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Post by Ciro Santamaría on Oct 13, 2022 20:06:28 GMT
Luego de tantos eventos peculiares e imprevistos, momentos trágicos, ajenos y que tocaban a su puerta, incluso situaciones paranormales; aquello que Ciro había estado planeando durante meses: finalmente se vería realizado. Todo estaba arreglado, él estaba listo, y el momento se prestaba como un alivio al estrés de los últimos días. Charlie siempre estuvo al tanto de que su novio tenía una sorpresa guardada para ella, así que el anuncio de pasar un fin semana en las cabañas a orillas del río Sena cumplió con el entusiasmo prometido. Llegaron a la zona de camping, esa que cortaba la ciudad de Paris rodeando el raudal, un pequeño oasis de bosque y parques a un par de manzanas de los edificios. Desde que cruzaron el estacionamiento pudieron sentir la sensación tranquilidad, dejando atrás el ruido urbano para perderse un momento en el viento meciendo las copas de los árboles, pues más allá de los lugares designados para las casas rodantes, la hilera de cabañas sobresalía al avanzar entre las ramas más bajas, dejando ver una zona de acampar bastante completa. Por un lado estaban las cabañas más modestas, dedicadas al turismo exprés, rentadas por horas o por día, acompañando la experiencia con su propia cafetería, mini mercado, zona de juegos infantiles y demás; mientras que el otro lado del camino empedrado mostraba las cabañas para residentes, aquellas que pertenecían a algún dueño particular, el cual podía rentarlas o vivirlas. Algunas de esas se veían ocupadas de manera permanente, con adornos personales por todo el porche, mientras que otras eran evidentemente un ingreso para su dueño. Al español le habría encantado compartir el momento con todos sus amigos, pero por ahora solo serían Charlie, Maxxie e Idylion. Los guio hacia una de las cabañas que formaba parte del vecindario, recientemente pintada pero que en su interior solo tenía los muebles necesarios para ser cómoda. Dos habitaciones, dos camas, una mesa de exterior a mitad de la sala sin sofás, una que otra silla para usar y poner cosas, además de algunos artículos útiles para el baño y la cocina. Una mezcla de muebles viejos que claramente habían estado ahí desde la primera vez que esa casa se habitó, y cosas nuevas que hasta conservaban el plástico envoltorio en algunas partes. - Es acogedora, ¿verdad? - sonrió Ciro, pensando en el potencial del lugar mientras llevaba su maleta y la de Charlie a la habitación del fondo.
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Post by Charlie Arlette on Nov 25, 2022 4:24:10 GMT
Charlie estaba sumamente emocionada por el viaje que su novio le había prometido, y aunque le parecía un poco extraño que invitara a Max e Idylion también, le emocionaba la idea de un romántico viaje de parejas doble.
Sus ojos café brillaban con ilusión, mirando la cabaña vacía como si fuera lo más hermoso que hubiera visto en su vida, y aunque abrió la boca para responderle a Ciro su hermano se le adelantó.
-"Pues no se si describiría tanto plástico y polvo como acoge- auch!"-se quejó mientras que su hermana corría hacia él para darle un pellizco en el brazo para callarlo.
-"Es hermoso Ciro!"-lo interrumpió Charlie con dulzura, ahora corriendo hacia su novio y dejándole un besito en la mejilla.-"Muchas gracias por esto!"
Lo acompañó a la habitación del fondo mientras que su hermano y su novio se instalaban en la otra, sentándose en la cama con una sonrisita boba, dando unas palmaditas junto a ella para que el español se sentara a su lado, rodeándolo con los brazos cuando lo hizo y acurrucándose contra él.
-"Eres muy dulce, Ciro... muchas gracias! Cuanto tiempo estaremos aquí?"
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Post by Ciro Santamaría on Nov 26, 2022 17:04:14 GMT
Ciro apreciaba muchísimo que Charlie lo defendiera de cosas tan simples como un comentario de su hermano, sentándose junto a ella y dejándose abrazar, devolviendo el gesto cariñoso con un beso en la cabeza. La sonrisita de complicidad le iluminó el rostro, aunque ya había aguantado el secreto por tantos meses, no iba a soltarlo de inmediato.
- Solo estaremos el fin de semana... Por ahora - dejó la insinuación de que volverían, pero sin especificar cómo. - No estaría mal familiarizarse, ¿verdad? - y tan pronto terminaron de desempacar, el grupo salió a explorar el lugar. Realmente había mucho qué hacer, desde cosas simples como tomar algo en la cafetería y hacer picnics en el jardín, hasta algo más activo como dar caminatas a orillas del agua y visitar los juegos infantiles donde convenientemente podían llevar a Chunky. Incluso relajarse y no hacer nada a orillas del agua podía considerarse una actividad, dependiendo de a quién le preguntara. Fue fácil dejarse llevar por la mezcla de ambiente hogareño y vacacional, que con el clima otoñal se prestaba muy bien para siempre terminar tomando una bebida caliente mientras disfrutaban del paisaje o de vuelta en la cabaña con calefacción.
El fin de semana pasó tan ameno y tan rápido que cuando Ciro se dio cuenta ya estaban contemplando el atardecer del último día ahí. Él y Charlie en una caminata por entre los árboles, mientras Maxxie e Idylion esperaban en la cabaña con la extraña petición del español de que pusieran algo de música cuando ellos llegaran. Algo del gusto de Charlie, específicamente, y que además tuvieran la cámara lista para grabar la reacción de la rubia. Sin duda algo peculiar, pero que Ciro juró era importante.
Si todo salía bien, todo su secretismo tendría sentido en ese momento... Aunque por ahora lo único que le preocupaba era que el usual atardecer anaranjado se estaba ocultando con las nubes aborregadas cargadas de lluvia.
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Post by Charlie Arlette on Dec 7, 2022 14:15:16 GMT
Charlie tenía sospechas todo el fin de semana. Había pasado meses dándole indirectas (bastante directas) a Ciro sobre lo que quería, y la escapada romántica era perfecta... pero ya habían pasado algunos días y no veía el más mínimo indicio de un anillo.
Durante la caminata observaba las grandes nubes con pesadez, pateando una pequeña roca en el piso e inclinándose para apoyarse en su hombro y mirarlo a través de sus pestañas. Le entristecía un poco pensar en que quizá se había hecho ilusiones y había malinterpretado sus señales, pero no quería estropear el momento. Quizá simplemente no era el tiempo o el lugar.
Se detuvo mientras le tomaba la mano para que se detuviera con ella, abrazándolo y dejándole un besito en la mejilla. Estaba a punto de decir algo cuando sintió algo helado en su espalda, abriendo los ojos como platos y soltando un gritito sorprendido, arqueando la espalda con un saltito y levantando la vista al cielo, del cual habían empezado a caer pesadas gotas de agua.
Soltó una risita mientras el agua se soltaba sobre ellos, olvidando por completo lo que le había estado molestando antes y cerrando un momento los ojos para sentir el agua fría en su rostro, la sombra de ojos verde comenzando a escurrir por sus mejillas
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Post by Ciro Santamaría on Dec 7, 2022 18:35:48 GMT
La lluvia finalmente había caído, y lejos de arruinar el ambiente, Ciro se quedó perdido contemplando a Charlie. La rubia riendo alegremente, recibiendo el agua como una bendición de la naturaleza en lugar de algo que podía enfermarla, era sencillamente perfecto. ¿Cómo es que le preocupó un poco de lluvia? El español tuvo que forzarse a reaccionar para volver a su camino de vuelta. Contagiándose de la risita mientras el paso se volvía trote y de repente saltos. Sin embargo, cuando llegaron al destino, no entraron a la cabaña. Maxxie había cumplido su parte al poner música cuando los vio afuera, así que el momento había llegado. Dejándose llevar por la melodía, Ciro comenzó a dar vueltas lentas junto a su novia, tomándole ambas manos como si de un baile se tratara. El agua aun los salpicaba, aunque no directamente, sino con la brisa y el rebote de las gotas que se rompían en la madera del barandal, manteniendo ese aire etéreo de ninfa del bosque que siempre había relacionado con la irlandesa. - Lamento la tardanza, mi amor - habló por fin, pasando una mano a sostener de la cintura, con el fin de juntarse cada vez más. - He estado pensando en esto desde que volvimos de Tahití... En nosotros... El futuro juntos... Las promesas que hice - decía pausado entre cada paso, acercándose y alejándose en la danza, jugando a alargar la gran revelación. - Y me di cuenta de que no quiero perder más tiempo... Te dije que algún día tendríamos una casita en el bosque. Así que empecé por ahí - su vista dejó de estar clavada en la chica por un instante para señalar con un cabeceo la cabaña a su lado. - Solo que no esperaba que el papeleo de compra tardara tanto - confesó con un encogimiento de hombros. - Pero ya es un hecho... Un fin de semana terminando hoy, y el resto de nuestros días en cuanto nos instalemos - y con eso el baile terminó. Ciro se detuvo, frente a frente con sus cuerpos pegados. - Múdate aquí conmigo - pidió, subiendo el tacto a la mejilla pecosa que tanto le fascinaba ver sonrojada, dedicando una sonrisa ladina antes de seguir. - Pero no como mi novia - su mano se despegó para ir hacia el bolsillo de la chaqueta, y sin romper el contacto visual con los bellos ojos café completamente abiertos en expectación: Ciro se hincó. - Charlotte Arlette - el anillo de oro con una flor blanca reluciendo frente a su rostro. La flor blanca que siempre confesó era su favorita, aquella que adoraba ver en las coronas florales de la rubia, tan simple como hermosa. El pequeño diamante en el centro y los ornamentos de hojas añadían el toque natural que caracterizaba a su amada. - ¿Te casarías conmigo?
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Post by Charlie Arlette on Feb 13, 2023 19:34:33 GMT
Sonreía de oreja a oreja, su cabello pegándose a su rostro y las flores de este cayendo al piso mojado con cada salto y cada vuelta. La música que comenzó a sonar solo la hizo ruborizarse, pues era una canción que siempre la hacía pensar en su hermoso novio, y sentía que el momento no podía ser más perfecto si lo intentara.
Por primera vez, lo escuchaba atenta y sin hablar, el rubor solo intensificándose más con todo lo que decía. Una casa? Propia? En un lugar tan hermoso? Sentía que sus rodillas temblaban, si Ciro no la estuviera sosteniendo por la cintura seguro habría caído por la emoción, sus ojos cristalizándose con lágrimas de felicidad, y apenas había preguntado si se mudaría con él comenzó a asentir con la cabeza, pero rápido lo escuchó que no como su novia, y casi se le paraba el corazón.
Cuando se separó para arrodillarse era como si el mundo se hubiera puesto en cámara lenta, tambaleándose un poco y entrelazando sus manos para ponerlas contra su pecho, su sonrisa tomando unos segundos para volver.
No podía hablar, era como si su voz hubiera huido con el viento, observando el anillo unos segundos antes de volver el contacto visual a aquellos ojos grises que tanto consuelo le daban y, sin poder pronunciar palabra, solo sonrió de oreja a oreja mientras asentía frenéticamente, lanzándose a él para un abrazo y tirándolo al piso en el proceso, con ella sobre él llorando y riendo al mismo tiempo.
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Post by Ciro Santamaría on Feb 14, 2023 18:20:20 GMT
La risa de ambos en el suelo fue el broche de oro, una pequeña dosis de diversión entre tanto romanticismo, su equilibrio perfecto personal. Ciro tomó la mano de Charlie para colocar el anillo en su dedo, cerrando así la propuesta, regalando más besitos y tacto cursi hasta que fue inevitable levantarse. La música seguía sonando, la lluvia seguía empapando el pórtico, y sus sonrisas seguirían iluminándose mutuamente por el resto de la noche. Claro que también debían entrar a la casa para ir por toallas y no enfermar, así que solo entonces fue que Charlie notó a su hermano e Idylion en la ventana grabando la escena para la posteridad. Entre más felicitaciones y despliegues de emoción, el fin de semana en la cabaña llegaría a su fin. Su futura casa en pareja los estaría esperando al finalizar el mes, lista para hacer realidad el cliché de que con cada final viene un nuevo inicio. [ Fin del thread ]
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