Es una Locura (Priv. con Louis Black) +18

Deseaba haber sido despojado de su atuendo. Nada era más emocionante que la idea de Louis rasgándo su ropa solo para ver lo hermoso que era sin ella, pero comprendió que tenía que trabajar con lo que la situación exigía. En ese momento, lo único que realmente se interponía entre ellos era ese molesto corsé que comenzó todo.

Mientras Louis besaba un camino hasta su cuello, Ezra movió sus manos a su propia espalda y casi expertamente comenzó a desatar las cuerdas. En cierto modo, era para demostrarle que, desde un principio, no necesitaba que se lo pusiera o se lo quitara. Era su idea de un buen truco. Sin embargo, no pensó que funcionaría tan bien como esto.

Después de quitárselo y tirarlo al suelo, Ezra se dio cuenta de que aun tenía trabajo por hacer. Louis seguía con mucha ropa puesta. Si bien era tentador simplemente deshacer su ropa con sus garras, pensó en cómo eventualmente regresaría a casa y daría una explicación, por lo que dejar su camisa sin botones estaba fuera de discusión. De cualquier manera, con la cantidad de veces que Ezra había hecho esto con otros hombres, fue rápido trabajando en cada una de ellos, y tan pronto como terminó, le quitó la camisa y la tiró a un lado.

Ver a Louis, su amor de la infancia, casi desnudo y debajo de él, lo hizo suspirar. Una parte de él simplemente no podía creerlo, así que cuando el vampiro se detuvo para verlo, Ezra lo besó de nuevo. A diferencia de sus besos anteriores, este fue dulce y lento. Si no era capaz de expresar cuánto lo amaba con palabras, al menos con ese beso lo dejaría claro.

Como si fuera un instinto natural, en el momento en que Louis se puso encima de él, Ezrael inmediatamente envolvió sus piernas alrededor de su cintura y, con un poco de fuerza, lo bajó para que sus entrepiernas se encontraran en el medio y causaran un poco de fricción entre si.

Mientras su amante le decía lo hermoso que era, Ezra trabajó sus dedos por el cinturón, el botón, y el zipper de los pantalones de Louis. ¿Parecía desesperado? Un poco, pero comprensiblemente. Si no hubiera sido por la forma en que el hombre de cabello oscuro lo miraba fijamente a los ojos, habría asumido que se trataba de otro sueño febril. La intensidad en ellos era demasiado real, y solo provocó que el gato se inclinara hacia otro beso apasionado.

Esta vez, el hombre más pequeño, deslizó sus brazos alrededor de su cuello y usó la poca fuerza que se le permitía para derribarlo por completo, y así el calor de su cuerpo se encontraría con la frialdad del otro para crear una calidez perfecta entre ellos.

Insistió en besarlo más, no queria detenerse hasta sentir que sus labios se desvanecían por el hambre que sentían el uno por el otro, pero Louis claramente tenía planes diferentes.

A pesar de que sus besos se movían hacia abajo y eran más delicados, Ezra no habría predicho lo que vino después. Su pecho estaba pesado, sus respiraciones más largas, y sus piernas parecían encontrar un lugar cómodo en los hombros de Louis, después de quitarle la última prenda restringiendo su cuerpo.

Si antes estaba caliente, con esta vista frente a él, estaba hirviendo. Louis dejó un rastro de besos por sus muslos antes de mirarlo, como si estuviera esperando una invitación para continuar. Lo único que el joven pudo hacer sin desmoronarse fue morderse el labio y asentir.

Quizás era débil. Estaba tan acostumbrado a dar oral, que había olvidado lo bien que se sentía al recibirlo. Le encantaba sentirse tragado, saboreado, amado en más de una forma, y ​​cuando Louis lo tomó por completo de un solo intento, casi se desmorona.

La cabeza del gato se hundió en el colchón y una de sus manos encontró su camino hacia el cabello oscuro del vampiro. No quería que se detuviera, y usó su forma de masajear su cuero cabelludo para decirle lo bien que se sentía. Aunque, probablemente se delató por los sonidos que hacía.

Su respiración seguía haciéndose más pesada entre más rápido se movía. Nunca, en todos sus años de vida, se habría imaginado ver a su mejor amigo y primer amor entre sus piernas. Ezra siempre había sido un hombre que se salía con la suya, y la idea de no poder estar con Louis, solo hacía que su deseo hacia él fuera un poco erótico. Ahora, lo tenía, y estaría loco si esa noche no lo aprovechaba al máximo.

Al principio, no estaba seguro si la sensación en su estómago era la acumulación del placer que sentia, o simplemente el desbordamiento de mariposas que bailaban de alegría, pero estaba dispuesto a rogarle para que se detuviera si eso significaba prolongar su tiempo juntos.

—L-Louis...— Parecía que era la única palabra que su boca podía juntar. Todo lo demás, era un gemido o un revoltijo de letras que no tenían sentido.

Entonces se detuvo, y antes de que Ezra pudiera levantar la cabeza para quejarse con la mirada, sintió como una de sus manos lo levantaba de sus caderas, y movía sus labios desde su erección hasta su entrada.

Sus ojos se agrandaron de inmediato y jadeó ante el contacto de su lengua húmeda contra su piel. Ya debería haberse acostumbrado, entonces, ¿por qué se sentía tan jodidamente bien?

Con una mano en el cabello de Louis y otra desgarrando la sábana de su colchón, Ezra levantó la cabeza un poco para disfrutar de la vista un momento. No esperaba que sus ojos se cruzaran pero eso solo le recordó a lo travieso que el mayor podía ser. De tan solo tenerlo así, el felino casi explotaba, pero mejor prefirió moverse un poco para separarse. 

Sin gastar ni un solo segundo, tomo el rostro de Louis con ambas manos, y lo levantó para tenerlo cerca al suyo. Si acaso los corazones en sus ojos no eran obvios, con esa cercanía lo serían. -No quiero venir hasta que lo haya hecho contigo.- El vampiro se veía un poco sorprendido, pero Ezra aprovecho para besarlo nuevo, y uso su poca fuerza para recostarse de nuevo y traerlo encima de él.