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Post by Viktor Smirnova on Nov 6, 2021 7:59:30 GMT
Un viernes por la noche y como ya era costumbre, Viktor se encontraba en la zona roja; más específicamente, en su bar favorito: "Devil's wings". En el lugar abundaban los seres alados, incubos y sucubos, de ahí la razón de su nombre. Evidentemente, esa cualidad era una de sus favoritas, pues igual que el eran seres lujuriosos.
Tan pronto como entró al local fue recibido por una hermosa dama. Esta depositó en su frente un beso mientras que sus manos envolvían su cuerpo —¡Viktor!~ Que gusto verte... ¿Quieres lo de siempre?— le dijo al licantropo. Contraria a su actitud usual, este se negó — Creo que hoy me tomaré las cosas con calma. No estoy estoy de animo para esos negocios. Será la próxima vez, cariño — le respondió con un beso en la mejilla.
Así, finalmente se dirigió a la barra. Ahí le pidió al cantinero que le sirviera una bebida "ligera, refrescante y dulce a la vez" — Asegúrate de que no me golpee tan fuerte— recalcó. De no ser porque se trataba de un cliente habitual seguramente no harían caso a sus caprichos.
La bebida le fue servida en cuestion de tiempo. Justo como lo esperado, cumplió sus expectativas y las superó. —Aaah~ Sí, justo así. Mis felicitaciones al chef— bromeó un poco. Ahora lo único que le faltaba era un poco de buena compañía.
Como si sus plegarias fueran escuchadas, vislumbró entre la gente a un individuo que llamó su atención, por una u otra razón. Por su puesto, como cualquier depredsdor, no dejaría escapar a quien ahora consideraba "su presa".
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Post by Daiki Nifuji on Nov 15, 2021 8:09:26 GMT
El moreno se abrió paso dentro del mar de gente hasta la barra, desde un principio su vista había ido directamente hasta la barra donde al ver las bebidas preparadas su cerebro pidió por ellas, como arte de magia sus pies se movieron uno tras otro hasta el punto de no retorno.
La verdad era la primera vez que pisaba un local que no fuera el de su adorado Eunsoo, debía de admitir que el que la chica le diera la bienvenida de esa forma, era algo completamente dulce para los ojos, sin duda ese ambiente te daba una buena señal de poder pasar un rato completamente agradable. Tal vez ahora sería su favorito.
No fue que hasta el llegar a la barra decidió carraspear un poco su garganta para poder dejar escapar su voz gruesa de manera coqueta al barman del lugar-. Whisky en las rocas, un tequila y dos de sus mejores tragos. -sonrió con descaro antes de ver cómo servían todas sus bebidas las cuales comenzó a beber tan pronto llegaban a su mesa, debía agradecer a tener un buen sistema contra el alcohol en su cuerpo, el cual puede soportar grandes cantidades de este mismo.
Antes de terminar su ultima bebida especial, sus ojos no tardaron en deleitarse con el chico que tenía justo frente suyo, era muy su tipo, las orejas grises azulado junto con su ropa le daban una vista tierna, pero, peligrosa.
-Lo siento, ¿de casualidad eres un lobo? -habló de forma casual a la persona que tenía orejas a su lado, la verdad, siendo un selenita sabia que podia llegar a ser cualquier tipo de criatura si se trataba de un skin changer, por lo que quería estar seguro.
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Post by Viktor Smirnova on Nov 24, 2021 7:59:03 GMT
A diferencia de como lo planteaba su rutina, esa noche disfrutaba de prestarle especial atención a las personas alrededor suyo. Fue eso mismo lo que dirigió su mirada a un individuo de tez morena y cabello blanco. La cantidad y el tipo de bebidas que había encargado despertaron su atención. Si se trataba de alguien sin resistencia al alcohol seguramente perdería la conciencia en cuestión de tiempo. Entonces, ¿era alguien experimentado, o un novato probando su suerte? Esa sería su duda a resolver.
Por un momento pensó que había expresado sus pensamientos en voz alta, pues el joven que había llamado su atención ahora se encontraba frente a él. Su pregunta le hizo arquear una ceja, más después dejó escapar una carcajada. Sus orejas lopunas se agitaron, recalcando la diversión —Eso depende ¿te gustaría que fuera un licántropo, o te desagradaría? —comentó bebiendose el trago que había encargado. Dejó escapar un par de risillas poco después —Lo soy ¿y tú? Un simio reconoce a otro simio. O algo así escuché por ahí. ¿Eres un licántropo también?— Cuestionó con genuina curiosidad.
— Una botella de vodka, por favor. — le encargó al bartender. Volvió a recordarse que debía tomárselo con calma, así que no bebió directamente de la botella cuando le fue encargada, aún si se trataba ya de una costumbre. De tal manera, vertió el líquido en el vaso que le correspondía —¿Por qué quieres brindar hoy, chico? Veo que no le has tenido miedo a tomar, aunque me causa curiosidad el motivo. Quiero decir, no todos necesitan un motivo, pero suelo venir a este bar y nunca te había visto — comentó. — En fin. ¡Nazdoróvie! (¡Salud!)— brindó en su lengua materna.
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