Killian Falade

Siendo alguien que puede ser alguien grosero al inicio, Killian es un chico que no teme a las represalias que pueden llevar sus palabras sobre los demás. Debido a que siempre ha velado por su propio beneficio, que el muchacho mantenga relaciones ya sea de amistad o de otro tipo con otras personas es algo complicado.
Pese a todo, es alguien con un espíritu fuerte, y no se rinde ante ningún tipo de dificultad.



Desde pequeño, Killian había sido dejado a su suerte en la ciudad de Mistery City, en donde a duras penas sobrevivía al cuidado de unos cuantos vagabundos que se apiadaron del pequeño skin changer. Desde que tiene memoria ha aprendido a vivir de los robos tanto de dinero como de pertenencias que pudiese arrebatar a otros fácilmente, teniendo cierto talento para, al menos la mayoría de las veces, salir bien librado de aquellos atracos.

Decidiendo independizarse en cuanto creyó que podría tener su propia vida, Killian comenzó a hacer sus cosas por su cuenta, teniendo la oportunidad de experimentar más cosas por su cuenta, entre ellas y por mera casualidad, descubrió el mundo de la cartografía, descubriendo que era más interesante de lo que podía pensar en un inicio.

Actualmente trata de aprender más sobre las cosas que le gustan, sin planes de tener una vida distinta a la usual o, cuando menos, no pronto, pues ha encontrado cierto gusto en lo de ser carterista, ademá de encontrarse con personas interesantes en el proceso.






 Huele a humedad casi todo el tiempo, en verano su olor es más insoportable.
 Su casa es más bien pequeña y muy pobre, casi siempre se desmorona con las lluvias intensas.
 Pese a que no es muy apegado a los bienes materiales, le gusta darse sus lujos de vez en cuando, cosa que sabe que no podría hacer tan seguido con un trabajo "decente".
 En su desesperación por comida, ha llegado a comer ciertos cadáveres humanos que han acabado en las aguas de Paris, sin muy buenos resultados.
 Cuando esta en su forma humana, lo que son sus pequeñas escamas terminan por volverse pecas en su rostro.
 En su forma intermedia, su esclerótica se vuelve de un color verdoso pantanoso.
 Es alto, midiendo 1.91 como humano; su complexión no es tan musculosa, pero tiene más fuerza de la que aparenta.
 Ha hecho mapas de la ciudad poco a poco a escondidas, en un pequeño libro forrado de piel que lleva consigo a todos lados. Es lo más cercano a una pertenencia querida que tiene.