|
Post by Dagmar on Oct 18, 2021 7:16:47 GMT
Más que un ser solitario, Dagmar era alguien tímido. Las interacciones sociales le eran difíciles; siempre se había sentido más cómodo quedándose entre las sombras dónde no llamaba la atención y nadie lo molestaba... dónde él tampoco incordiaba a otros. Era una vida rutinaria simple pero tranquila; acudía al trabajo para hacer su deber para después regresar simplemente a su hogar, refugiándose en la paz del silencio y de vez en cuando en el sonido de su violín.
Lo único que tendía a variar eran sus visitas a Skye; su único amigo que de una u otra forma siempre estaba jalándolo a hacer cosas juntos... pero un día antes del miércoles, fue su turno de proponer la actividad que quería realizar. El ángel pareció un poco sorprendido ante las ganas que Dagmar tenía por cocinar, sin embargo no protestó y le apoyó como siempre lo hacía. El tiempo pasó volando mientras preparaban aquellos dulces de repostería tan populares en Francia y al final, fue el shadowalker quién se quedó solo terminando el pequeño detalle que pretendía entregar al día siguiente.
Creía firmemente que las cosas valían más cuando uno mismo las hacía, así que... luego del trato tan amable que la magistrada Taylor le había ofrecido, sintió que de alguna forma necesitaba pagar de vuelta. No era mucho y quizás carecía de relevancia, pero le nacía hacerlo.
El miércoles había pasado lento como suele ocurrir cuando alguien está anhelando que llegue cierto momento. Y sin embargo, cuando la tarde finalmente cayó... Dagmar se sintió nervioso mientras arribaba a dónde acordaron verse después del trabajo; ¿esto era una buena idea realmente? Apretó un momento la cajita adornada que traía consigo, mientras agachaba la cabeza y se preguntaba si realmente iba a venir. La idea de que una persona tan respetable y ocupada le brindara parte de su tiempo libre le parecía demasiado... surrealista. Tan difícil de creer que se sentía indigno.
"No ..." se dijo entonces, respirando. Taylor había dicho que sería sincera y si dudaba de su palabra era como si le llamara mentirosa indirectamente; una horrible falta de respeto. Y mientras seguía pensando, continuaba esperando en silencio, siendo la sombra que era. El velo que cubría su rostro disimulaba bien su duelo interno.
|
|
|
Post by Taylor Sørensen on Oct 19, 2021 14:13:31 GMT
La semana había avanzado con la mayor tranquilidad posible. Fuera de un par de juntas urgentes respecto a un tema que al magistrado le interesaba, Taylor no tuvo mayor problema con lidiar con el trabajo o su rutina, misma que llevaba en una pequeña agenda. Si bien Taylor no era una persona precisamente ordenada, sin duda llevar una agenda facilitaba que a la kitsune no se le fuese ningún detalle.
Entre los pendientes varios de aquellos días, estaba el buscar un pequeño presente para el espectral, Dagmar. Taylor tenía bien presente que dentro de poco ambos iban a salir así que, sin pensarlo mucho, pensó que sería una buena idea regalarle una caja de aquellos dulces que le dijo que le gustaban, un pequeño presente que no haría daño, después de todo, él había tratado de ella con suma amabilidad en más de una ocasión.
El miércoles finalmente había llegado. Tras su rutina de trabajo normal, la kitsune se despidió de sus compañeros de trabajo para poder ir en marcha hacía aquella reunión con el shadow walker. Ataviada en un bonito traje blanco, Taylor buscó fuera del edificio a una persona que vistiese del color opuesto...No fue muy difícil ubicarlo con ese enorme sombrero y esbelta figura, destacándose curiosamente entre todos los demás.
—¡Dagmar!— gritó su nombre y, tras ver que si hubo reacción de su parte, se acercó a él velozmente, sin querer que esperase más —Espero que no lleves mucho tiempo aquí, me distraje un poco...¡Espera! Alzó ligeramente su dedo índice mientras buscaba algo en su bolso, sacando del mismo una pequeña bolsita amarilla que parecía de regalo, adornada con unos cuantos stickers de abeja —¡Es para ti! Ábrelo, ábrelo, quiero ver tu emoción.
Las orejas de la magistrada estaban algo inquietas, externando así la emoción de su ser ante algo como entregar un obsequio.
|
|
|
Post by Dagmar on Oct 19, 2021 23:24:21 GMT
El llamado de su nombre no sólo logró sacarlo de sus pensamientos, sino también ponerlo tenso. Con lentitud en sus acciones, se dio media vuelta para recibir a Taylor que muy al contrario de él, se veía radiante y emocionada. Apenas estaba moviendo un poco las manos para alzar su obsequio, cuando se detuvo por completo ante la señal de espera... bajo su velo negro, Dagmar estaba juntando las cejas en perplejidad porque no entendía qué hacía, ¿pasaba algo malo? Pese a querer saber la respuesta, esperó paciente hasta que ésta apareció.
— ... —Sin embargo, pese a que la adversa clamaba por su emoción, Dagmar permaneció callado y quieto. Miró con intensidad a la magistrada por unos segundos largos e incómodos, para después enfocar su atención en el presente; mismo que tomó finalmente con mucho cuidado como si temiera romperlo. No entendía. No comprendía porqué le había traído algo, ¿acaso no sabía que ya había hecho mucho por él con las palabras que le dedicaba? El regalo que él traía pretendía poner las cosas ligeramente en balance pues se sentía completamente indigno de tomar algo de su tiempo en conversaciones vanas y ahora no sabía qué pensar.
Elevó la bolsita amarilla hasta la altura de su rostro para mirarla con mucha atención; paseó el dedo pulgar con cuidado sobre las imagencitas de abeja que adornaban y finalmente lo pegó con suavidad a su mejilla, presionando un poco el velo de su rostro en el proceso. En absoluto era un ser efusivo, pero estaba conmovido. Ni siquiera sabía qué tenía dentro, pero el hecho de viniera de Taylor ya lo hacía especial.
Estiró finalmente su propio obsequio hacia la kitsune con lentitud y lo mantuvo extendido hasta que lo tomara. Era una caja teñida de un elegante negro; dentro por el contrario había mucho color gracias a los macarons de cereza que había puesto allí. Y al abrirla se encontraría con otro detalle más: Una nota. "Gracias por inspirar a las abejas para cuidar de esta bella colmena".
Entonces finalmente se puso a abrir el contenido de su bolsita; siempre con cuidado.
|
|
|
Post by Taylor Sørensen on Oct 22, 2021 15:13:41 GMT
Taylor puso ambas manos detrás de su espalda, mientras miraba en silencio a Dagmar, quién había terminado por tomar su regalo. Pese a que el silencio entre ambos era evidente, Taylor parecía no estar incómoda en lo absoluto, inclusive sus orejas se movían ligeramente, expectantes ante la reacción de Dagmar, por más mínima que fuese. Y cuando finalmente acercó aquella pequeña bolsa contra su mejilla, la sonrisa de Taylor se hizo radiante, contenta de ver en aquel ser espectral aquella mínima muestra de afecto y emoción.
—Espero que te guste, Dagmar, gracias por la amabilidad...¿Hm?— fue ella ahora quién miraba con cierta sorpresa aquel obsequio por parte del más alto. Tras un par de segundos en los que le miraba con curiosidad, lo tomo con la misma suavidad que él también lo hizo, alzando las orejas ante la impresión y la felicidad de recibir algo por parte de su compañero. Taylor le dedicó una enorme sonrisa antes de abrir aquella pequeña cajita, y al observar su contenido, lanzo un pequeño grito ahogado, sabiendo el sabor de aquellos macarons por el olor que, junto con aquella nota, entusiasmaron a la kitsune.
—¡Me encantan! ¡Me encantan!— cerró la caja y, tras guardarla con cuidado en su bolso, hizo una pequeña reverencia con la cabeza —El regalo es perfecto... Muchas gracias, Dagmar.
Extendió entonces su brazo que, a pesar de la diferencia de altura evidente entre ambos, esperaba que tomase.
—Permitame guiarle a nuestro destino, señor. Yo seré la guía en esta ocasión~— Y, tras estas palabras, comenzaron a andar por el distrito fauna, directo a aquel restaurante que Taylor había comentado en aquella ocasión del chat.
|
|
|
Post by Dagmar on Oct 23, 2021 17:06:58 GMT
Ver el interior de la bolsita sólo hizo que volviera a sentirse incrédulo. Eran dulces. Dulces que le había comentado vagamente que le gustaban. La magistrada había tenido la consideración para recordar un detalle así... deslizó su mirada hacia la magistrada dispuesto a agradecerle con un gesto, pero fue entonces que se topó con su sonrisa. Dagmar entonces se quedó congelado, simplemente observándole en silencio; pensando en lo bonito que eran sus ojos reflejando la emoción que sentía. ¿Él podía evocar esas emociones en otros? Una profunda sensación de halago, confusión e ilusión se asentó en su pecho, quitándole un momento la respiración.
"Gracias por el detalle", "Me alegra que le guste", "No es mucho pero me alivia que le guste"; tantas cosas que quería pronunciar... pero no pudo. La voz se le quedó atorada en la garganta como siempre. Y cuando mínimo estaba por entreabrir los labios e intentar mínimo balbucear, la oportunidad quedó atrás para darle paso a una nueva. Otra vez Dagmar se quedó quieto contemplando a Taylor, como si siempre necesitara reflexionar un momento lo que le acababa de pedir. Internamente entró en pánico al observar el brazo extendido, ¿cómo? ¿Quería que lo tomara? ¿No estarían como... MUY CERCA? Jesús Dios, nunca había estado por voluntad tan cerca de otro selenita aparte de su amigo Skye y si bien la idea no le desagradaba, sí le daba vergüenza.
Pero el anhelo de pasear con ella era más fuerte, así que al final tomó su brazo con suavidad... agachándose bastante en el proceso, pero en realidad eso no parecía ser relevante para Dagmar. Su silencio no dejaba entrever mucho qué sentía, pero estaba feliz; movía ligeramente la cabeza como si dentro de su mente estuviera sonando alguna melodía. También observaba curioso el distrito fauna; solía frecuentarlo porque le quedaba en el camino hacia el distrito noche, pero nunca se había dado la oportunidad de simplemente apreciarlo. Sólo era parte de una rutina automática que mantenía. Y en aquél momento le pareció de lo más lindo.
Y mientras avanzaban, Dagmar sintio que necesitaba decir algo... cualquier cosa. Entonces con su mano libre sacó su teléfono, abrió la aplicación de notas y escribió algo con una velocidad estúpidamente ridícula como si ya estuviera muy acostumbrado. "Gracias por los dulces, espero le gusten los míos. Hoy se ve muy linda". Luego escribió un poco más: "Tengo problemas para hablar, disculpe. Pero estoy muy feliz de estar aquí".
Le mostraba el teléfono para que leyera, antes de volver a agregar más cosas. "¿Cómo ha sido su día? ¿Ha estado tranquilo?" Igualmente ponía atención al entorno para no tropezar; su falta de habilidad en unas cosas hacían que lo compensara con otras. Y entre los mensajes, el estómago le rugió... delatando que estaba hambriento. Frunció el ceño ligeramente, preguntándose si en realidad había comido ese día.
|
|
|
Post by Taylor Sørensen on Oct 25, 2021 13:29:36 GMT
Una vez que el Shadow Walker tomó su brazo con aquella suavidad y lentitud con la que hacía las cosas, Taylor parecía contenta de poder lograr algo en él... Sutil, pero consideraba que hasta la más pequeña acción era un detalle sorprendente.
Dagmar no tardó entonces en sacar su celular para escribir algo a una velocidad que, a pesar de ser una sola mano, era sin duda algo sorprendente de ver, pues ni Taylor pudo quitar la vista de esa escritura hecha en segundos. —Disfruta mucho los dulces, Dagmar ¡Y gracias! Esta blusa es nueva— dijo señalando la misma con emoción —Tú también te ves bien hoy, me gusta mucho tu sombrero, es tan bonito, ¿Algún día me dirás donde lo compraste? Te da un aire elegante— Taylor se encogió de hombros ante lo último, asintiendo un par de veces, como si le quedase claro ahora por qué tanto silencio de su parte —Y yo también estoy feliz. Gracias por querer salir conmigo, me alegra no haber interrumpido nada.
La siguiente pregunta le pareció algo casual y agradable para poder sacar a colación cosas pequeñas, así que, con una sonrisa radiante, respondió de un modo que ella consideraba "sencillo". —Pues de hecho si, ha estado tranquilo. Fuera de un par de reuniones estos días todo ha estado bien, ¿Sabes? Hay mucha presión sobre los magistrados, pero una vez que te acostumbras, lo demás se siente bastante...sencillo— Una risita escapó de sus labios. Su mirada se posó entonces en Dagmar, mientras ambas orejas de la Kitsune se alzaban con una visible curiosidad. —¿Y qué tal el tuyo? ¿En qué departamento del magisterio trabajas? Quizás pueda darme una visita ahí de vez en cuando para darte café, me gusta el café que me llevan ¡Seguro a ti también!
|
|