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Post by Renan Milovan on Jan 25, 2022 9:50:16 GMT
Cargar la caja de cristal en donde solía vivir su pequeña amiga no le había parecido tan pesado cuando la llevó a su departamento la primavera pasada, el día en que impulsivamente decidió que cuidaría de una mantis. Esa vez la emoción del momento hacía que mover algo tan delicado le pareciera un detalle insignificante, hoy, sin embargo; le parecía tan tedioso que casi no lo quería hacer. Casi.
Para su suerte, aún con lo difícil que se le hacía todo aquello, no estaba solo. Ludwing, su amigo y nuevo compañero de trabajo con quien ahora pasaba mucho tiempo, se había ofrecido amablemente a hacerle compañía durante todo el camino. Era curioso como unos meses atrás Renan hubiera preferido estar solo, la tristeza de situaciones como esta poniéndolo más irritable que de costumbre, pero ahora que se había acostumbrado al otro y que disfrutaba mucho de su presencia agradecía que quisiera estar allí para él.
Acompañado del otro vampiro, aquella tarea que pensaba le daría mucha lata terminó siendo más tranquila de lo que imaginó y, para cuando se di cuenta, ya se había prácticamente acabado. Tras varias pequeñas charlas sobre todo y nada a la vez, los dos se hallaron frente a la puerta de la casa de Renan, y ya sólo quedaba regresar el terrario a su lugar. Fácil.
Comenzó a sentir algo de nervios mientras buscaba las llaves en su bolsillo. Desde antes de aceptar la propuesta de Ludwing había contemplado lo que implicaba dejarlo acompañarle hasta aquel lugar. Su amigo había visitado un par de veces su departamento antes, así que ya había visto partes de él que normalmente no mostraba a otros, pero en esta casa...bueno, había muchísimas más cosas que podría ver, y no solamente de él. "Pero ya estamos aquí, no puedo sólo decirle gracias por todo, adiós", peleó contra la voz en su mente que le decía no era una buena idea. "Es sólo una casa", razonó, calmándose al dar con la llave que buscaba abrir la puerta hacia su antiguo hogar.
—Entra...—invitó con sencillez, dándole paso a una sala de un color azul profundo, amueblada con un par de sillones y una mesita repleta de libros viejos, sus paredes cubiertas por un par de libreros y varias fotografías y algunas ilustraciones enmarcadas de mariposas—. No está muy ordenado porque ni mis padres ni yo pasamos mucho tiempo aquí ya, y Obsidian a veces viene y toma y deja lo que quiere, pero ponte cómodo en lo que voy y dejo esto en su lugar —reacomodó el terrario en sus manos para enfatizar aquello.
Estuvo a punto de desaparecerse cobardemente mientras dejaba a Ludwing en la sala cuando vio que el sillón más largo se hallaba acomodado su peluche gigante de tarántula. Maldijo en su mente, ¿cómo se le había olvidado allí la última vez que estuvo aquí? — Me llevo esto también —se apresuró a decir mientras hacía malabares para poder cargar con la caja que llevaba y ahora también la araña gigante.
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Post by Ludwing Marshall on Jan 25, 2022 23:02:56 GMT
Hoy era uno de esos días en que recordaba lo frágil y efímera que solía ser la vida de los demás en contraste con la suya propia, a veces no se quejaba, otra veces se limitaba a resignarse a lo que pasara sin presentar ninguna lucha. En esos helados frías de soledad, cualquier compañía que recibiera en su momento la agradecía profundamente, y cuando debía partir solo se quedaba callado mientras por dentro se consumía en su tristeza como un copo a la luz de un sol de verano 'Es extraño pensar en esos días' desde que había recibido su espirit en la Mascarada de Paris, el ente era uno bastante travieso pero en el sentido inocente de la palabra... Evocaba en Ludwing una gran nostalgia.
Si bien lamentaba la partida de la querida mantis de Renan, Elisa; la sorpresa que sintió cuando aceptó que lo acompañase al hogar de sus padres para dejar la caja de cristal donde la resguardaba seguía algo de procesar pero al mismo tiempo, algo que honrar y apreciar puesto que significaba que había una gran confianza en su persona para estos temas, después de todo estimaba mucho al albino.
Lo acompañaba de cerca, en silencio, percibiendo que tal vez Renan no se sentía con el animo de hablar aún, no era tan despistado como para no haber percibido lo tenso que estaba su amigo. La fachada tenía un toque elegante, clásico; podía denotar la seriedad en el lugar así como también la frialdad ante la ausencia de otras personas en la residencia -Muchas gracias- respondió a la invitación, limpiándose los pies en el tapete de la entrada del hogar para poder entrar mostrando el respeto que le inculcaron tener desde pequeño; lo seguía de cerca más también miraba con curiosidad su alrededor: estaba acostumbrado a esta clase de ambiente, el hogar de sus padres era igual... En apariencia al menos, porque estaba seguro que la razón del porqué era así es completamente diferente.
Caminó en dirección a donde estaba las fotos y los libreros, mirando más que nada las primeras con curiosidad, las antenas de su cabeza se movieron al escucharlo hablar nuevamente excusando la condición del espacio -Descuida, no me molesta el desorden- respondió el vampiro con rasgos de polilla sonriendo con cortesía, dicha sonrisa que desapareció al instante que posó la mirada en algo que tenía en manos Renan y por instinto se movió hacía su amigo a paso firme y tomó el peluche de la mano del otro para contemplarlo a gusto -Ohhhh tienes una tarántula de peluche, y se siente muy suave, con permiso- se puso a abrazar el enorme peluche viéndose claramente feliz -Yo te ayudo cargando a mi nuevo amigo-.
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Post by Renan Milovan on Jan 26, 2022 7:36:53 GMT
Trató de mantener a raya los nervios que aún sentía al verle acercarse a las fotografías—. A mí sí, pero no me he dado el tiempo de arreglarlo —exhaló una risa, tratando de sentir algo de humor aún cuando no estaba del todo relajado. Se le quedó viendo unos segundos, cual si vigilara lo que viera, y se tuvo que recordar nuevamente de que no tenía nada de malo que su amigo curioseara, era alguien en quien podía confiar.
"Alguien en quien quiero--- debo confiar", corrigió el rumbo de sus pensamientos. Ahora que Ludwing además de su amigo era también su compañero de trabajo, debía contar con él en más formas de las que antes.
Con esa conclusión, decidió retomar el camino a su habitación, avisándole sin pensarlo mucho que tomaría también aquel peluche. Para su mala suerte, avisarle de lo que haría al otro vampiro no le ayudó a salir de allí rápida y fácilmente. El llevar una caja de cristal en sus brazos no hacía fácil cargar con cosas adicionales, y antes de que pudiera agarrar bien el enorme peluche, su amigo ya se lo había quitado de las manos. Sintió un rubor surgir en sus mejillas cuando Ludwing comentó sobre la suavidad de la tarántula y hasta la estrujó, eso sí, educadamente.
Una pequeña sonrisa se reflejó en los labios del albino, la pura felicidad del otro relajandolo por un breve momento antes de que éste mismo se ofreciera a cargar el peluche hasta su habitación por él. Una ola de nervios sacudió su mente una vez más mientras su sonrisa desaparecía al asentir—. Ok, solo se gentil, Charlotte ya se carga varios años encima —advirtió, acercándose a observar mejor los redondos y ya no tan brillantes plásticos que la tarántula tenía como ojos. ¿Cuánto tenía que su vecina, amable como siempre, le había regalado este peluche?—. Ven —inclinó su cabeza en la dirección por la que irían. "Tal vez fue de cuando tenía 10 u 11 años...", siguió pensando.
Camino por el pasillo entre la sala y la cocina, el estudio y el comedor, todo el tiempo incómodamente consciente de cada cuadro y mueble que se hallaba en el camino a su habitación, todos parecían poder mirarle y pedir su atención, pero se decidió a dejar su mirada fija al frente... o al menos lo intentó. Fotografías y adornos eran una cosa, pero lo que pudo notar por el rabillo del ojo al pasar por el cuarto de piano, justo antes de subir las escaleras a su cuarto, era algo que le tomó por sorpresa.
— --- ¿Qué? —se detuvo en seco cuando al voltear a ver bien a quienes ocupaban aquella habitación se halló con más peluches. Tres yoshis de distintos tamaños sentados en las sillas, el más grande sobre el banquillo enfrente del piano—. ¿Quién los---?
Genial, su casa no sólo estaba repleta de cosas que no se sentía muy cómodo de compartir, sino también redecorada. ¿Quién habría sido? "Obsidian...No, mamá", hizo una mueca. Obsidian era un entrometido y algo caprichoso, pero no tenía interés por este tipo de decoraciones, su mamá por otro lado...
Seguro se le había ocurrido esto para que la casa no se viera tan vacía.
—Dame un segundo —inmediatamente y sin voltear a ver a su amigo se adentró en la habitación para patear al yoshi más grande lo más casualmente que pudo, un pequeño acto impulsivo que no pudo evitar al sentirse aún más extraño en su propia casa al ver eso. Cualquier otro día lo habría considerado lindo pero hoy...
Un quedo gruñido se escuchó cerca de sus oídos, y recordó que además de Ludwing, tenía un acompañante que se había invitado solo y le seguía a donde fuera desde un mes atrás—. Basta, lo pondré pronto en su lugar —murmuró al espirit, tratando de no ser grosero con él para no se alterara. Ludwing ya lo había visto pelear con el pequeño fantasma en la oficina antes, así que no le preocupaba mucho, pero no tenía la energía para lidiar con eso en el momento.
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Post by Ludwing Marshall on Jan 30, 2022 19:28:41 GMT
Sus antenas se movían ligeramente, podía sentir la mirada del contrario sobre él vigilando sus movimientos, por dentro se preguntaba si así se sería con todos 'Aunque bueno, a juzgar de lo que he analizado... Si, podría ser con cualquiera que invite a casa' después de todo estaba en un espacio completamente privado y distinto a lo que había conocido cuando estuvo en su departamento hace tiempo.
Ahora, por línea general le habían inculcado a base de golpes en la mano de no tocar nada, pero ahora estaba allí parado abrazando a una tarántula de peluche grande y perdiéndose en su suavidad... Tenía una sonrisa brillante lucía en su rostro que no se inmutó ante los nervios del contrario por su sugerencia de asistirlo con la ahora conocida "Charlotte" -Jejeje ¿Debo asumir que la llamaste así por el cuento? Aunque de por sí es un nombre fuerte y elegante, me gusta, tiene mi sello de aprobación- examinaba el peluche con cuidado, era cierto lo que decía Renan: se notaba que tenía su tiempo, tomó una nota mental de sugerirle en un momento un poco más ameno el ocuparse de pedir que la restauren... Con los puntos en común que tienen, podía intuir que esta tarántula era un tesoro para su querido amigo.
Continuaban avanzando por los pasillos que conectaban con cada habitación del enorme hogar, como si de un niño pequeño se tratase, el vampiro miraba con curiosidad su alrededor manteniendo el silencio con la esperanza de que Renan tuviera un poco de paz interior... Aunque fuera por un instante.
Y vaya que fue mínimo el instante.
-(?)- lo miró perplejo -¿Todo bi---?- la pregunta desapareció antes de concluir, su compañero se excusó para acudir a la habitación con el piano, impulsado por la incertidumbre lo siguió y cuando vio de que se trataba bueno... Procuro no reírse fuerte ante la escena, lastima que su espirit no fue igual de disimulado que él e inclusive se veía inquieto al momento en que Renan comenzó a mover los Yoshi del asiento del piano -Oye, ten más tacto, estamos en casa ajena- el pequeño ente flotante comenzó a moverse de un lado a otro a su alrededor expresando en acciones su ansiedad -Tss! Los espirits malos no reciben botana- decidiendo que el mejor curso de acción era ignorarlo, desvió la mirada hacia Renan. -Discúlpalo ¿Quieres que te ayude con tus Yoshis? Si te sirve de consuelo, ver un yoshi sentado frente a un piano es mas gratificante que ver el busto en piedra de un modelo, que además era feo, eso da mucho miedo-.
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Post by Renan Milovan on Jan 31, 2022 3:45:40 GMT
—Sí, es porque es uno de mis clásicos favoritos —confirmó a su amigo, quien no podía parar de sonreír mientras sotenía aquel peluche. "Bueno, yo tampoco podía parar de sonreír cuando abracé por primera vez a Charlotte", se recordó así mismo de pequeño—. Menos mal, me preocuparía si no apreciaras su nombre — exhaló un pequeño suspiró—. ¿Crees que es fuerte? Mi padre siempre lo creyó muy suave para ella y por mucho tiempo me insistió que "Olga" era algo más adecuado— puso los ojos en blanco al mencionar eso—. Claro que nunca le he hecho caso, Charlotte le queda perfecto —dijo con un aire contundente en sus palabras.
Agradecía que fuera de esa pequeña conversación, Ludwing no hiciera comentarios sobre las demás cosas que se toparon al hacerse camino a través de la casa, considerado y educado como era, lo único que hizo fue observar con curiosidad, algo por lo que no podía juzgarlo.
— ¿Mn? —Renan volteó en dirección de las pequeñas pero notorias risitas que escuchó después de aquel desliz con el yoshi, un escalofrío bajó por su espalda con el sonido de aquel tiembre infantil. Sabía lo que era, así que no se sorprendió cuando al girar su rostro hacia la puerta sólo hallara a su amigo, pero aún no se acostumbraba a los Espirits de otros—. Está bien —miró con ojos entre cerrados a sus alrededores antes de sacudir la cabeza al recordar que no podía verlo de directamente. No estaba realmente bien, "pero no quiero lidiar con él de todas formas. No quiero lidiar con DOS presencias", arrugó la nariz un poco—. ¿Eh? —relajó su gesto al oír el comentario de Ludwing, contemplando un momento sus palabras antes de sonreír—. ¿Hablas de ESE busto en casa de tus padres? Si lo pones así tal vez tengas razón —volteó a ver el yoshi que se hallaba ahora en el suelo, una decoración considerablmente más tierna a la que mencionaba su amigo. "Pero el busto no te roba tu silla, Lud", pensó fugazmente con un deje infantil.
—Puedes ayudarme con él si Charlotte le hace un espacio, aunque hmm...¿no será que tú sólo quieres cargar más peluches? —arqueó una ceja al regresar su mirada al vampiro.
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Post by Ludwing Marshall on Feb 2, 2022 2:43:57 GMT
Se veía satisfecho con la respuesta, inclusive el solamente hacer mención de ese cuento clásico lo hizo recordar cuando vio la película, últimamente estaba pensando demasiado en el pasado en el buen aspecto ¿Así se sentía cuando en compañía de otros pensabas en el pasado con menos melancolía y más reflexión? Las antenas de su cabeza se movieron expresando interés al comentario, podía esperar que de repente su madre objetará algo del nombre de este enorme y afelpado compañero de Renan, ¿Pero su padre? -Menos mal ya eras un rebelde en ese entonces para no dejar que el nombre de Charlotte fuera menospreciado- añadió al tema en cuestión, por lo menos no le tocó expresar nombres de sus compañeros de peluche de su niñez, Amadeus era el nombre más galantoso para su escarabajo y "Big Horn" fue el de su primer escarabajo por obvias razones.
'Ese secreto me lo llevare a la tumba'
Se anotó una victoria interior al lograr que el contrario dejara de sentir tanta vergüenza por la decoración al mencionar la suya de su hogar en Rusia, el busto del que hablaba era del fundador de su familia que estaba ubicado por la época de los Romanof, una reliquia familiar con la que su nona solía jugar para asustarlo en las noches -Todavía tengo pesadillas con esa estatua ¿Cómo es posible que una cabeza de piedra asuste tanto?- hizo un pequeño puchero conforme expresaba su incredulidad, el espirit a su lado empezó a reír de nuevo y el vampiro polilla procedió a enseñarle la lengua al ente flotante -No te tocará botana por insensible- ante la declaración, el espirit empezó a acurrucarse a su mejilla como si de un felino pidiendo atención se tratara... Infló las mejillas, tratando de ignorar los intentos de manipulación lo mejor que podía.
-¿Prefieres que te cargue a ti para que cargues con todo lo demás? Fuerza me sobra- bromeó, se acercó hasta donde se hallaba el Yoshi en el suelo, procedió a maniobrar para cargar con un brazo a Charlotte con mucho cuidado y con el otro tomó al Yoshi del suelo -... Aunque creo que si quiero poder seguir mirando por donde camino, mejor dejo que te ocupes de los pequeños-.
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Post by Renan Milovan on Feb 3, 2022 2:25:53 GMT
—¿Qué puedo decir? —sonrió pícaro al ser llamado rebelde—. Mis padres me enseñaron a ser así, mi tío también. No a ser rebelde, sino...¿firme?— frunció ligeramente el ceño y desvió la mirada un momento mientras pensaba una mejor palabra, su vista topándose con las antenas de Lud en el proceso. Volvió a sonreír ligeramente, siempre era lindo verlas—. A valorar mis propias decisiones, supongo, aunque sí, a veces sí se volvía rebeldía —exhaló una leve risa, encogiéndose de hombros casualmente.
Los comentarios sobre la decoración de la casa de su amigo poco a poco hicieron que la tensión en sus hombros se deshiciera. Renan no era el fan número de esas pequeñas presencias que acompañaban a la gente desde hace un tiempo, pero estar con otras persona y darle su atención a éstas siempre ayudaba a sobrellevar las de los espíritus. "No es como que la risa tenga intenciones...agresivas", se recordó. "Este otro tonto que me gruñé si es agresivo pero tampoco es que logre mucho", sacudió la cabeza—. No es tan malo, pero sí tiene una... mirada muy penetrante —concordó, la pausa esta vez más por observar las expresiones del otro vampiro que por buscar las palabras adecuadas. El pequeño espirit seguía riéndose, pero si Ludwing estaba haciendo pucheros como un niño las cosas no podían ser tan malas. Le parecía casi adorable. No solían agradarle ese tipo de gestos, pero en su compañero podía hasta apreciarlos. "A otra persona ya la estaría viendo feo".
—Presumido—terminó igual viéndolo con los ojos entrecerrados con el comentario sobre cargarlo. "Hablé demasiado rápido", pensó antes de dejar ir aquella broma—. ¿Hmm? Ah, esos pueden quedarse allí, sólo tumbé este por...—hizo una pausa, absteniéndose de decir "porque me dieron ganas"—. Porque es el que normalmente está en mi habitación. Bueno, es igual para casi todos pero...está bien, serán buena audiencia después, además —volvió a hacer una pausa, poniéndo atención a su propio espirit; había dejado de gruñirle—. Creo que a éste le agrada como decora la casa mamá.
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Post by Ludwing Marshall on Feb 13, 2022 11:32:09 GMT
Se rio con él, era divertido cuando se relajaba y se estaba dando pats mentales de lograr aquello con Renan, le sentaba más una sonrisa que el ceño fruncido 'Aunque también se ve tierno así' pensó fugazmente en lo que recibía respuesta ante su observación -No olvides impulsivo, sigue siendo gracioso pensar como empujamos a Cass por la colina allá en Rusia- el ruso era de andar de un lado o del otro cuando se trataban de sus dos amigos Cassius y Renan, podía hacer team con Renan para fastidiar a Cass o viceversa, al final siempre se iría por lo que pudiera beneficiarlo más indiferente de la situación.
Ante el calificativo, ahora Ludwing le enseñaba la lengua a Renan -No presumo, cuando presumo dejo que mis acciones hablen, pero no quisiera llevarme una patada por cargarte contra tu voluntad- la imagen mental ahora estaba allí presente: Ludwing cargando a Renan, era gracioso y tentador de hacer más que nada por ver la clase de expresión que haría 'De hecho...' se acercó al albino mientras detallaba la razón de haber pateado al Yoshi más grande y con cuidado de no maltratar la tarantula de peluche que cargaba, tomó una de las patas y le dio un par de toquecitos en la cabeza a Renan -Charlotte piensa que no deberías decirme presumido- su espirit al igual que él, se había acercado y se reía en conjunto con las acciones del vampiro polilla, esa risita hacía que las antenas de su cabeza se movieran un poco como una reacción de gusto tal vez.
-"Mal Renan mal, no patees al Yoshi, no le digas presumido a tu guapo amigo Ludwing"- ante esa fingida voz no evito reírse por lo ridículo que se estaba portando, pero todo era para molestar a su amigo y él divertirse en el momento, por lo menos para que no pensara en cosas extrañas en lo que terminaban su visita por la residencia -Entonces ¿Vamos a tu antiguo cuarto?-.
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Post by Renan Milovan on Feb 17, 2022 9:04:48 GMT
Su risa se le atoró en la garganta con el recuerdo de sus travesuras en Rusia, la figura de Cassius en una bola de nieve rodando colina abajo algo que aún le hacía mucha gracia—. Pfft, sí lo es pero lo impulsivo no me lo enseñó nadie —negó aún con una sonrisa. "O tal vez se lo aprendí a mi hermana", pensó después mientras iban caminando, tuvo suerte de que Ludwing ya no lo estuviera viendo a él, o se habría dado cuenta de como expresión se apagó bastante.
Cuando Ludwing hizo una vocecita pretendiendo hablar por Charlotte Renan dejó de verlo por un instante, pues sus ojos se habían entrecerrado tanto que apenas que podía distinguir la figura de su amigo. Su primera reacción fue negar con la caeza y darle un ligero empujón con sus hombros en su camino a la puerta de la habitación—. Cuidado, no te vaya a comer Charlotte después por guapo Y presumido —le siguió de cierta forma el juego cuando retomó más control de su rostro y dejó de apretar los labios en una mueca—. Vamos pues.
Las escaleras los llevaron a otro pasillo, adornado con más cuadros, mesas y plantas. Las puertas que pasaron se veían casi todas iguales, del mismo azúl que las paredes, sólo algunas con paneles de cristal que dejaban ver a través de ellas. Renan ignoró la mayoría, deteniéndose sólo frente a una al final de aquel corredor. Acomodó la caja de cristral que cargaba en sólo uno de sus brazos por un momento para poder girar el pomo de la puerta, y cuando estuvo abierta usó sus hombros para empujarla—. Pasa, puedes dejar los peluches directo en la cama —se adentró a su habitación primero.
El cuarto de se parecía un poco al que ya le había mostrado a Ludwing en su departamento en París. A diferencia de la mayoría de la casa, las paredes eran de un color verde musgo opaco, pero a la par que ésta, estaban llenas de cuadros enmarcando mariposas y fotografías, la mayoría de paisajes y algunas de su familia. El resto de la decoración, sin embargo, tenía un aire mucho más juvenil. Sobre su cama se hallaban incluso más peluches de insectos y yoshis, sus estantes estaban llenos de videojuegos y pequeñas figuras, y un pequeño mueble justo bajo su tele guardaba bien sus consolas. Todo era bastante él, y era tal vez por esto que era extraño mostrárselo a alguien más.
—Ya está. De vuelta a donde perteneces —bajó al fin la caja de cristral sobre una mesa baja donde había otros dos terrarios, contemplándolos un rato ahora que estaban juntos nuevamente. La ausencia de su Elisa se marcaba más ahora que su hogar yacía igual de vacío y apagado que los otros; Renan no pudo hacer más que suspirar. Había sido lindo tener una mantis otra vez, aún sabiendo que no le acompañaría por mucho.
Por un momento se vio tentado a sacar aquel terrario de allí, dejarlo en el ático un tiempo en lo que se reacostumbraba a no tener a la pequeña mantis, pero optó por no sacarle la vuelta. "Este es su lugar después de todo", lo dejó en eso y se dio la vuelta para ver que estaba haciendo Ludwing.
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Post by Ludwing Marshall on Mar 4, 2022 21:51:40 GMT
Ante el suave empujón el vampiro polilla optó por responder al contrario con una sonrisita pícara mientras enseñaba la lengua en un claro gesto infantil, cargando con cuidado con Charlotte y con el Yoshi gigante: le causaba algo de gracia que tuviera esa reacción ante su pésima actuación, Renan era divertido de molestar y ya le conocía bien los métodos para calmarlo tras observarlo e interactuar con él desde que se conocieron. Paso tras paso, lo siguió por detrás con la mirada puesta en su figura concentrándose en seguirlo y no en la sensación que tenía al sentirse observado por esos cuadros de distintas personas que presumía eran parientes de Renan; al momento en que se detuvieron nuevamente la curiosidad empezó a surgir... ¿Qué vería en la antigua habitación de su amigo? Una sonrisita traviesa se le dibujó en el rostro que difícilmente podría ocultar.
Al apenas entrar exploró con la vista el cuarto, ciertamente no era diferente al que ya conocía de su departamento en París (lo cual lo decepcionó un poco), pero podía denotar algunas decoraciones como las mariposas enmarcadas y fotografías, silbó impresionado -Espero no me vayas a enmarcar también- bromeó, retomando su misión original en acercarse a la cama para dejar los peluches allí mismo... Aunque después de percatarse que había más peluches insectos en la cama le brillaron los ojos, los videojuegos, las figuras; era darle un vistazo más de cerca a como es Renan por dentro debajo de su barrera.
Se le ocurrió una idea.
Se dio la vuelta para darle la espalda hacia la cama y dejarse caer, en el proceso de la caída a la superficie suave usó su poder para asumir una apariencia que no dejaba ver a cualquiera que no fuera de su círculo de confianza: en la cama en medio de los peluches ahora había una polilla tan blanca que parecía sacada de una de esas páginas de Pinterest, en la forma de esa polilla Ludwing se dio el gusto de mezclarse entre los peluches para esconderse de Renan.
-Me gusta tu cuarto, no creo que me apetezca salir- habló en un susurro, mezclándose con los peluches.
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Post by Renan Milovan on Mar 10, 2022 9:08:24 GMT
—Pfft, tienes suerte de que no tengo más espacio en la pared para alguien tan grande—dijo mientras le daba la espalda y se encargaba de acomodar sus terrarios y revisar que estuvieran aún en buenas condiciones.
Se tomó unos minutos para contemplar los sentimientos que le traía al fin colocar las cosas en su lugar, y cuando al fin acomodó estos también se dio la vuelta para ver como le iba a Lud con los peluches—... ¿Ludwing?— llamó su nombre con ligera confusión. Recordó que lo había escuchado cerrar la puerta detrás de él y después dejar algo sobre la cama. Sus peluches estaban allí ya, ¿pero entonces qué había pasado con su amigo? Alguien de su estatura era difícil de perder de vista en un lugar como ese
—No sé que planeas ni como lograste esconderte pero si...—comenzó a decir, sus palabras sin un verdadero rumbo en lo que inspeccionaba su habitación con la vista. En primera instancia no notó nada fuera de lo normal, pero cuando miró sus peluches y escuchó una pequeña voz que parecía venir de estos se acercó a ver mejor.
— ...?!? —sus ojos se abrieron de par en par cuando halló a lo que asumió era su amigo en forma de polilla, bien escondido detrás de sus peluches más grandes. Tuvo que mirar dos veces antes de poder pronunciar algo. Ya sabía que su amigo podía hacer eso, pero nunca le había tocado verlo con sus propios ojos—. No sé porqué nunca te imaginé como una polilla de este tamaño...—dijo al fin, extendiendo el brazo entero sin pensarlo y esperando que Ludwing subiera a él—. Si no te apetece salir, creo que de este tamaño sí podría ponerte en un cuadro, y así puedes quedarte por siempre —bromeo, aunque su voz sonaba extrañamente sincera mientras miraba los oscuros y grandes ojos de la polilla con cierta intensidad.
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Post by Ludwing Marshall on Mar 13, 2022 3:31:51 GMT
Observaba con atención a su albino amigo desde su escondite en la comodidad de la cama del dueño de la habitación, usualmente esta apariencia no la adoptaba con cualquiera y definitivamente Renan no era cualquiera; se preguntaba que clase de reacción tendría en cuanto lo viese ¿Se burlaría? ¿O quizás lo tendría de colección con los demás insectos de su pared? Por unos instantes pudo ver los nervios y la confusión ante la ausencia de su presencia, hacía un esfuerzo en no reírse ya que no habría diversión si lo encontraba tan pronto... Siempre había tenido la ilusión en su niñez de usar esta clase de condición para jugar alguna vez, que tuviera la oportunidad ahora era especial, aunque éticamente hablando no debería de tener esta clase de actitudes ante la edad que tiene. Pero, así como algunas cosas de la vida, hay excepciones. Eventualmente fue descubierto, sus antenas se movieron al escucharlo hablar en lo que acercaba su mano para que pudiera subir en ella, cosa que hizo ya que tenía la confianza para ello (OOC: Imagen de referencia del tamaño de Ludwing en su forma de polilla) -Esta apariencia no suelo usarla tan a la ligera, debido a que invita a ciertas personas a ser... Irrespetuosas, prefiero hacer uso de esto cuando necesito pasar desapercibido o necesito volar- procuraba apoyarse bien, teniendo cuidado de no caer ni de tampoco llegar a golpear sus alas o cosas así, sus ojos le ayudaban a mirar perfectamente bien a Renan sin importar el ángulo en el que se encontrara -¡Jah! Sería definitivamente la mejor exhibición del cuarto sin lugar a dudas, tan sólo observa el patrón de mis alas... De todos modos ¿Es una broma verdad?- aunque por un instante, las palabras del contrario lo dejaron frío por unos segundos, Renan podía tener un sentido del humor particular. -Hay mejores formas de pedir que me quede para siempre... Por ejemplo, un beso- movió un poco sus alas al momento que dijo aquella sugerencia a la ligera aparentemente, pero por su tono de voz podía denotarse un poco de seriedad.
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Post by Renan Milovan on Mar 13, 2022 19:32:58 GMT
Con la mayor delicadeza que pudo, acercó a su amigo más hacia su rostro para verlo mejor, sin poder disimular su curiosidad y fascinación. El patrón de las alas le tenía embelesado con su bella combinación de cafés, blancos y naranjas. Quería ponerlo bajo un microscopio para apreciar más de cerca sus escamas. ¿Cómo podría pasar desapercibido siendo tan llamativo? Negó con la cabeza al escuchar esas palabras.
—No te lo voy a negar ¿Una emperador de este tamaño y con estas alas? —estaba demasiado distraído admirándolo para llamarlo presumido como había hecho antes—. Hmm, no lo sé, estoy muy tentado a enmarcarte de verdad. Creo que de hecho me falta una Saturnia Pavonia —una pequeña sonrisa suavizó la intensidad en su mirada.
Aunque sólo por un momento. Había sido él mismo el que mencionó "quedarse para siempre", pero no había procesado sus propias palabras hasta que Ludwing las repitió, la intención detrás de ellas de un tono distinto al suyo. Desvió la mirada, el hechizo que había sobre él se rompió unos segundos y un ligero rubor tiño sus mejillas a la par que procesaba aún más cosas...Como la atracción física que había sentido por el otro vampiro desde la primera vez que se encontraron y el cariño sincero que había desarrollado poco a poco por él. Lo primero nunca solía representar mucho problema para él, le pasaba con otras personas y sabía como lidiar con ello, pero en combinación con lo segundo era peligroso.
No solía pensar en eso, era muy incómodo para él. Cada vez que la idea cruzaba su mente tendía a imponer cierta razón y recordarse que aquellos sentimientos no debían mezclarse. Había decidido no dejar lugar en su corazón para esas cosas.
"Basta, sólo está jugando como de costumbre", se detuvo de contemplar aquello.
—Eres. Un. Tonto —dijo puntuadamente, regresando la mirada al otro con su ceño ligeramente fruncido—. Un beso...¿Cómo? ¿Con tu probosis?—entrecerró más los ojos e hizo una mueca, su rubor aún presente mientras acercaba su otra mano a la polilla cuidadosamente—. Está bien, no he sentido una en años y quiero recordar si me hacía cosquillas o no ...pero tendrás que conformarte con mi mano—trató de aplacar su expresión y de bajar el calor de sus mejillas, se sentía ridículo de seguirle el juego, pero no podía evitarlo con Ludwing así , había despertado un poco de su atontamiento para poner su corazón en guardia, pero no podía dejar de admirar esta forma de su amigo.
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Post by Ludwing Marshall on Mar 27, 2022 12:47:55 GMT
Su ego estaba en los aires, quizás en el espacio, definitivamente una delas mejores formas de ganarse a Ludwing así como también para ponerlo de buen humor era a través de los halagos, aunque con Renan había algo particularmente distinto por ser una persona particularmente diferente a los demás a quienes había exhibido esta apariencia. Enseñó su pequeñísima lengua ante las palabras del albino, agradecía de tener esa apariencia y de que era imposible de saber si estaba abochornado o no... Aunque con sus palabras y reacciones se podía intuir fácilmente que si lo estaba -Puedes tenerme, pero lo apropiado con una belleza como yo es presumirle todo lo que puedas y no sólo tenerme en tu pared- movió sus alas en lo que respondía.
Ahora, la vista que tenía desde la mano de su amigo y la cercanía que tenía a su rostro, era un deleite ya que era la primera vez que lo veía ruborizarse de esa forma: todo aquello hacía que la idea que tenía trazada en su cabeza tuviera un sabor más dulce.
Se rio ante su tardía reacción junto a su respuesta por su propuesta -¿De verdad lo pensaste tanto para decirme que "sí"? Debería de ofenderme, pero lo dejare pasar esta vez- se movió un poco para poder acomodarse, un beso en la mano, ¡Que atrevido! Por supuesto que accedería a esa condición pero tendría que cobrársela y vaya que lo haría por esa impulsiva idea que ya se había fijado en su cabeza como una necesidad. Teniendo ya esa cercanía, usó su probosis para darle el beso propuesto a Renan en el dorso de su mano, pero se quedó solo en eso... Con aleteo, tomó distancia suficiente para poder recuperar su apariencia normal, "humana", y haciendo uso de ese atontamiento de Renan por el proceso tomó su mano con delicadeza para plantar otro beso con sus labios en la misma mano que ya había besado con anterioridad.
-¿Sentiste cosquillas entonces?- se atrevió a preguntar con una sonrisita traviesa.
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Post by Renan Milovan on Mar 28, 2022 6:16:38 GMT
—Que benévolo —puso los ojos en blanco antes de poner su mano a la distancia adecuada. Se calmó un poco cuando sintió la pequeña probosis de Ludwing sobre su piel. "Ah, de verdad que había olvidado como se sentía", trató de seguir con la mente despejada y disfrutar de aquel momento."Sí hace cosquillas", soltó un pequeño suspiro contento que casi sonaba como una risa.
Claro que le hizo cosquillas, pero cuando Ludwing retomó una forma más humana y besó su mano de nuevo le hizo otro tipo de cosquillas, de esas que hacían que la piel se le erizara...
Pero también de las que le hacían soltar un golpe de la sorpresa, así que antes de que pudiera pensarlo ya le había tirado un puñetazo a esa cara que tanto le gustaba, tumbando al otro sobre su cama.
—ERES UN---—estuvo a punto de echarse encima de él ¿Cómo se atrevía a hacerle eso justo cuando estaba tratando de controlarse e ignorar todos estos pensamientos!— ¡Agh, tú, no interfieras!— exclamó dándose la vuelta cuando sintió algo golpear su cabeza, su espirit gruñendole y lanzándole cosas en el peor momento, pero deteniéndolo de ser más agresivo.
—Tú...—volteó de nuevo hacia Ludwing, apuntándole acusadoramente después de lanzar miradas a su alrededor para "pelear" con el pequeño espectro que dejó de gruñirle una vez se le bajaron un poco los humos— ¿Qué te traes? ¡No juegues --- —comenzó con un tono aún exaltado, aplacándose un poco al final. No quería el el espirit le interrumpiera de nuevo, además ed que le apenaba mostrarse tan agitado por un beso en la mano. "Perfecto, que excelente muestra de control", se reprimió sarcásticamente. Respiró hondo, cerrando los ojos un momento antes de exhalar y abrirlos nuevamnte para mirarlo con intensidad—. No juegues así conmigo, Ludwing —entrecerró los ojos y levantó ligeramente uno de sus puños aún a la defensiva.
Tenía que dejarselo claro ahora para que esto no continuara y terminara golpeandolo otra vez.
O peor, tirando la precaución por la borda para besarlo también. Sin duda más peligroso para su corazón que una posible riña con su amigo.
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