba algo más pequeño, tanto por el estilo de ella como por el tamaño de su departamento. Aun así entra confiado, solo quedándose en la entrada un momento para que aquellos animales lo olfateen a su gusto y cuando estos parecen estar complacidos, comienza a caminar detrás de la chica, mirando de reojo de un lado a otro su departamento, usando su mal hábito militar para analizar el lugar.
— Tienes un hogar bastante pulcro y ordenado… Me gusta — Sonríe mientras camina hasta el sofá más cercano que tiene para sentarse— Si tienes algo para el dolor, te lo agradecería también —Comenta aquello mientras se recarga más en el sofá.
Aunque no llevaba mucho tiempo sentado, comparado al suelo donde había estado un buen rato, se sentía bastante cómodo, llegando incluso a soltar un ligero suspiro de alivio mientras recargaba la cabeza hacia atrás en el respaldo del sillón. No era la primera vez que se veían en persona y al menos en todas las ocasiones había sido bastante firme con su sentado y parado; espalda recta, barbilla ligeramente alzada y su rostro firme. Pero esta vez, casi estaba recostado, agarrándose los ojos con una mano.
— Cierto, la llamada… — Susurra mirando hacia el techo— Lo único que nos hizo falta esta noche fue que nos lloviera encima — Comenta con una voz más fuerte, soltando un pesado suspiro.
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Post by Coraline Di Fiore on Nov 2, 2021 22:21:33 GMT
La rubia se abría camino sobre su pieza después de haber dejado al chico en la sala. Siendo el doberman negro el que la seguía, pero la otra se había quedado en la sala aún olfateando curiosa al pelinegro, todo para terminar acostándose a sus pies, dejando acariciarse. — Gracias, me gusta el orden... y sobre todo... la limpieza — hablaba un tanto alto desde su habitación, viendo de reojo la chaqueta militar cuando hizo inca pie a la pulcritud. Se apresuró un poco para quitarse aquella peluca tan desastrosa que le había quedado después de la fiesta, dejando su cabellera natural. Se quitó los tacones y volvió a salir del cuarto no sin antes tomar entre sus manos una caja de aspirinas. Caminó hasta la cocina para servirle agua, dejándosela en la mesita de la sala junto con su pastilla. — Aquí tienes, cariño... Se nota que le agradas — dijo con una sonrisa y en un tono suave, con la mirada sobre su mascota — Se llama Coco, y el otro se llama Louis, pero es más serio que esta pequeña — habló sentándose a su lado, recogiendo sus piernas y recargando su brazo sobre el respaldo del sofá. Por una parte aquella pose era a propósito, aún estando en casa con él, dejaba relucir su cuerpo. — Hmm, y que lo digas, ¿te lastimaste en otra parte más allá de tu labio? — preguntó esperando a que tomara la pastilla, estirando su mano hacia su rostro para que él igual se girara un poco hacia ella — Hmm, nada que un par de días de descanso no arreglen — dijo con una ligera sonrisa. "Oh unos buenos besos", su plan por aquella noche habían sido frustrados, tenía hambre y no quería comenzar la semana sin energía. Su mirada se clavó en sus ojos bicolor, le parecían bastante curiosos, el chico se salía totalmente del estereotipo de asiático que había visto. — Eres bastante lindo... y de las únicas personas con las que he hablado un tanto durante mis años más recientes en París — la súcubo quería tantear el terreno, no quería usar sus habilidades en vano contra él. — Sabes, ya que hablamos de eso, tengo otro trabajo, que solo se lo digo a gente de confianza — llevó sus manos al hombro de GK, posando ambas sobre esta y recargando su propio mentón, viéndole desde ahí. — Y tu eres de confianza, ¿no es así?, somos amigos — Coco se levantó de su lugar para irse a otra habitación, el departamento estaba notablemente más cálido que el exterior, la chica quería empezar sus movimientos, cual serpiente queriendo encantar al pelinegro... su mano alcanzó uno de los mechones del chico, haciendo movimientos circulares con su dedo en su cabello de manera juguetona. — Te lo hago saber, porque me agradas bastante y en realidad pareces necesitarlo — dijo con una sonrisa coqueta. — Soy una dama de compañía, pero quiero dejar bastante claro que no me dejo tocar por cualquiera, me cuido mucho en el sentido de mi integridad y mi salud pero... — se acercó despacio hasta el oído de GK — Puedo cumplir cualquier fantasía tuya — susurró endulzando su oído dejando un suave beso entre su oído y su mejilla.
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GK
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Post by GK on Nov 3, 2021 18:50:00 GMT
El rato que se quedó solo en la sala, lo aprovechó para relajarse un momento, algo que conscientemente deja de hacer pues conociéndose iba a terminar quedándose dormido. En su lugar, baja la mirada hacia aquella doberman que parecía interesada en él por lo que baja una de sus manos para esperar a que acepte su acaricia. — Vaya, eres muy bonita, se ve que tu dueña te cuida muy bien — Comenta aquello acariciando la cabeza del can. La presencia de la ahora rubia lo hizo sonreír de nuevo, tanto por su comentario de la cachorra y el hecho de verla sin peluca, no le molestaba, simplemente le parecía curiosa como podía cambiar el aire que daba solo con cambiar el color de su cabello. Tomó la medicina y el vaso de agua, no le agradeció con voz pero si le dedico una corta reverencia, bajando su cabeza. No tarda en nada en tomarse dos pastillas y el vaso de agua casi por completo, en serio necesitaba hidratarse desde hace rato y vaya suspiro de alivió que soltó tras beber de aquel vaso, que nuevamente deja en su lugar. El tacto de la joven lo hizo abrir un poco los ojos, pero no se lo tomó mal, pues se había acostumbrado con ella, por las dos veces que había ido a su salón, donde terminaba siendo acomodado por ella de todos lados, así que esos toqueteos los asume más como su manía de trabajo. Mantuvo un rostro serio-cansado en los ojos rosados de ella, una mirada bastante fija la verdad. Contestando a su pregunta, sin tener que decir mucho, solo bajó un poco su cabeza para verse los brazos que, ahora que no traía la chaqueta del uniforme, podían verse un tanto golpeados, igual tenía hematomas viejos incluso más marcadas que lo reciente. — Estoy bien, pero por el dolor de cabeza y cara, imagino que terminé boca abajo en algún momento… A la fuerza — Se acaricia el mentón por un momento— … Nanda? Fue lo único que se le ocurrió en ese momento, lo había tomado por sorpresa con aquello y la cercanía que estaba empezando a tomar con él, tampoco lo ayudó mucho para decir algo. En ese momento solamente gira un poco su cabeza para dejar de ver su rostro, no la aparta de él, pero sí es claro la ligera tensión que le ocasiona al punto de hacer que de nuevo se sentara erguido. “ Que afán tienen los europeos en acercarse tanto..." No negaba que sus palabras lo estaban tomando por sorpresa. No le molestaba su segundo trabajo, pero simplemente no lo esperaba de ella, incluso le era más fácil asumir que era la novia de algún hombre rico y atractivo que le daba todo lo que quisiera. Porqué hermosa si que era… Y el hecho de que le hubiera ofrecido sus servicios a él, solo lo hizo soltar un bajo “Ja” por la ironía. Sus ojos se abren más al sentir ese susurro acompañado por el beso, es ahí donde terminó dándole un leve empujón con su brazo, nada brusco o que pudiera alejarla, solo un movimiento hecho por ponerlo en alerta. Su rostro también giró hacia ella, lo que los deja cara a cara con la cercanía que ella había provocado. — No soy alguien tan adinerado como para pagar tus servicios, soy algo codo y honestamente…No deberíamos involucrarnos tanto —Comenta con una media sonrisa. Ahora era él quien llevó su mano hasta el cuello de la chica, aunque parte de sus dedos quedan en su rostro y el pulgar justo en su barbilla. Con su mano habiéndose posado ahí, fácilmente alzó un poco más su rostro para examinarlo detenidamente. Si, no le costaba ver que era bastante atractiva y con una belleza no común, pero aparte veía ligeros raspones y polvo de todo lo ocurrido en el antro. Algo a lo que ya le había puesto atención, pero estaba más preocupado y ocupado “llorando” por el dolor de su cabeza. — Pero gracias por considerarme y sobre todo, por la medicina — Hace que gire un poco la cabeza para acercar sus labios a su oído— Tienes la cara manchada con algo… — Susurra sobre su oreja, devolviéndole el mismo gesto y tras eso, apartándose un poco de ella de nuevo.
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Post by Coraline Di Fiore on Nov 3, 2021 20:04:26 GMT
Sin moverse ni un solo centímetro, la rubia se estaba dedicando a ver cada una de las reacciones de GK, para bien o para mal, el hecho de que girase el rostro a otro lado la hacía querer jugar más con él.
El empujón apenas había pasado a traer el busto de la chica, alzando ambas cejas y viendo fijamente al chico que por fin había devuelto su atención a ella. No era la contestación que esperaba de su parte, la hizo levantar una ceja con una mueca en tanto... Pensativa. Su mirada afilada se clavo en la contraria cuando levantó su mentón y sentía su mirada recorriendo su rostro, una pequeña sonrisa maliciosa; realmente la mirada de la chica parecía la de una víbora tratando de encantar al pelinegro.
¿Acaso... acababa de imitar el gesto que ella le había propinado?. Su piel se erizó con el susurro sobre su oído, llegando a apretar un tanto la playera de GK, sintiendo como una descarga de calor recorría su cuerpo, pues de poder, ella se habría lanzado cual fiera a devorarlo de una sola vez... pero no... no debía dejarse ver tan desesperada, tenía una imagen que aparentar... que mantener. Se limitó a solamente sonreír tras un leve suspiro cálido, de su garganta nacía una pequeña risa un tanto más deseosa, coqueta y al acecho.
— Sería descortés si no me limpiaras como te limpie a ti... — "Podría tener la cara manchada de otra cosa si nos calláramos y entráramos en acción ya". Estaba impresionada de que estuviera llevándole el juego, a pesar de los "rechazos", parecía más bien ser una tensión, como si se reprimiese a si mismo... más no un desagrado hacia su persona. "Vamos a jugar, minino".
— Hum, vamos a negociar, tu y yo — terminó por chasquear la lengua y dando un ligero toque en la punta de la nariz de él — Dices no ser alguien tan adinerado, pero tú sabes que cuando trabajo, busco ser, LA MEJOR — dijo haciendo énfasis en aquello. — Entonces, sabes que yo cumplo con eso, soy una mujer de palabra... Te propongo esto — pasó sus brazos por el cuello del pelinegro para quedar un tanto abrazada — Llamémoslo tu "prueba gratuita", si así lo quieres, jugamos un poco y ambos ganamos. Si no te gusta, no pierdes nada... Pero si, si, sabes que soy alguien de confianza para estás "Necesidades" carnales — hablo con seguridad y coquetería, en su rostro decoraba una sonrisa como el gato sonriente de Alicia en el país de las maravillas.
— ¿Qué dices? ¿Trato? — la paciencia y el tiempo comenzaba a agotársele, pues tenía la necesidad de saciar aquella "hambre", tras la fiesta y su semana había gastado demasiada energía. Su mirada viajo de sus ojos bicolor a sus labios — Anda, tan solo prueba y verás por ti mismo... — se acercaba con leves tintes de retener un beso — ¿Qué te detiene?... Bésame... — un tono más seductor... Casi hipnótico salió de ella con esa frase. Era como si de ella hubiese salido una oleada de feromonas solo para él.
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GK
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Post by GK on Nov 5, 2021 0:21:25 GMT
Pensó que con esa respuesta directa, se libraría de la situación en la que se había metido… O que lo había metido, pero parecía que solo la había provocado aún más a la rubia, quien ahora de apoco, rodeaba un poco su cuello. No era idiota. No era tampoco que despreciara la atención de la joven súcubo hacia su persona, simplemente que no estaba acostumbrado, ni tenía un buen concepto de toda la situación que se había dado tan… Inesperadamente. — Coraline… — La llamó con voz baja y seria— No vamos a negociar eso, me agradas, pero este tipo de cosas… No lo sé —Suspiró un poco tras decir aquello. Sus palabras lo hicieron arquear una de sus cejas mientras su mirada se mantuvo fija a la de ella. Si bien, en ningún momento la llegó a apartar de él, a como mucho, posó su mano izquierda sobre su cadera, pero este no había sido un agarre que la acercara, al contrario, eran claras sus intenciones de querer alejarla de él. “Me dijeron que acá no era mal visto ir a las casas ajenas aunque casi no se conocieran… Pero no me dijeron nada de esto” negó despacio con su cabeza y soltó un suspiro, dándose cuenta una vez más de su ignorancia cultural. De nuevo sus palabras lo tomaron por sorpresa; el atrevimiento de ella para ofrecerle una noche sin nada a cambio, era demasiado bueno en cualquier otra situación… Pero en esos momentos, para él no… Su cabeza estaba adolorida, además no quería ser el típico hombre que cayera en ese tipo de situaciones solo por deseo… Pero ¿Entonces por qué no se había puesto de pie para irse? Un ligero tic en su ojo negro se hizo presente ante sus propios cuestionamientos, pero también se tomó el tiempo para usar su pulgar y empezar a limpiar aquella mancha de polvo que le había mencionado antes. Algo de lo que pudo deshacerse fácil ya que traía sus guantes puestos, como siempre. — Ahora me doy cuenta que esa apariencia amable e inocente que dabas en los chats… Hmm — Comienza a negar despacio con la cabeza, manteniendo una sonrisa burlona — Pero insistiré en declinar tu invitación, corazón — Baja un poco su cabeza tras decirle aquello. Llevó ambas manos hacia los brazos de ella, con intenciones de apartarlos de su cuello pero cuando escuchó aquel “... Besame”, detuvo sus intenciones para de nuevo alzar la mirada a la de ella y verla con clara incredulidad a lo que acababa de pedirle. “Como si con eso fuera a…” no pudo ni terminar la frase en su cabeza. Se quedó mirándola fijamente un momento, su rostro se había marcado con una expresión entre incómoda y molesta. ¿Por qué tenía ese fuerte impulso de querer besarla? Terminó por sujetar sus manos con las de él para apartarla un poco. — Escucha niña, esto ya… Basta, no voy a besarte — Su voz se va volviendo mas baja conforme habla. Incluso si en voz se acababa de negar a hacerlo, de a poco terminó inclinando su rostro hacia la rubia. Sin haber soltado sus manos en ningún momento, la jaló suavemente hacia él ara acercarla más y habiéndola acercado a su gusto, soltó una de sus manos para poder subir la suya hasta el rostro de la morena. Una vez más la tomó del rostro; de forma cuidadosa pero acelerada. Apenas se acomodó, sus labios se rozaron de forma insegura, por parte de él, pues siguió peleando contra el impulso de querer besarla, pero es una pelea que no ganó, ya que él mismo terminó cediendo y pegando por completo sus labios con los de ella. Su beso no duró mucho, solo fue un “piquito” que pronto lo hizo apartar el rostro del suyo para verla con cierta molestia en el rostro, pero aquella separación silenciosa tampoco duró mucho pues una vez más se acercó a ella para juntar sus labios por completo con los de ella, dándole esta vez un beso más intenso. Donde antes había estado apartando sus manos de él, ahora eran las suyas las que terminaron rodeándola, solo que de la cintura. — No te atrevas a decir algo… —Susurró entre beso, adelantándose a la rubia— Solo el beso y me largo de aquí… —Sonrió de lado.
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Post by Coraline Di Fiore on Nov 5, 2021 6:12:42 GMT
Sus ojos denotaban cierta molestia... irritación, no... era frustración de como sus palabras evadían las propias. Sentía el agarre de su mano repelente a ella, alejarse no estaba dentro de las opciones de Coraline, mucho menos cuando había comenzado a seguirle el juego. Inclinó un tanto su rostro para pegarse más al tacto incompleto de la mano de GK, un tacto limitado por el guante. "Como te odio por no dejarme sentir tu piel", recriminaba en su mente, negando y riendo por lo bajo a sus palabras.
— No, no, no — dijo en un tono travieso bastante susurrado — Amable si soy... inocente... eso te lo debo — pronto su sonrisa fue cayendo en una mueca más irritada.
Mantuvo aquella mirada rosa hipnotizante con tonos de arrogancia clavada en la bicolor, casi como un reto... esperando a que él mismo sucumbiera a su poder. Entrecerró los ojos cuando tomó sus manos para apartarla, entrelazando sus dedos con los de él, "Ah no, ya me diste una luz verde en tus actos... serás mi cena esta noche". Cuando se detuvo, regresando la distancia entre ellos, las comisuras de sus labios se levantaron un tanto victoriosas. Mordió su propio labio conforme el chico se acercaba y la tomaba del rostro, aquel beso tan corto estuvo a punto de ser reprochado por la rubia de no ser por que GK casi de inmediato volvió a sellar sus labios con los ajenos.
"Dulce, dulce victoria", volvió a rodear su cuello con sus brazos, dejando caer un tanto la chaqueta que le había prestado, dejando ver la piel bronceada de sus hombros que tenían leves destellos como "Rose Gold". Correspondió el beso, pasando su pierna por encima para terminar sentada sobre su regazo, aquel apretón hacia su cintura rogando por cercanía se le fue concedido.
Sonrió ampliamente cuando no quiso que ella presumiera su victoria. — Hmm... ya veremos... — regresó a aquel apasionado beso, dejando que él viese el deseo que tenía por su cuerpo. Su lengua danzaba como una víbora encantando a la ajena, si algo tenía la rubia es que era bastante buena complaciendo a otros; llevó una de sus manos hasta la parte trasera del cabello del pelinegro, hundiendo sus dedos en aquella espesura tan oscura como la noche, halándolo un tanto hacia atrás para que echase la cabeza a donde guiaba.
Apegaba sus caderas con bastante intención de tentar al joven, dejando que un sutil vaivén rozara entre ellos. No lo dejaría ir tan fácil. Cuando apenas lo liberó del beso, ella no tardó en ir dejando un camino de besos y el filo de su lengua abrirse paso por el cuello de GK; presionaba sus labios con deseo y lujuria sobre la piel pálida del chico.
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GK
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Post by GK on Apr 25, 2022 10:08:44 GMT
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. 3 horas después.
Descubrió su cabeza ante el comentario de la rubia, a quien ahora como respuesta, seguía con la mirada, mostrándole su marcado ceño fruncido, que más por molestia, era por una chocante incomodidad que empezaba a sentir. El calor del momento seguía presente, era claro, pero este empezaba a apagarse y no porque fuera algo que él quisiera, si no por un repentino y desagradable mareo... "Incluso estando acostado?", se preguntó a sí mismo sacudiendo despacio la cabeza, cual perro queriéndose quitar algo de encima. Tanta acción inesperada lo había hecho olvidar por completo todo lo que acababa de pasar hacía un momento; todo lo que vio, todo lo que sintió y los buenos golpes que recibió... Ella había logrado sacarlo por completo de ese estado tan alerta en el que se encontraba y en su lugar, lo terminó arrastrando a un agujero negro, sin siquiera haber estado consciente de aquello. — Si... Tienes razón, fue increíble — Comentó resignado, mirando al techo de la habitación en lo que se acomodaba mejor junto a ella— Siento que alguien debe estar lleno de envidia en estos momentos... — Bufó con tonos burlones y molestos, recordando a cierto hombre del chat. Alzó su mano diestra hasta la de ella, la que había puesto en su pecho, pero apenas hizo un apretón cariñoso, aflojó el agarre. "No de nuevo...", llevó la mano que tenía sobre ella a su propio rostro" el cual se agarró con cierta desesperación al mismo tiempo que daba un fuerte cabeceo en la almohada. Eso era sueño? Se sentía peor, pero…No. No podía quedarse dormido ahí. Su instinto y mente paranoica lo atacaron. Con algo de impulso que sacó por pura adrenalina, intentó sentarse en la cama de la rubia, algo que terminó sin poder completar. En su lugar quedó recostado de lado, intentando soportar su peso sobre su brazo zurdo mientras mantenía su mirada irregular sobre los rosados ojos de la morena. Estando cara a cara de ella, le dejó ver su rostro de preocupación. Era claro que estaba peleando contra aquel “cansancio”, que dada la nochecita que habían tenido, era fácil asumir que aquel casi desmayo estaba siendo causado tanto por la magia usada en él — en la fiesta fallida de Halloween— como por efectos secundarios causados por parte de ella. — Coraline... Yo... —Bajó su voz y al final cambió el idioma de sus palabras, cuando su cerebro no pudo recapitular el Francés. Apoyó su mano diestra sobre la cadera de la joven en un intento fallido de seguir manteniendo su pose, pero lentamente su cuerpo fue cediendo de nuevo, aunque esta vez sobre ella. Recorrió su mano por la espalda desnuda de la morena, no estaba muy consciente de lo que hacía en esos momentos, pero tenía la necesidad de abrazarla aunque fuera un poco. Eventualmente su cuerpo se recostó por completo, con sus ojos cerrados antes de siquiera tocar la almohada, siendo parte del cuerpo de la rubia, sobre su pecho más exactamente, donde quedaron posados sus labios y barbilla. No habiendo ganado la batalla del cansancio, terminó por quedarse dormido, aunque en verdad había quedado inconsciente. Terminó, poco a poco, aflojando el agarre de su abrazo, para tras dejar salir un ultimo suspiro, relajar por completo el cuerpo, dejando de igual manera su brazo encima de su delgado cuerpo.
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. Abrió sus ojos de golpe; con las iris temblorosas y las pupilas dilatadas, clavó la mirada en el techo. Hubo un breve terror en su mirada, que se fue relajando conforme despertó y caía en cuenta que había sido un sueño... De los malos. Gracias a aquello, había despertado alerta, pero sabía controlar su cuerpo, por lo que si bien sintió el corazón en los oídos, pudo mantenerse quieto y en silencio. "... Estoy en la casa de Coraline", recordó conforme más segundos pasaban. Llevó su mano descubierta hasta su rostro para tallarse un poco los ojos y darse cuenta de que estaba sudando por el estrés en el que había terminado inconscientemente, no quería admitirlo, pero Gin no se equivocaba tanto... Sudaba fácilmente. Gracias a cualquier dios, por su genética asiática que lo salvaba del mal olor. Aún un tanto adormilado, comenzó a incorporarse hasta sentarse por completo en la cama, movimientos que le recordaron toda la acción que había tenido en la noche, aunque mayormente por lo pasado en la madrugada…Pues ese dolor de espalda baja no lograba atribuirlo a ningún entrenamiento o golpiza. Se quedó sentado, desnudo, solo con las sábanas de la joven tapando su cadera y piernas, por lo que toda su espalda dejaba a la vista la leyenda que tenía tatuada y que con la luz del día, dejaba ver más detalles pequeños en su piel. Barrió su mirada por el desastre de cuarto que habían dejado la noche anterior, cada maldito lugar que miraba no podía evitar despertarle recuerdos de lo ocurrido, escenas que lo hicieron hacer negar con incredulidad sus propias acciones impulsivas. Pero no era momento para eso y poco tiempo duró cuestionándose. Optó por girar su mirada al mismo tiempo que extendía su brazo izquierdo para intentar tocar la joven.
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Post by Coraline Di Fiore on Apr 25, 2022 22:17:45 GMT
Era persistente con los besos en el cuello y cuerpo del chico, no por otra cosa, pero la atención de sus ojos bicolor; ensanchando su sonrisa cuando lo logró. El rostro de la rubia estaba más que radiante, satisfecha... Consentida... no podía evitar sentirse mimada al haber conseguido todo lo que quiso por esa noche... no de la manera que esperaba pero mejor que nada.
— Te dije que te hacía falta el soltarte un poco, tesoro — dijo con una risa que nacía desde su garganta regresando su afilada mirada a la contraria, dejando salir aun más carcajadas dulces ante sus comentarios — Seguro mataría por estar en tus zapatos — complementó divertida mientras jugaba un poco con sus dedos sobre el pecho de GK.
Sintió que todo se detuvo por un momento al sentir el agarre de su mano, bajando de inmediato la mirada sobre su mano... no tardó nada, un parpadeo tal vez cuando dejó de sentir su mano aferrada. "¿Qué fue eso?". Esa pequeña e inofensiva acción había asustado a Coraline pues no era una costumbre el tener mucho contacto despues de su arduo "trabajo".
Sin mucho tiempo para pensarlo más, el movimiento del pelinegro para levantarse la descolocó aún más en el momento, solo viendolo con el ceño fruncido y sus ojos rosados hechos un espejo de confusión.
— Hey, ¿Pero que haces? — ella misma se interrumpió cuando lo escuchó murmurarle.
"Esto no puede estar pasando", estaba irritada y maldiciendo a sus adentros por no comprender del todo sus acciones, en vez de pensar en eso, solamente lo atribuyó a la guerra carnal que acababan de tener. Dio un suspiro bastante profundo resignada acariciando el cabello de GK inconscientemente y dejando que él se acomodara a sus anchas, después de todo gracias a él tendría la energía suficiente para continuar su día a día.
A diferencia de su amate por esa noche, la sucubo se mantuvo despierta un buen rato más navegando entre sus pensamientos y propias preocupaciones que la atormentaban, no percatandose de en que momento quedó a merced de los brazos de morfeo. Si bien su sueño no era el más pesado... era ligero como su paciencia; abrió los ojos viendo hacia su pecho, observando al chico tener ligeros temblores y el cambio de su respiración. Su rostro se volvió una ligera mueca al verlo sudando "¿Qué podría tenerlo así?". Alcanzó a cerrar los ojos de nuevo cuando GK despertó de golpe, sintiendo como se removía de su lado haciendose aún la dormida, no era tan tonta como para ser evidente con las cosas que hacía.
Su rosacea mirada volvió a mostrarse, apreciando la espalda ajena, dedicandose a ver de forma más detallada, sonriendo maliciosamente, veía que iba a voltear hacia ella, haciendo que Cora interceptara antes su mano, para que la tomase como a una "princesa". La luz que se colaba por las cortinas de la habitación caían sobre la piel desnuda de Coraline, tersa pero magullada entre mordidas y besos marcados por él, como si hubiera reclamado su cuerpo como suyo.
Apenas se reincorporó en la cama, sentandose notando un dolor marcado en sus muslos y zona perineal, tomandose algo de tiempo para arrastrarse entre las sabanas para abrazarlo por la espalda, pegando su pecho desnudo y como una serpiente envolviendo sus brazos por encima de sus hombros.
— Buon giorno, tesoro~ — saludó suavemente a su oído.
Plantó un beso sobre su mejilla para terminar asomando más su rostro de manera juguetona por su hombro.
— Tenía mucho tiempo sin divertirme como anoche... espero lo hayas disfrutado — una sonrisa ladeada se hizo presente — Por tratarse de ti puedo hacer una excepción de comentarios y sugerencias de mis servicios — comentó burlonamente para molestarlo un poco; recargó su pómulo sobre su hombro viendo el resultado del torbellino que se desvaneció en las sabanas de la noche. — Aunque claro... por esa misma cuestión me vas a ayudar a levantar el cuarto. Aún estoy algo entumida así que con ese corazón tan grande que cargas, no me lo negarás... ¿verdad? — le habló enarcando una ceja y una sonrisa característica de ella.
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GK
Mestizos
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Post by GK on May 9, 2022 21:01:35 GMT
Sintió su mano siendo interceptada, gesto que lo hizo terminar de girar su rostro hacia ella por completo. Apenas la vio, tuvo un ligero shock momentáneo ante su cuerpo desnudo, donde incluso desvió un poco su mirada, pero la misma belleza de la chica lo hizo volver a verla para apreciar sus curvas por un momento. Sonrió a medias al mismo tiempo que se giraba hacia enfrente de nuevo, ahora con su delgada mano siendo sujetada por la tosca de él que aun llevaba esos guantes negros. — Buenos días… Supongo — dijo no muy confiado después de intentar estirarse un poco y sentir el dolor recorrer su cuerpo. Llevó su mano libre hasta su espalda, cerca de su hombro sentía una ligera picazón que al tocar se convirtió en ardor y fue donde se dio cuenta de que se trataba de algún arañón proporcionado por la rubia, otro recuerdo más de lo intensa que había sido la noche anterior. Tronó ligeramente su cuello, teniendo intenciones de estirarse pero fue detenido inconscientemente por la joven que se había recargado un poco sobre él, cosa que lo hizo girar ligeramente su rostro hacia ella, cerrando aún más la cercanía entre ambos. Si bien, por las poses de ambos no es como que fuera a terminar algo en un beso, para él la situación se había vuelto un poco más íntima de nuevo, pues en si, la desnudez de ambos era producto de hacía horas. Escuchó en silencio las bromas de su delgada amiga, pero fue esa última indirecta no tan directa la que hizo al pelinegro voltear hacia enfrente de nuevo, con un ligero negar de su cabeza y una honesta risa irónica. Fue inevitable para él no reír, al si quiera considerar que él tendría “un corazón grande” en algún sentido. No después de todo lo que había hecho en el pasado. — No necesitas palabras bonitas y mentirosas… Te ayudaré a limpiar todo esto a cambio de que me dejes tomar una ducha rápida y — giró su cuerpo hacia ella para quedar cara a cara, teniendo él la ventaja de altura— El teléfono… — le recordó con seriedad. Alzó su mano buena hasta el rostro de la joven para sujetar sus mejillas y darle un ligero apretón juguetón que a la vez hizo que frunciera sus labios un poco. Estaba consciente de que aquello había sido algo pasajero. Un error, tal vez? Solo por su trabajo, pero personalmente no era algo de lo que se arrepentiría, incluso si las cosas no terminaban bien entre ellos en el futuro. Se quedó mirándola a sus rosados ojos un momento, para lentamente empezar a acercar su rostro hacia el de la rubia al mismo tiempo que empezaba a aflojar el agarre de sus mejillas, para en su lugar sujetarle el mentón y alzarlo sutilmente hacia él, facilitando así el corto y cariñoso beso que plantó en sus labios. No quería más que eso, mucho menos darle razones a ella para que lo molestara con sus provocaciones, por lo que giró su cuerpo para sacar sus piernas de la cama y fue ahí donde recordó cierto detalle que lo hizo soltar un bajo “ auch”; aún tenía el condón puesto. “Que molesto... ¿Cómo no se salió en la noche?” gruñó bajo mientras se quitaba el ahora trozo de plástico de manera disimulada para no incomodarla a ella. — Entonces… ¿Trato? — intentó disimular, al mismo tiempo que empezaba a levantarse. Tuvo un ligero tambaleo los primero segundos que estuvo de pie y nuevamente por su cabeza pasó la idea de que “no lo recordaba así”; no tan intenso, doloroso y sobre todo… Agotador. Sentía como si la joven le hubiera robado parte de su alma la noche anterior. Igual intentó mantenerse firme ante el dolor que le recorría todo su ser y con algunos estiramientos de su espalda, que hasta la hicieron tronar, intentó relajar su cuerpo para que fuera más llevadero el dolor. Si bien desnudez de ella lo había descolocado un momento, con respecto a la suya parecía estar más cómodo. Estaba demasiado acostumbrado a andar en pelotas desde niño por su cultura y de adulto, estar en el ejército mantuvo aquel habito y si bien no lo hacía delante de mujeres, igual influía. Se paseó por la habitación buscando su ropa de entre el montón de cosas regadas y aprovechando que estaba de paso y la petición de ella, acomodó una que otra cosa en lo que recogía lo suyo. Teniendo su ropa en las manos, caminó hasta la cama de nuevo, a los pies de ella. — ¿Quieres tomar la ducha conmigo? ¿O me vas a querer empezar a cobrar ya?— preguntó serio, volteando a verla.
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Post by Coraline Di Fiore on May 9, 2022 23:48:14 GMT
Estaba divertida con el hecho de que GK ya no caía tan fácil ante sus mentiras y la manera en que le endulzaba el oído; perdería su ingenuidad pero estaba segura de que le hayaría otra forma de jugar con el asiático. Rodó un poco la mirada acompañada de una sonrisa rindiendose en el momento ante su negociación.
— Hmm, la que suele hacer las negociaciones soy yo pero... — recorrió una última vez el cuerpo del pelinegro con sus brazos como si dos serpientes se abrieran paso en su tacto.
Se quedó un momento pensativa con la mirada entrecerrada viendolo fijamente, no muy convencida del trato por mero deseo caótico. Tuvo la idea de reprocharle para doblegarlo más a su modo pero sus palabras se vieron atrapadas por la mueca obligada del chico; bufó burlonamente moviendo un poco los labios como un pez... aquella acción no duró tanto al ver como GK se acercó a ella; despacio y con cariño, el beso corto la tomó por sorpresa pero tampoco lo rechazó, correspondió por el pequeño momento.
"¿Yo le dije?, No... ¿Entonces por qué me besa?... ¿Pues cuanto dura el hechizo de anoche?", por cuestión de segundos pudo ver a la italiana confundida antes de volver a una sonrisa afilada bastante gustosa y complacida de la atención. Fue separandose, quitando sus brazos de encima para dejarlo ir.
— Trato — Aceptó sin más — Parece que comienzas a hablar mi idioma, tesoro —
La rubia se estiró adolorida viendo varias marcas en su cuerpo, la firma del autor era el primero que no se había ido antes del amanecer de su lado.
— Huh, con mayor claridad veo porque terminamos así — habló con una sonrisa viendolo agacharse por su ropa en el desastre que habían hecho. — Cuando quieras puedes venir a "jugar" conmigo como anoche, si tus visitas al salón me encantan, una invitación a pasar el rato tampoco vendría mal, ya sabes, cuando la presión del trabajo y la vida no te suelten, yo podría soltarlas por ti. —
Destapó el resto de su cuerpo con la intención de salir de la cama, donde al pararse sintió como sus piernas flaquearon casi al instante. Alcanzó a tomarse de uno de los muebles de la habitación viendolo de reojo esperando a que no dijera nada al respecto; le gustaba bastante molestar pero era algo picky al momento de que le devolvieran los comentarios.
— Claro que quiero — habló mientras se agachaba despacio recogiendo las bragas que había llevado la noche anterior — Bueno si hablamos de cobrar algo — poco a poco se levantó enseñandole la prenda rasgada, girandola en su indice. — Te traje aquí por una llamada y terminamos con algo más... por esta ocasión me haré de la vista gorda. — Se lo arrojó al pelinegro a modo de juego para que viera de cerca como habían quedado.
Se acercó a otro armario sacando algo de ropa limpia y toallas para ambos, sus gavetas estaban impecables, ordenadas por tamaños, prendas y colores. Para ella tomó unos pants flojos y una playera un poco más pegada sin mangas pero no se sentía lo suficientemente bien para que la ropa interior le apretara nada en ese día. "Pero, ¿Me arrepiento?, jamás, lo volvería a hacer"
— Tieni questo, tesoro — le tendió las cosas para que la ayudara a llevarlas hasta el baño. — Vamos, con esto debe estar bien —
Caminaba despacio en lo que volvía a acostumbrarse pero debía al menos preparar las cosas con aromas más neutros para él.
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