|
Post by Maret Benoit on Dec 2, 2021 23:14:19 GMT
Ese día, Maret decidió que sus clases terminarían más temprano que de costumbre. Usualmente no hacía algo como eso ya que, al no tener a nadie esperando por él en casa, prefería gastar hasta el último de sus minutos fuera de su domicilio antes que preferir volver. Pero esa tarde sería la excepción. Debía recoger un par de libros que había encargado en una de las librerías del centro de la ciudad.
Después de recoger su pedido, se dio a la tarea de de mirar lo que cada uno de los aparadores ofrecía a la gente. En ciertos casos, algunos nombres le eran familiares. Trabajar con jóvenes tenía sus ventajas y poder entender qué era lo que le gustaba a la gente hoy le hacía recordar cuánto tiempo había pasado en ese mundo.
Décadas atrás no se hubiera imaginado que las cosas pudieran cambiar tanto y mucho menos verse vistiendo algo totalmente distinto.
Sus ojos se perdieron un momento en la ropa detrás de una de las vitrinas pero, mirar su reflejo en el cristal no hizo más que hacerle reír. No había forma que pudiera costearse algo así, o por lo menos no tan pronto. Suficiente tenía con la renta del alquiler.
Sin embargo, una vocecilla llamó por él en ese instante y Maret, sin saber de quien se trataba, volteó a saludar con un discreto gesto con la cabeza. Un hombre alto y con singular porte había salido de aquel local y ahora le hacía una extraña pregunta.
— ¿Sí? ¿Puedo ayudarle en algo? —Preguntó, resumiendo sus anteojos en su sitio aunque la pregunta que el otro hizo le descolocó un poco.— Eh, ¿vestirme dice? ¿Y es gratis?
|
|
|
Post by Lucius Lefevre on Dec 3, 2021 2:56:18 GMT
La Navidad cada vez se acercaba y Lucius estaba a nada de perder la cabeza por el número de pedidos que le llegaron en poco tiempo. Tampoco ayudaba que por el número de actividad, sus tiendas de París estaban al borde de capacidad. Entendible, ya que si el cliente quería regalar algo de calidad, vendrían a sus tiendas a buscarlo.
Ese día, pasó por la tienda en el centro comercial; la que según su manejador, era la que más lo necesitaba con medidas personalizadas ya que dos de las cinco costureras faltaron.
Al llegar, muchos se sorprendieron. Era de esperarse, ya que el dragón no acostumbraba a salir de su casa seguido, y su presencia solo se conocía a través de las redes sociales. El manejador, un duende anciano, le entregó el botiquín de costurera y lo llevó hacia una de las habitaciones disponibles en lo que el atendía a otra persona. El problema fue que su cuarto estaba vacío, así que Lucius se tragó el orgullo y se arrimó a la primera alma perdida que vio.
Un hombre analizaba su ropa por las ventanas y por la forma en la que vestía, era obvio que quería mejorar. -Usted no me puede ayudar en nada, pero yo sí le puedo ayudar a usted.- Sus ojos lo vieron arriba y abajo varias veces, cada vez juzgando más que la anterior, -Obviamente. La primera vez es gratis.
|
|
|
Post by Maret Benoit on Dec 3, 2021 5:45:49 GMT
Una sonrisa acompañó su rostro cuando el otro hombre dijo aquello. Pensar en que podría tener una oportunidad como esa, le hizo sentirse afortunado de haber enviado a sus alumnos temprano, de vuelta a casa. Aquello no debía ser un pensamiento que le causara alegría cuando incluso él pensaba que estaba entregado a su labor pero, si era honesto consigo mismo, la verdad era que le alegraba estar ahí hablando con otro extraño.
— A menos que quiera hacer que algún familiar suyo se regularice con sus materias, entonces no podría darle nada. —Le contestó con gracia mientras se dejaba observar. Su mirada se entrecerró ligeramente y se llevó una mano a la boca.— Pero oh, ¿qué es lo que querrá de mí cuando me mira tan de cerca, agradable caballero? Hará que me sonroje.
Maret volvió a sonreír y sin quitarle los ojos de encima, se dejó mirar hasta que el otro sintiera su curiosidad saciada. A juzgar por el giro de aquel local, supuso que él debía trabajar en el mismo, además de saber qué era lo que hacía. Parecía tan extraño, aunque era muy probable que a vista de todos él también se mirara así de singular.
— ¿Entonces, querido extraño? ¿Qué es lo que me espera con usted después de aceptar su proposición?
|
|
|
Post by Lucius Lefevre on Dec 6, 2021 3:47:38 GMT
¿A caso este hombre le estaba coqueteando? Por poco no se daba cuenta de ello, pero su asistente si. Su mirada alterada la delató. Lucius se aclaró la garganta, -Cuando dije que usted no me podría dar nada, lo dije en serio.
Con una mirada, señaló hacia su habitación designada y cerró la cortina. Agarró al extraño del brazo y lo colocó en frente de un espejo. -Si me quiere pagar por el servicio, adelante. Lo más que le puedo pedir es juzgar su closet. Por las apariencias, será fácil.
Caminó alrededor del joven, analizando su postura y su ropa como si fuera un leon preparándose para atacar su presa. Casi era lo mismo. Lucius tenía un don para atacar a la gente con la mirada.
|
|
|
Post by Maret Benoit on Dec 6, 2021 7:14:38 GMT
Maret pasó dentro de la tienda con aquel hombre y no pudo más que caminarle hasta donde le indicaba, volteando a verlo cuando hizo aquella aclaración. ¿Juzgar su clóset? ¿Pagarle? Una propuesta bastante inesperada para alguien que sólo se había detenido a mirar uno de los anaqueles de una tienda, aunque bien podría ser el sueño de muchos otros, ¿o no? ¿Sería que podría sacarle en verdad provecho a todo eso?
— ¿Juzgar mi clóset? ¿Pero para qué querría usted tantos cadáveres, señor...? ¡Ni siquiera me ha dicho su nombre!
Con una mano en la frente, fingiendo aflicción, el selenita permitió que el otro pudiera recorrerle cuanto necesitara. Maret no se creía la persona más atractiva del mundo ni mucho menos la más cuidadosa con su apariencia, pero verse involucrado en un evento de ese tipo era algo nuevo para él y deseaba ampliar su conocimiento, además que había dicho que era gratis.
— ¿Y qué será lo que sabe de mí con tan sólo verme? —Le preguntó, interesado. Maret se quitó el abrigo de gabardina que usualmente vestía para que pudiera mirarle con sólo su traje.— ¿Será que luzco como un ladrón? ¿Un asesino? ¿O quizás ambas? Mh-hm, quisiera escuchar su veredicto, señor desconocido.
|
|
|
Post by Lucius Lefevre on Dec 11, 2021 0:20:43 GMT
Los labios de Lucius se torcieron en un gesto que casi parecía una sonrisa, pero no se podía estar muy seguro. -Tiene las mangas manchadas de marcadores y el saco lleno de tiza. Y me llamo Lucius, por cierto.- Era sorprendente que no supiera quien es, pero al mismo tiempo y juzgando por su apariencia, no le sorprendía.
-Si fuera un ladrón, ya lo hubiera reconocido. Los ladrones ya no se ven como antes. Casi siempre son los mejores vestidos. Aparentan que tienen lo que no. Curioso, ¿no cree?- Sin decir más, empezó a tomar de los alfileres del cojín en su brazalete y cuidadosamente, los encajó en la ropa de su cliente.
Sin levantar la mirada de lo que hacía, continuó, -Usted tampoco me ha dicho su nombre.
|
|
|
Post by Maret Benoit on Dec 12, 2021 6:07:32 GMT
El profesor no dejó de mirarle cuando el otro comenzó con aquella lectura visual que le había prometido. Era la primera vez que se sometía a algo como esto y era en verdad inquietante qué tanto podría conocer de él con tan sólo verle. Recordaba varios testimonios de sus alumnos y de alguna que otra persona que había conocido, todos similares como que, a primera vista, aparentaba no ser más que un hombre extraño y un poco extravagante.
Maret sonrió en cuanto el otro comenzó a hablar y no pudo más que soltar una risilla suave cuando escuchó su nombre.
— Lucius. —Lo repitió como si intentara asegurarse que en verdad así se llamaba.— Si es verdad que puedes reconocer criminales con tan solo verlos, entonces llámame Maret.
Dio un cuarto de vuelta sobre su propia cadera, estirando los brazos y las piernas un momento. En verdad que no era la persona más atenta con su apariencia y aquellos detalles como las manchas en su ropa le hicieron sentir ligeramente incómodo consigo mismo.
— No puedo creer que haya andado así como si nada, este día. Mi mujer me mataría al volver a casa si tan sólo estuviera ahí. —Dijo mientras miraba el dorso de su mano y soltaba otra risilla que no tardó en apagarse.— Siempre es bueno dar una una grata primera impresión pero supongo que también lo es al partir, ¿no lo cree? Ojalá hubiera notado esto antes de salir de la biblioteca donde doy clase.
El hombre de cabellos castaños desabotonó su saco para quedar en camisa. El tiempo era frío pero no quería perder la oportunidad de estar ahí.
— Evidentemente ya vio que no puedo costearme ni un solo patanlón de esta tienda, Lucius, pero me encantaría saber cómo aparentar ser un excelente ladrón. Quizás pueda venir después a robar algo de aquí, ¿qué le parece?
|
|