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Post by Leto Valentine on Jan 10, 2022 1:14:11 GMT
Caminaba con sus manos en sus bolsillos, iba refunfuñando porque no llevaba ni dos horas de haber llegado a Mystery City y justo cuando ya estaba a gusto en su departamento de lujo, el méndigo mocoso de Eros lo echó casi casi a patadas de su cómodo sillón y, si no fuera poco, del Distrito Dorado -Si no fuera el hijo del jefe ya lo hubiera…- fingía estrangular el aire para sacar su frustración, el cual se termina desvaneciendo ya que no hay mucho caso en seguirle con algo perdido -Más vale que haya algo interesante en esta cochina ciudad- no era fan de la idea de estar dentro de “La Ciudad del Amor”, extrañaba sus caóticas tierras y no tenía otra misión más que cuidar de aquel rubio.
Iba sin rumbo alguno en las calles de París, sin ser capaz de hablar el dialecto de allá -Sí, sí, bonjour, no quiero tus horribles recuerditos de segunda- le empujaba a uno de los vendedores ambulantes que tenían harta pinta de estafadores -Que linda ciudad si claro, huele a puro cigarro y hay demasiado tráfico, ugh- y como hipócrita, sacaba un cigarro para pasar el rato.
Ni se molestó en tomar un transporte, sólo seguía caminando, buscando algo para entretenerse. Allí es cuando un bar llamativo hace que encorve una ceja -Más vale que den buenos tragos aquí o quemaré el local- no hablaba en broma, ya muchas cosas amargas habían sucedido en menos de tres horas de estar en ese país, si un trago no lo tranquilizaba quien sabe de qué sería capaz en estos instantes.
No hace más que acercarse a la barra, apunta a una de sus bebidas favoritas con una mueca al bartender. Casi arrebatándole la bebida se dirige al balcón del lugar, había una linda chica que captó su atención, tal vez no tan linda a sus estándares, pero una cara bonita siempre valía la pena. Se recargaba al barandal y le dirige la palabra con toda seguridad -Bonjour madame, je veux baiser?- y la muchacha no hace más que soltar un notorio quejido y le da una cachetada que resonaría en el área. Leto se queda con los ojos abiertos al verla marchar y sin darse cuenta, su bebida había caído del balcón.
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Post by Ryan Miller on Jan 10, 2022 1:41:29 GMT
Una furgoneta negra se detiene frente al negocio, las compuertas se abren imponentes; revelando así una bota que apoya su peso sobre el frío asfalto para revelar aquella completa figura. Resulta ser un hombre fornido, vestido de negro y con un porte centrado. Tan rápido sale de ahi y verifica su telefono, el automovil cierra sus compuertas y desaparece de la escena.
— Maldita sabandija... — Masculla de pronto, frunciendo su ceño ante el recuerdo del mensaje de su hermano.
NNI MADRES! BUSKATE OTRO TOPO —
— NO ES QUE QUIERAS RATA. ¿DONDE ESTAS?
KE TI IMPORTA NALGAS MIADAS!! —
AH PERATE.. —
'Nessa kiere un frappie lattexx.
Oye zabez q, traime unos y de pronto y arreglamos ste pedo. Vaa? —
Y por eso esta aqui, en el distrito comercial, donde la venta es tan alta que los locales se dividen en dos; como este; que es una cafetería en la primera planta y en la de arriba un bar. Suelta un suspiro lleno de frustración, guardando el movil y emprendiendo paso hacia la puerta; hasta que le detiene una sensación... familiar. Líquido. En su ropa. Cara. Su piel se enchinó, sus nervios se alteraron, sus ojos se entrecerraron y su mano se cerro en un puño. — ¿QUIEN. MIERDA...? — Y alza la mirada para ver el destinatario de sus siguientes 5 balas. Solo para encontrarse con un rostro que rebajo su ira para darle paso a la extrañeza. — ¿Leto Valentine?
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Post by Leto Valentine on Jan 10, 2022 1:52:50 GMT
-Tch, ¿pues qué fue lo que dije?- se sobaba el rostro que pronto iba a tornarse un poco rojizo por el golpe. -Maldito día- mascullaba a sí mismo, su otra mano buscando su bebida -¿Eh?- al no verla consigo voltea a los lados -¿Quién se llevó mi méndiga bebida?- creía que un mesero era el causante de ello, cuando en realidad fue su torpeza la culpable.
Ni se molestó en voltear hacia abajo, estaba de mal humor y ahora iba a pelearse contra el staff del lugar -¡Nadie me ha respondido! ¿Y mi bebida?- otros meseros respondían tanto en francés como inglés cortado ante su histeria, si seguía así era muy probable que lo sacaran de allí.
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Post by Ryan Miller on Jan 10, 2022 2:03:51 GMT
Sus ojos se oscurecen al darse cuenta de que a Leto, su descuido le resultó tan minimo, que ni siquiera se dignó a reconocerlo. Pero es culpa suya también. ¿Qué esperaba? El tiempo pasa y las amistades mueren. Sus musculos se tensan de tanta rabia aglomerandose en su piel; más se mantiene calculador mientras se desvía de la entrada a la cafetería y sube las escalerillas hacia el bar. Lo primero que percibe al entrar es la fragancia del licor barato y el cigarillo añejo.
No se detiene a ver a nadie ni pedir nada; sus ojos clavados en aquel hombre moreno y su pistola resguardando en su bolsillo. Al final, aparta un grupo de gente de su camino y cruza el umbral del balcón. Llegando rápidamente a el para tomarle del cuello de la camisa hasta que puede atraerlo con tosquedad.
El veneno en sus palabras es gran indicio de su horrible humor.— Tu bebida malogró mi chaqueta versache. ¿Qué piensas hacer al respecto?
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Post by Leto Valentine on Jan 10, 2022 2:21:50 GMT
Entre ese corto periodo de tiempo, Leto estaba a punto de agarrarse a golpes con el primero que le pusiera una mano encima, sin embargo, aquel brusco agarre le tomó por desprevenido “¿Así que vamos a jugar sucio?” arrugaba su nariz para tener luego cara a cara al pelinegro. Había sacado los dientes por un par de segundos, pero antes de contestar algo nota aquella cicatriz, familiar para él y más con aquella pregunta que le lanza el altote.
El aura del peliblanco cambia drásticamente, ahora soltando una larga sonrisa después de identificarle -¿Y por qué tan casual amigo? Tu sueles usar Armani- volteaba a su ropa, ahora entendiendo porque la brusca entrada del pelinegro -Oh, así que allí terminó mi bebida- el estúpido ignoraba las caras de los demás, algo bueno había sucedido hoy y era ver a su antiguo camarada -¡Ryan Miller! Muy bien sabes que puedo reponerte todas las prendas que quieras. Te abrazaría pero estás todo mojado JAJAJA- la frenética actitud de Leto contrastaba mucho con la seriedad de Ryan, cualidad que siempre ha sido notoria de esos dos.
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Post by Ryan Miller on Jan 10, 2022 2:40:09 GMT
Todo daba aires de una fuerte confrontación. Una grave. De tal modo que la gente que les rodeaba decidió retroceder o incluso abandonar la zona, quizá para no tener nada que ver, o bien advertir a algún empleado del escandalo inminente. Pero entonces sucedió una improbabilidad, Leto suavizó su ceño e hizo uso de su carisma.
Ryan es suficientemente terco para sobreponer su enojo a aquellos intentos de revivir una amistad que considera muerta. Pero este menciona que no le molestaría pagarle y ... eso elimina los motivos para ser agresivo; asi que le suelta.
— Muy ''gracioso''... Paso de uno de todos modos. — Masculla con un semblante más tranquilo, antes de desprenderse de su chaqueta. Ahora la carga sobre un brazo para evitar mojarse por completo. — Hrm... De todos los lugares en los que espere reencontrarte, jamás me imagine que sería aqui. Y en estas condiciones.
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Post by Leto Valentine on Jan 10, 2022 2:57:08 GMT
-Lo mismo digo amigo, ¿qué haces por aquí? Además de regañarme por lo de tu ropa- la gente de alrededor estaba confundida con la escena, pero la mayoría sigue con lo suyo, solo que un poco alerta si es que a aquellos se les ocurre causar alguna otra escena -Mejor hablemos en otro lugar…- acomoda su camisa, sin estar molesto por lo arrugada que terminó por el agarre del otro.
Antes de dirigirle alguna otra palabra, Leto ve con mal augurio a uno de los meseros para después soltarle un guiño y ponerle un par de billetes a su bolsillo -Disculpe por las molestias- le sonreía y le daba unas palmadas a su hombro. Volteaba de regreso a Ryan -Vámonos de aquí- lo acompañaba por donde vino.
Su personalidad risueña retomaba su actitud, como si todo ese escándalo no hubiera ocurrido -Tiene que haber un lugar mejor que esa pocilga, sabrás, ando más que perdido en esta ciudad- sacaba de su bolsillo su cajetilla de cigarros, le ofrecía uno primero -Te ves cansado Ryan-.
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Post by Ryan Miller on Jan 10, 2022 3:42:14 GMT
Una conversación se establece pero nunca encuentra un espacio para ser parte de ella; no cuando Leto insiste tanto en abandonar el bar. Y... eso es algo que realmente no le molesta; ya que ha encontrado un gran disgusto por el hedor de la cerveza añeja y las miradas entrometidas.
Al final, todo parece resolverse cuando Leto le entrega una propina extra al mesero; sin embargo, Ryan no es tan caritativo, ya que le da una mala mirada antes de abandonar el establecimiento junto con el moreno.
— ...Pfft. Infelices. — Bufa una vez fuera, buscando aferrarse un poco más a lo que queda de su rabia.
Quizá por esa distracción el ofrecimiento de Leto le llegó tan de improvisto. Analiza el cigarro por unos instantes, recordando una escena así con el, los dos encarnando mayor juventud y suelta un chasquido. Aceptando el cigarro para acabar con el flashback lo antes posible. — No estoy cansado. Esta es mi cara de siempre. ...¿Tienes fuego? — Responde esquivo. Dandole una última mirada a la cafetería antes de suspirar. Volver ya no es una opción. Por su ego y el de Leto. Entonces, ¿Ahora que? — Entonces... Leto. Estás en Paris y pérdido. ¿He de suponer que no habrás visto otra cafetería por ahí, no es así?
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Post by Leto Valentine on Jan 12, 2022 5:04:03 GMT
Sonreía sacando uno de sus encendedores favoritos, arqueando la ceja como si aquello fuera una pregunta tonta -Siempre- el diseño era liso y simple, pero para el ojo quisquilloso cualquiera con buen gusto sabría que ese accesorio no era barato.
Encendía con gusto el cigarro del pelinegro y luego el propio. Lo cerraba con un nuevo click, saboreando el fuerte sabor en toda su boca, soltando el humo a un lado -Perdido pero ahora acompañado.
Volteaba de regreso por donde habían venido -¿Hmm? Pues no estaba esa abajo de…- pero antes de terminar su frase, ve como justo en ese momento uno de los trabajadores pone el letrero de “Cerrado” en el local -JA, mierda- era cómico, pero a la vez inesperado esa situación -Creo que era la más cercana, déjame ver- saca su celular, para después enojarse del dispositivo -Maldita sea, odio esta cosa- le picaba con brusquedad al GPS, sin mucho éxito a lo que buscaba hacer -Te diría la respuesta, pero esta cosa está en francés- y no ha podido configurarlo en otro idioma.
En eso una llamada le llega, no reconocía el número, pero aún así contesta -Leto habla. Perdón Ryan, dame un momento- escuchaba lo del otro lado, eran los de la mudanza aún moviendo sus cosas del distrito dorado al fauna -Sí, ajá. Y…¿cómo? ¿CÓMO QUE PERDIERON MIS MALETAS? No, ¡NO ME COMIENCES A HABLAR EN FRANCÉS BASTARDO! ¿PARDON? ¿EH? Sabes qué, más vale que encuentren mis cosas, si no…- y en eso la llamada se corta -¿EH? TCH, UGH- tira el aparato a la pared más cercana.
Procura soltar unos respiros largos para relajarse, recobra su postura y con una mano reacomoda su cabello. Voltea de regreso al pelinegro como si eso no hubiera ocurrido -Busquemos tu cafetería.
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