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Post by Luan Mino Detweiler on Oct 30, 2022 1:29:21 GMT
Después de una semana fuera de casa y lejos de todos, estaba de regreso en París , habría permanecido gran parte del viaje despierto y en silencio habría mirado por aquella ventana del tren, todo el tiempo tuvo el celular en la mano, fácilmente pudo entretenerse jugando o viendo la pantalla de este, pero el pelirrojo deseaba memorizar el paisaje, de esa forma podría recordar el camino y si poder regresar en un futuro por cuenta propia a aquella casa cerca Del Mar, había sido una semana bastante agotadora, llena de trabajos y quehaceres los cuales en su mayoría le habían obligado hacer, aún así se había llevado un bonito recuerdo de los padres de Maret y su casa.
Antes de avisarle o notificar su regreso el tendría que hacer una visita al sitio que tanto evitaba ir, aquel hospital donde estaba Lucas internado, la recepcionista les habían indicado que camino debían tomar por lo cual no se perderían, el pequeño Mestizo junto aquel hombre que le había llevado de viaje recorrerían los pasillos hasta dar con aquella habitación donde Lucas se encontraba. Estar frente aquella puerta le hacía querer marcharse de ahí, pareciera que el tiempo que se fue no hubiera pasado y se congelara justo donde lo había dejado la última vez, sentía un nudo en la garganta al igual que sus manos presentaban un ligero temblor, el sentimiento de culpa crecía en su pecho causándole todo eso, aún no se sentía listo de mirar a Lucas... hablar con el...no después de todo lo que le había hecho y dicho.
Con un último empujón motivacional por parte de Maret es como se animaría a girar la perilla y entrar en la habitación.
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Post by Meredith D. Gauthier on Oct 30, 2022 5:29:15 GMT
Seguía en vela, cada noche, desde que Lucas y Luan habían desaparecido no había parado de buscarlos, siempre estaba al pendiente de alguna llamada o mensaje que le diera alguna dirección o noticia de los chicos, cualquier cosa era buena, incluso si se trataba de avistamientos espontáneos, todo era bien recibido con tal de mantener la esperanza a pie. La tarea era difícil, mantener su trabajo se había vuelto pesado con tanta preocupación encima, sin mencionar el hecho de arreglar la documentación del seguro departamental contra incendios, cuidar del pequeño Nick, huir de las llamadas constantes de los servicios infantiles y tener que buscar otro departamento para Lucas y los pequeños, todo era tan pesado y estresante. O así era hasta que habían encontrado a Lucas, tener noticias de su paradero la aliviaba, en su mayoría lo hacía, sino fuera por el estado de salud que este tenía es que no podría relajarse, no aún no. Su novio tenía nuevas heridas que se había hecho mientras estaba fuera buscando al pequeño Luan, una vez más tendría que ser internado y puesto en observación. Es ahí donde nuevamente volvería hacerle compañía, sentada al lado de su cama es donde estaba una vieja silla que el hospital le había brindado para que pudiera sentarse y descansar un poco sin tener que irse a la sala de espera, el cansancio se reflejaba en su joven rostro, anteriormente sus pecas y ojos llenos de vida eran lo que destacaba más, ahora unas ojeras y ojos entristecidos era lo único que mostraba cuando la mirabas. Como de costumbre estaba al lado de Lucas leyendo una vieja revista de hospital mientras el descansaba, miraba constantemente su muñeca donde tenía su pequeño reloj, sabía que en cualquier momento su novio despertaría, los efectos de los medicamentos pronto dejarían de hacerle efecto y es ahí donde podría hablar con el sin que alguna enfermera o doctor los interrumpiera. Mientras seguía hojeando las páginas de aquella revista es como el sonido de la puerta al abrirse llamaría su atención, -Doctor?- mencionaba curiosa al levantarse de la silla, -la próxima revisión de Lucas no sería sino hasta dentro de un par de horas, que hace aquí?- menciona al no recibir respuesta del recién llegado, dar un par de pasos hacia la puerta le permitiría ver de quién se trataba, -L-Luan?!- inmediatamente las lágrimas comenzarían a brotar, no era por tristeza, era más bien por alegría, hacia días no sabía nada de el, las palabras y sentimientos se le juntaban en el pecho, -Luan....yo... Lucas está... donde ...- deseaba disculparse por las palabras que le había dicho, a la vez quería saber dónde había estado todo este tiempo, tenía tanto que decir pero ninguna palabra le salía. Con solo alzar la mirada un poco más es como notaría la presencia de aquel hombre que había sacado de prision y había hablado hace unos días; el hecho que Luan estuviera ahí era por obra suya? El lo había encontrado? Sea como sea debía ir agradecerle y hablar con el, además, así podría darle un momento a solas con su novio, -Lucas puede despertar pronto cariño, el se alegrará mucho al verte- mencionaba al acariciarle la cabeza al salir de la habitación.
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