Post by Thifannya A. Westwood on Sept 2, 2022 23:55:23 GMT
En cuanto vio a su esposo, se aferró muy fuerte de él, sintiéndose finalmente protegida luego de haber vivido toda una pesadilla dentro del archivo aunque aun se estaba manteniendo fuerte para no preocupar a sus amigos y seres queridos -Mi amado esposo, gracias al cielo que estas aquí... No sabes cuanto te necesitaba...Lamento haberte preocupado, sucedieron cosas que no tuvimos en control pero ya me encuentro mejor, solo descansemos mientras tanto.- Pero al encontrarse ahí en el hospital, no se percibía la completa privacidad para relatarle todo lo que sucedió por lo que se tuvo que esperar hasta que le dieran de alta al día siguiente, también extrañaba a su pequeño bebé, sobre todo le urgía abrazarlo como nunca antes...
Finalmente pudo arribar a su hogar donde al tener ya a su bebé Haldir consigo, no dudo en abrazarlo y llenarlo de besos sumamente conmovida -Mi amor, mi pequeño tesoro, te amo mucho, eres mi mundo, mi todo, mi gran adoracion, mamá y papá vamos a cuidar muy bien de ti, vamos a protegerte juntos porque significas mucho para nosotros, vales mucho para nosotros, como no te imaginas cariño...- El pequeño bebé se abrazó de su madre escuchando sus palabras con aquella inocente y cálida sonrisa infantil, acariciando con sus manitas a la elfa mientras balbuceaba al tiempo que Anker observaba en silencio.
Convivieron juntos el resto del día siendo ayudada por su esposo hasta que Thif pudo acostar a su hijo y tras prepararse para descansar, la joven elfa decidió finalmente contarle a su esposo lo que en realidad sucedió. Su relato comenzó cuando le dijo que era un día común y tenían que ir al archivo por unos documentos para atender las necesidades de un grupo de comerciantes, le indico quienes eran sus compañeros, sus cargos y como una de ellas había recibido una encomienda especial de parte de aquel hombre importante.
De cuando llegaron a la zona prohibida del archivo hasta la parte donde vieron la información relacionada a "Sang mele" lo que contenían aquellos registros, las fotografías de los bebés, fue ahí que la elfa se quebró para sollozar con mucho sentimiento abrazando a su esposo -Muchos bebés han muerto... Posiblemente desde hace muchos años atrás, eran vidas inocentes que no merecían terminar así...- Se lamentaba en gran medida sintiéndose impotente porque lo mas probable es que aquella crueldad continuaba perpetrándose a sus espaldas.
Luego de consolarla Anker, Thif retomó mas fortaleza para continuar hablando -Tampoco pude ayudar a mis compañeros en la situación mas riesgosa, siento que hasta debí ser una carga pesada para ellos, protegerse a si mismos y protegerme a mi porque soy pequeña, débil y no sé pelear... Casi morimos por mi culpa, de no haber sido por las maniobras del joven Maret, ahora no estaría aquí contigo...- suspiró -Aunque haya intentado hacerme daño, no creo que hayan sido sus verdaderas intenciones y no lo culpo, por el contrario, le perdono, y le deseo el bien pero sobre todo, que pueda encontrar paz.- Asintió con respecto al secretario Benoit.
Su nobleza era tan grande que podía perdonar con mucha facilidad a cualquiera aún si le causaban mal, en Thif no había ni una pizca de malos sentimientos, ella no sabía de rencores, envidia, ni deseos vengativos... -Pese a todo, pienso permanecer activa dentro de mi puesto de trabajo y en mis labores hasta que ellos definan mi situación, pero me aferro a la esperanza en la cual se pueden cambiar las circunstancias para bien de todos, no dejaré de creer en que esto es posible, que todos podemos hacer esto posible...- Ella trataría de hacer lo que estuviera en sus manos para lograr construir un mejor futuro, no podía rendirse.
Thif estaba agradecida de continuar con vida, amaba a su familia y era lo que le mantenía fuerte, probablemente iban a desencadenarse mas adversidades que podrían afectar a todos, eso no lo sabía con certeza pero quería mantenerse optimista. Debía superar ese trago amargo, no permitir que la melancolía la embargara y decayeran sus deseos por salir adelante para disfrutar la vida aunque no fuera siempre color de rosa.
Finalmente pudo arribar a su hogar donde al tener ya a su bebé Haldir consigo, no dudo en abrazarlo y llenarlo de besos sumamente conmovida -Mi amor, mi pequeño tesoro, te amo mucho, eres mi mundo, mi todo, mi gran adoracion, mamá y papá vamos a cuidar muy bien de ti, vamos a protegerte juntos porque significas mucho para nosotros, vales mucho para nosotros, como no te imaginas cariño...- El pequeño bebé se abrazó de su madre escuchando sus palabras con aquella inocente y cálida sonrisa infantil, acariciando con sus manitas a la elfa mientras balbuceaba al tiempo que Anker observaba en silencio.
Convivieron juntos el resto del día siendo ayudada por su esposo hasta que Thif pudo acostar a su hijo y tras prepararse para descansar, la joven elfa decidió finalmente contarle a su esposo lo que en realidad sucedió. Su relato comenzó cuando le dijo que era un día común y tenían que ir al archivo por unos documentos para atender las necesidades de un grupo de comerciantes, le indico quienes eran sus compañeros, sus cargos y como una de ellas había recibido una encomienda especial de parte de aquel hombre importante.
De cuando llegaron a la zona prohibida del archivo hasta la parte donde vieron la información relacionada a "Sang mele" lo que contenían aquellos registros, las fotografías de los bebés, fue ahí que la elfa se quebró para sollozar con mucho sentimiento abrazando a su esposo -Muchos bebés han muerto... Posiblemente desde hace muchos años atrás, eran vidas inocentes que no merecían terminar así...- Se lamentaba en gran medida sintiéndose impotente porque lo mas probable es que aquella crueldad continuaba perpetrándose a sus espaldas.
Luego de consolarla Anker, Thif retomó mas fortaleza para continuar hablando -Tampoco pude ayudar a mis compañeros en la situación mas riesgosa, siento que hasta debí ser una carga pesada para ellos, protegerse a si mismos y protegerme a mi porque soy pequeña, débil y no sé pelear... Casi morimos por mi culpa, de no haber sido por las maniobras del joven Maret, ahora no estaría aquí contigo...- suspiró -Aunque haya intentado hacerme daño, no creo que hayan sido sus verdaderas intenciones y no lo culpo, por el contrario, le perdono, y le deseo el bien pero sobre todo, que pueda encontrar paz.- Asintió con respecto al secretario Benoit.
Su nobleza era tan grande que podía perdonar con mucha facilidad a cualquiera aún si le causaban mal, en Thif no había ni una pizca de malos sentimientos, ella no sabía de rencores, envidia, ni deseos vengativos... -Pese a todo, pienso permanecer activa dentro de mi puesto de trabajo y en mis labores hasta que ellos definan mi situación, pero me aferro a la esperanza en la cual se pueden cambiar las circunstancias para bien de todos, no dejaré de creer en que esto es posible, que todos podemos hacer esto posible...- Ella trataría de hacer lo que estuviera en sus manos para lograr construir un mejor futuro, no podía rendirse.
Thif estaba agradecida de continuar con vida, amaba a su familia y era lo que le mantenía fuerte, probablemente iban a desencadenarse mas adversidades que podrían afectar a todos, eso no lo sabía con certeza pero quería mantenerse optimista. Debía superar ese trago amargo, no permitir que la melancolía la embargara y decayeran sus deseos por salir adelante para disfrutar la vida aunque no fuera siempre color de rosa.