Sia
Noctámbulos 
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Post by Sia on Jun 17, 2022 0:40:28 GMT
Ubicarse en tierra no debería ser muy distinto que ubicarse debajo del mar o al menos eso es lo que siempre se decía Sia cuando tenía que salir de casa a algún lugar que no conocía y es que, sorpresivamente hasta ese momento siempre había podido llegar a donde necesitaba ir sin mayores dificultades más que una vuelta mal dada o una cuadra caminada de más sin embargo, los edificios y casas que la rodeaban le eran totalmente desconocidos y eran un claro indicio de que estaba sabrá dios dónde en el distrito de sabrán los mares cuál. Infló los cachetes, estaba segura de haber dado vuelta a la izquierda y luego a la derecha…¿o era al revés? Frustrada miró una vez más las indicaciones que venían escritas en el papel que no dejaba de apretar y exactamente como lo recordaba, había dado las vueltas en el orden correcto, o al menos eso creía, y sin embargo ahora estaba en un lugar que no conocía en vez de estar con uno de los proveedores de la panadería/cafetería de su familia. Cerró los ojos y agitó las manos molesta. Tenía que salir de ahí, no quería que se le hiciera más tarde de lo que seguro ya era si la oscuridad que la rodeaba era algún indicio de la hora del día. Su mamá estaría preocupada y de seguro su papá la regañaría por haberse tardado tanto en llegar a casa y peor tantito sin haber hecho lo que le pidieron. Dio media vuelta dispuesta a volver por sobre sus pasos cuando un ruido a su espalda la sobresaltó. Asustada volteó atrás pero no pudo ver nada. - ¿Hay alguien ahí? - preguntó temerosa. Su respuesta fue otro ruido ahora a uno de sus lados. Sia volteó de inmediato obteniendo el mismo resultado. Todo estaba tan oscuro que no podía ver nada pero se sentía observada y rodeada. Estaba segura, algo en la oscuridad la acechaba. Tragó con dificultad mirando a todos lados, dio un paso hacia atrás de manera casi instintiva, tal vez si se alejaba lentamente de la cosa que la rodeaba, pudiera poner la suficiente distancia para echarse a correr hacia un lugar seguro. Sin pensarlo llevó su mano a su pulsera de lirios y antes de que pudiera transformarla, sintió que algo había pasado corriendo por sus piernas. La sorpresa fue tal que dio un paso en falso y terminó por caerse al suelo. Sia estaba aterrada, la cosa estaba cada vez más cerca, la podía sentir. De repente un bulto oscuro apareció frente a ella, no podía darle forma pero estaba segura que se movía hacia donde estaba ella. Intentó hacerse para atrás, poner distancia entre la cosa y ella. Sus esfuerzos se vieron en vano cuando de repente ¡esa cosa saltó hacia ella y la derribó al piso!
- ¡Ahhhhh! - Sia gritó en el piso. - ¡No me comas! ¡Por favor! Sia sintió una ¿lengua? pasando por su cara una y otra vez y un gran peso en el pecho que le impedía moverse. ¿Qué demonios estaba pasando? De la nada, la lengua se detuvo pero el peso no desapareció y antes de que pudiera siquiera reaccionar, algo suave se le estaba untando ya en la cara. Sintió la cosa que estaba encima de vibrar, lo cual la confundió todavía más y si prestaba atención escucharía lo que pareciera ser era un ronroneo. Confundida tentó con las manos la cosa que estaba encima de ella y sintió pelaje, mucho pelaje. Movió sus manos de arriba a abajo tratando de estimar el tamaño de esa cosa y el ronroneo se hizo más fuerte. Después de unos segundo Sia llegó a la conclusión de que un gato gigante era lo que tenía encima. - Hey pequeño - le habló al gato. - No me vayas a comer, ¿está bien? Seré una sirena pero no soy tu comida.- Le dijo amablemente mientras lo acariciaba. Los pasos de una persona que se acercaba llegaron hasta sus oídos y antes de que pudiera pedir ayuda la voz de un desconocido llenó el ambiente. |
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Angus
Sélénites 
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Post by Angus on Jun 17, 2022 22:00:45 GMT
— Lass, abajo.
Una voz fría y suave, como la seda más fina, emergió de entre unos labios carnosos y rojos como la sangre. El animal rápidamente obedeció, alejándose del cuerpo de la chica entre ronroneos al ver al hombre frente a ellas. Su piel era sobrenaturalmente pálida, y parecía contrastar artísticamente contra la melena larga y ondulada que parecía moverse como el fuego a su espalda. Parecía ser parte de la oscuridad, como si esta le perteneciese, y con un movimiento suave y elegante se acercó a la pobre mujer ante sus pies.
La pantera le había conseguido su comida del día, o eso parecía estar pregonando el animal con reluciente satisfacción al ver a la sirena en el suelo. Sabía bien que la sangre de criaturas marinas era considerada exótica para el vampiro, así que no esperó más que una felicitación por su parte. Pero lo que ocurrió después dejó a cuadros al felino.
—Mis más sinceras disculpas, señorita —siguió la voz profunda y calmada—. Fue grosero de parte de mi compañera el haberla atacado así.
"Tremendo desagradecido" gruñó la pantera, pero una sola mirada del pelirrojo cayó todo pensamiento de esta y solo se limitó a observarlos.
—Permítame ayudarle —extendió una mano fría hacia ella, esperándola—. Este lugar no es apto para un ser de luz como usted.
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Sia
Noctámbulos
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Post by Sia on Jun 20, 2022 4:53:39 GMT
Sia respiró aliviada al sentir que el gato se le quitaba de encima. Quien fuera la persona que le había hablado de seguro era su dueño pues tan sólo de escuchar la orden, el animal se había quitado de encima de ella. Parpadeó varias veces y miró la mano que ahora se extendía frente a ella en señal de ayuda y se sonrojó al escuchar que el extraño la llamaba un ser de luz.
- Ay, yo..ah…este.. - tartamudeó varias veces antes de aceptar la ayuda y tender su mano hacia la del extraño. Un pequeño escalofrío la recorrió al sentir la piel fría del hombre. - Gracias. - Dijo por fin tras varios trastabilleos.
Al estar de pie por fin vio a quien la había salvado quedándose muda y boquiabierta por algunos momentos. La belleza del hombre la tenía cautiva, su piel pálida, sus labios carnosos y rojos y especialmente su cabello que parecía fuego habían capturado por completo a la sirena.
- Wow, - murmuró - tu cabello es de fuego. - Le dijo abriendo mucho los ojos. - Se ve increíble.
Sia miró anonadada al hombre frente a ella unos segundos más antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo e inmediatamente dio un pequeño salto y se disculpó con el extraño.
- ¡Ay, perdón! - exclamó apenada, cerrando los ojos con fuerza. - ¡No era mi intención! - se disculpó agachando la cabeza. - Es sólo que…¡no esperaba a alguien tan deslumbrante! - dijo levantándose con una gran sonrisa en los labios.
- Muchas gracias por ayudarme. - Agradeció una vez más. - Mi nombre es Sia.- Se presentó entusiasmada y después volteó a ver a la pantera. - Y supongo que este… - por los mares, era el gato más grande que jamás había visto en su vida y es que viviendo prácticamente toda su vida debajo del mar, el conocimiento de Sia acerca de animales y criaturas terrestres era casi nulo por lo que nunca en su vida había visto una pantera y mucho menos sabía qué era una. Parpadeó un par de veces tratando de explicarse cómo un gato podía ser así de grande. - ¿Es tu compañero? - terminó su oración con una pregunta al no saber cómo continuar.
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Angus
Sélénites
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Post by Angus on Jun 23, 2022 1:18:00 GMT
Examinándola con rapidez dedujo que debía haberse perdido, pues no la había visto por esos barrios, recordaría a una dama como ella, ya que parecía fuera de lugar en un sitio como ese. Además, un color de cabello como el suyo no era raro, pero en aquel distrito era el caso. Verla tan nerviosa le hizo sentir esa pequeña punzada de hambre que conocía tan bien, era una pequeña presa, lo supo al levantarla; suave, ligera y tibia.
Levantarla no fue nada difícil, y al tenerla frente a él solo pudo alzar una ceja ante esa peculiar reacción. No era extraño que algo así pasara, pero había escuchado que era una sirena, ¿No era particularmente difícil con ellas? Después de todo, aquella mujer poseía un encanto y belleza digno de un ser del mar. Aun así, eso no quitó que sonriera un poco ante el aparente apantallamiento de esta, riendo suavemente al escuchar sus halagos.
—Gracias —dijo al ladear la cabeza con esa curiosidad característica del vampiro, regalándole una mirada afilada y juguetona—. Aunque prometo no quemarla, le aseguro que es de verdad —bromeó, volviendo a reír por esa descripción, pues le recordaba esa horrenda película donde los de su clase podían considerarse "deslumbrantes", en vez de consumirse en un montón de cenizas ante un tiempo al Sol—. ¿Deslumbrante?
Seguía encontrando cómico ese sustantivo, pero no parecía ofendido de ninguna manera, tan solo llevó su mano hacia sus labios para ocultar humildemente su sonrisa que escondía dos largos colmillos blancos.
—Compañera —le corrigió con educación—, su nombre es Lass —la pantera bostezó al ser llamada, totalmente obediente al pelirrojo—. Es un placer, señorita Sia, me llamo Angus —hizo una inclinación caballerosa frente a ella, colocando una mano en su pecho en señal de respeto—, diría que realmente la encuentro a usted deslumbrante, contrario a una criatura como yo, este lugar no parece hacerle bien a una mujer como usted —añadió—. ¿De casualidad se ha perdido? Puedo ayudarla, si es que gusta, pero primero, ¿Mi compañera le hizo daño? Tomaré responsabilidad si es así. |
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Sia
Noctámbulos
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Post by Sia on Jun 24, 2022 16:35:23 GMT
Se sonrojó un poco con la mirada afilada y juguetona de su interlocutor. No estaba para nada acostumbrada a ese tipo de tratos pese a todo el tiempo que llevaba ya viviendo en Mystery City pues por lo regular sólo trataba con su familia y con Thif, y pese a que veía a todo tipo de gente durante el día, en realidad tenía pocas amistades.
Sonrió divertida con el comentario de Angus acerca de no quemarla y se preguntó si en realidad su cabello sería de fuego, eso parecía y no le sorprendería si fuera cierto. Con tantos seres y todos tan diferentes entre ellos, cualquier cosa era posible. ¡Ay, tenía tantas ganas de tocarlo! Pero sería rudo preguntar…
- ¡Sí, deslumbrante! - afirmó con la cabeza entusiasmada al escuchar a Angus cuestionar la palabra - ¡Tu cabello brilla y tu piel es tan blanca! Además tus ojos y tus labios son tan rojos que todo tú ¡brillas!
- ¡Ay, lo siento! - se disculpó al escuchar la corrección. - ¿Me perdonas, Lass? - le preguntó sinceramente arrepentida a la pantera. - Es que no conozco muy bien a las criaturas terrestres.
- ¡Mucho gusto, Angus, es un placer conocerte! - Le dedicó una gran sonrisa al hombre frente a ella. Se volvió a sonrojar al escuchar que Angus la llamaba deslumbrante a ella y tartamudeó como respuesta mas su sonrisa se apagó un poco cuando fue cuestionada acerca de si estaba perdida, le daba pena admitir su predicamento en especial porque había insistido en ir sola en esa ocasión prometiendo mil y un veces que no se perdería en el camino.
- ¿Eh? ¡N, no, no, para nada! - negó rápida la última pregunta que hizo Angus. - ¡Lass no me hizo nada! Sólo me asusté. ¡La verdad es que nunca había visto una criatura como Lass! - admitió. - ¡Es tan grande! - Extendió sus brazos para hacer hincapié en su asombro.
Guardó silencio un momento y desvió la mirada. Dejó caer sus brazos a sus lados e infló los cachetes. Sabía que no debía de hablar con desconocidos pero alguien tan bello como Angus no podía ser malo ¿o sí? Miró de reojo al hombre y a su acompañante, ciertamente le vendría bien la ayuda. Si bien tenía su anillo que le podía mostrar el camino de regreso a casa, no siempre se encontraba con alguien tan interesante como aquel hombre. Cerró los ojos y cerró las manos en puños agitándolos varias veces. Tomó una decisión, total había sido el mismo Angus quien le había ofrecido ayuda.
- Debería estar en el Distrito Fauna a decir verdad. - Confesó finalmente un tanto apenada. - No sé dónde me debí de haber equivocado, ¡seguí las instrucciones que mi mamá me dio! - Volvió a inflar los cachetes ahora un poco molesta. - Ahora no sé dónde estoy ¡pero me encontré contigo! Así que creo que no es tan malo - sonrió sincera - ¡y con Lass también! - añadió volteando a ver a la pantera pese a que seguía creyendo que sólo era una gatita de gran tamaño. - Me vendría bien la ayuda, ¡sí! - terminó entusiasmada por conocer mejor a Angus y a Lass.
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Angus
Sélénites
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Post by Angus on Jun 29, 2022 4:51:53 GMT
Era la primera vez que alguien lo describía de tal manera, aunque a lo largo de su existencia varios adjetivos habían sido dados al pelirrojo. Parte de él se sintió halagada ante esa mirada cargada de sinceridad, pues no parecía estar buscando algo más con aquellas palabras, sonaba auténtica, y eso le tranquilizó.
—Si algo así viene de una joven tan hermosa, creo que lo tomaré —dijo refiriéndose al halago, soltando una suave risa tras ello. Al ver cómo le hablaba a la pantera, su risa fue más perceptible, mostrándose así sus dos colmillos, tan blancos que parecían competir con los del felino—. Ella te perdona, no es rencorosa, ¿verdad, querida? —le preguntó a su compañera, quien ronroneó al restregarse en su pierna—. ¿Es así? No se preocupe, ella al menos no la dañará, viene conmigo.
Y, como si se lo pidieran para dar el ejemplo, la pantera terminó por acostarse en el suelo, dispuesta a esperarlos mientras se limpiaba. Se sorprendió un poco al saber dónde realmente debía estar ella, descubriendo que se dirigían a donde mismo.
—Usted se encuentra en el Distrito Noche, señorita Sia —informó al hacer un gesto que mostraba las oscuras calles—. Tiene suerte, acabo de cerrar mi negocio y puedo desviarme un poco de mi camino para ayudarle —un gruñido de ánimo salió de Lass, pues sabía a dónde se dirigían—. De hecho nosotros vivimos en el Distrito Fauna, por ella especialmente, nos gusta el bosque, y que esté cerca del río lo hace mejor. Con gusto la llevaré hacia allá, ¿A qué parte desea ir? |
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Sia
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Post by Sia on Jul 2, 2022 4:55:31 GMT
Sonrió encantada al ver a Lass acostarse en el piso, ¡se veía tan linda! Y también era super inteligente, no tenía duda de eso. ¡Tenía tantas ganas de jugar con ella! Pero le daba pena preguntar además de que no tenía la más mínima idea de cómo interactuar con una criatura como Lass.
- ¡¿Qué?! - exclamó sorprendida cuando escuchó en que distrito se encontraba, eso explicaba porqué estaba todo tan oscuro. - Ay no, ¿qué voy a hacer? - infló los cachetes angustiada. Las ideas corriéndole a mil por hora en su cabeza, tenía su pulsera que le podía ayudar a llegar a casa pero eso significaría alejarse más de su destino y seguramente perdería la oportunidad de hablar con quien tenía que hablar o podía sólo pedirle indicaciones a Angus. En fin, no tenía idea de qué hacer. Su rostro se iluminó cuando escuchó la proposición del hombre. ¡Sí, estaba salvada!
Dio un pequeño brinco de alegría, su predicamento se había resuelto. - ¡Muchas gracias, Angus! - le agradeció al hombre con una gran sonrisa. - ¡Qué gran coincidencia! No me esperaba algo así - continuó sin dejar de sonreír. - Mmm, se supone que debería de ir a este lugar - le dijo extendiéndole el papel donde tenía escritas las instrucciones y dirección que su mamá le había dado. - ¡No sé dónde me equivoqué! Pero mi familia necesita hablar con mucha gente en el Distrito Fauna, con todo lo que ha pasado, mis papás están pensando en mover el negocio allá y me encargaron hablar con uno de los distribuidores. - Explicó sin pensarlo. - La verdad no conozco mucho el distrito pero por lo que dices suena fantástico. ¡Ah, estar al lado de un río! - dijo ensoñadora, - poder jugar en el agua cuando sea, sería genial.
- ¡Ay, perdón! - dijo de repente sacudiendo la cabeza para salir de su sueño. - Estoy hablando mucho, espero no sea una molestia. - Se disculpó un tanto avergonzada. Los reclamos de su hermana muy vívidos en su mente pero no podía evitarlo, a ella le gustaba platicar y conocer gente nueva.
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