Jayvee Silvereel

Jayvee suele enmascarar su personalidad haciendo con una fachada dura e iracunda. Es desconfiado y agresivo, además de que suele ser fácil hacerlo enojar. Sin embargo, en realidad es una persona dulce y solidaria. Es sumamente protector, especialmente con aquellos cercanos a él. Así mismo, todo lo que ha pasado lo ha convertido en una persona bastante sensible, por lo que aún si no lo demuestra con frecuencia, puede ser bastante empático.

Por otra parte, es difícil sacarle algo de la cabeza una vez que lo decide. Es determinado -o terco, dependiendo de quién lo observe-, por lo que no parará a conseguir su objetivo. A su vez, le es difícil perdonar, y el rencor junto a la perseverancia no suena a la mejor de las combinaciones. ¡Mejor tenerlo de amigo que de enemigo!

Jayvee es el quinto hijo de la familia Silvereel, una familia compuesta de sirenas, tritones y serpientes de mar. Durante algún tiempo aquel apellido fue de gran renombre, pero de ello no quedaba más que un recuerdo pues, para cuando Jayvee formó parte de la familia, no restaban más que escombros. Sus padres los abandonaron ante la carcomiente pobreza, y sus dos hermanos mayores siguieron el mismo camino. La cabeza de la familia se volvió entonces el tercer hermano: Clarion, quien hizo su vida aún más imposible.

El peliazul mantenía el deseo de cuidar a sus hermanos menores, por lo que ante consejos de su hermano comenzó a vender sus escamas en el mercado negro. En un principio eran cantidades diminutas, más paulatinamente el daño escaló hasta un punto insano. Cuando el tritón estaba al borde de la muerte, su hermana menor, Tiana, lo obligó a irse del lugar en contra de su voluntad.

Eventualmente Jayvee logró recuperarse, aunque las marcas sobre su piel nunca se borraron en su totalidad. Logró salir adelante junto a su hermana, pero nunca dejaron de buscar a quienes veían responsables de su miseria. Fue por eso mismo que el par dio con Mistery City, donde esperarían rendir cuentas con sus hermanos por todo lo que habían vivido…