The way you look tonight [ Priv. Finalizado] E2: FM
Jan 14, 2022 23:25:46 GMT
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Post by Anne Neville Collingwood on Jan 14, 2022 23:25:46 GMT
¿De verdad era tan parecida a su amiga que ahora lo atormentaba? Anne se arrepintió en ese momento, no debió hacerlo. Pero esa sensación de haberlo hecho sufrir y asustar en ese momento se desvaneció cuando se quitó la máscara, y miles de sentimientos la inundaron en ese momento. Anne volvió a llorar con más fuerza, estaba temblando y sentía que no podía moverse.
Ese era Darko, pero no el que había conocido, ¿Por qué parecía muerto en vida? Anne se llevó las manos a su rostro e intentó ahogar el sonido de su llanto. No había rezado lo suficiente, no lo había podido proteger. No lo siguió, no lo ayudó, no lo protegió. Había perdido un ojo, estaba pálido, seguramente enfermo, ojeroso y su temperatura era un desastre. A Anne le dolía el pecho, ¿Qué debía hacer en ese momento? - ¿Darko…? – Susurró, y antes de esperar una confirmación, se acercó a él.
Lo abrazó con fuerza por el cuello, hizo que su cabeza se apoyara en su pecho y protegió su cabeza, como debió haberlo hecho años atrás. Se quedó en silencio, llorando, sin dejarlo ni un segundo alejarse de ella. – No te vayas, no me dejes, Darko. He esperado tantos años por ti, he buscado en muchos hospitales, te daba por muerto. ¿Por qué no me buscaste?, ¿Por qué no te encontraba?, no hice lo suficiente, perdóname.
Anne se alejó un poco, para ver su rostro y, como hizo alguna vez cuando estaban escondidos en la biblioteca, en la esquina más alejada, besó su rostro sin tocar sus labios. En ese lejano momento lo hizo porque sentía que no era el lugar apropiado y no se veían fuera de la biblioteca, ahora no lo hacía porque no era el momento apropiado. Apenas se volvían a ver, ¿Y si sus sentimientos por ella habían cambiado?, ¿Y si estaba asustado?, ¿Y si ella no estaba lista? Deslizó sus manos desde sus mejillas, por su cuello, hasta su pecho y se apoyó en él, juntando su frente donde quedaba el corazón de su amado. No quería verlo porque estaba avergonzada de sí misma y de sus pocos esfuerzos.
Ese era Darko, pero no el que había conocido, ¿Por qué parecía muerto en vida? Anne se llevó las manos a su rostro e intentó ahogar el sonido de su llanto. No había rezado lo suficiente, no lo había podido proteger. No lo siguió, no lo ayudó, no lo protegió. Había perdido un ojo, estaba pálido, seguramente enfermo, ojeroso y su temperatura era un desastre. A Anne le dolía el pecho, ¿Qué debía hacer en ese momento? - ¿Darko…? – Susurró, y antes de esperar una confirmación, se acercó a él.
Lo abrazó con fuerza por el cuello, hizo que su cabeza se apoyara en su pecho y protegió su cabeza, como debió haberlo hecho años atrás. Se quedó en silencio, llorando, sin dejarlo ni un segundo alejarse de ella. – No te vayas, no me dejes, Darko. He esperado tantos años por ti, he buscado en muchos hospitales, te daba por muerto. ¿Por qué no me buscaste?, ¿Por qué no te encontraba?, no hice lo suficiente, perdóname.
Anne se alejó un poco, para ver su rostro y, como hizo alguna vez cuando estaban escondidos en la biblioteca, en la esquina más alejada, besó su rostro sin tocar sus labios. En ese lejano momento lo hizo porque sentía que no era el lugar apropiado y no se veían fuera de la biblioteca, ahora no lo hacía porque no era el momento apropiado. Apenas se volvían a ver, ¿Y si sus sentimientos por ella habían cambiado?, ¿Y si estaba asustado?, ¿Y si ella no estaba lista? Deslizó sus manos desde sus mejillas, por su cuello, hasta su pecho y se apoyó en él, juntando su frente donde quedaba el corazón de su amado. No quería verlo porque estaba avergonzada de sí misma y de sus pocos esfuerzos.