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Post by Joa Crane on Jan 22, 2022 1:10:57 GMT
Toda la situación era entretenida, hilarante incluso, pero claro que sólo en un principio. Joa básicamente se tragó sus palabras como muy pocas veces le pasaba; más de un centenario con vida y aun así lo que más le sorprendía eran las acciones de las demás personas, para bien o para mal, Kenzo no era la excepción.
Sus movimientos y el leve roce que había entre los cuerpos de ambos lanzaban pequeñas ondas eléctricas a través de su piel, ¿cuándo había sido la última vez que alguien causaba ese tipo de sensación en él? Joa era mucho de salir, pero no relacionarse por completo, alguien que ofrecía la suficiente confianza para que los demás se abrieran y le contaran las cosas pero que sin embargo, no ofrecía nada a cambio.
—Me di cuenta —sus ojos estaban pegados al pelirrojo y ni siquiera podía jugar al tonto para fingir que no era así; varias preguntas se alzaron entre la mente de Joa, cuestiones que el mismo acalló al instante cuando apoyó su otra mano libre entre la cintura y la cadera del contrario, guiando así mejor sus movimientos, para que ambos fueran al mismo compás de una música que ahogaba cada vez más sus sentidos.
—No piensas con ambos pies puestos sobre la tierra, pero está bien, porque no hay nadie que te vea más que yo —sonreía, y como queriendo probar si era posible acortar ese espacio entre ellos aún más, Joa acercó su rostro al oído de Kenzo, hablando un tono de voz más bajo pero lo suficiente para que el otro aún así lo escuchara.— No planeas que bailemos toda la noche, ¿o sí?
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Post by Kenji Kenzo on Jan 22, 2022 3:16:59 GMT
¿Qué esra esa nueva sensación? La voz del contrario le hizo sentir una pequeña descarga su piel se había erizado, posiblemente por el alcohol o al menos eso quería creer con la poca racionalidad que le quedaba
Sin embargo sonrió, siguiendo el juego a pesar de no saber nada en absoluto, aferrándose a aquella ilusión de valía y esa imagen libertina que había creado de si mismo, la mano en su cintura reafirmó las ideas en su cabeza...
Él era el gato a punto de caer en aquella curiosidad... Y no iba a negarse la oportunidad, lo miró con interés, su rostro ardía al igual que sus adentros, se acercó aún más al cuerpo ajeno sonriendo como si este fue e algún dulce que ansiaba comer
-¿Entonces que quieres hacer sino es bailar?
Dijo con aquel tono coqueto el cual hacía décadas no había usado, el recuerdo de su primer amor era tan borroso y el único avance que había echo con este había sido un beso ¿Haría más que eso aquella noche? Temía y al mismo tiempo rogaba que si, estaba explorando terreno que jamás se había atrevido a tocar, era tan extraño y aún así ansiaba descubrir más de sí mismo "No eres tú padre" y tenía razón era Su vida asi que ¿por qué no alocarse un rato?
-¿Vas a enseñarme algo nuevo Joa? Adelante...
Dijo casi en un susurro estando a centímetros del otro, mirándolo con aquellos ojos carmesí tan intensos |
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Post by Joa Crane on Jan 23, 2022 2:47:18 GMT
Joa tuvo que recordarse a si mismo de dónde y con quién estaba. Por más que los roces del kitsune fueran más embriagadores que el ron mismo, si sus manos lo aferraban al momento y la música guiaba el patrón de todas sus decisiones, ¿importaba mucho que cediera a esos ojos carmesí? Quería saber lo que esa mirada escondía, más allá de un velo de embriaguez, quería tomar aquella oportunidad como la primera de encontrarse así de cerca del pelirrojo, físicamente o no hablando.
—Puedo enseñarte cosas que antes sólo vivían en lo más profundo de tu imaginación Kenzo —la mano que tenía en su cintura comenzó a trazar pequeños círculos sobre esta, acariciando de manera leve la espalda del contrario.— Hacer que olvides todas tus preocupaciones, ¿no te gustaría? Pero... —su rostro se acercó al de él, una distancia que controlaba apenas y por voluntad propia. Luego, terminó por cerrar esa división, su rostro apoyado en el costado del contrario, todo lo que decía siendo en un susurro sobre su oído.
—Aww, ¿qué hay de divertido en esto si sé que mañana no me recordarás? —había cierta tristeza sobrefingida en su voz; soltó el más pequeño de los suspiros, corto y dramático, antes de volver a cederle aquel espacio al kitsune. Joa sonrió, pero a pesar de lo dicho, se negaba a soltar al otro.
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Post by Kenji Kenzo on Jan 23, 2022 3:05:23 GMT
Las ansias de juntar sus labios eran tan grandes que quemaban como el fuego, pero estas no fueron saciadas sólo incrementadas, un bufido de berrinche salió de sus labios, las palabras de su compañero le hicieron temblar
¿Lo olvidaría? Temía qué si, para su buena o mala suerte, pero.. ¿Y si no lo hacía? ¿Qué cambiaría en él? ¿Aceptaría sus acciones de aquella noche entre copas? No estaba del todo seguro, sentía las manos contrarias en su espalda, sus ojos rogaban que hiciera más tenía tanta curiosidad al respecto "¿Va a dejarme así?" pensó con algo que se confundía con el miedo o la tristeza
"Otra vez no.. No me dejes otra vez"
Pensó con una terrible ansiedad, posó su mano en la mejilla del contrario, apretando los labios tratando de hacer que sus palabras salieran.. Y estas lo hicieron
-Entonces hazme recordar después...
Dijo con una mirada con tristeza fugaz, cerró sus ojos y se aventuró a la curiosidad que carcomia su cuerpo y corazón, beso a quien veía como su amigo, le beso como si su vida se fuese en ello, con pasión, lleno de ansias y una terrible y ahogante felicidad, por primera vez después de años encerrado estaba saliendo a flote lo que pensaba se había extinguido en él
Su manos temblorosas encontraron abrigo en el cuerpo ajeno, entrelazando se con su cabello oscuro deseando por lo bajo que aquel momento no terminace jamas |
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Post by Joa Crane on Jan 23, 2022 6:11:41 GMT
No había nada como un beso robado que pudiera revelar sus intenciones tan claramente. A pesar de que hubo dejado esa posibilidad puesta en bandeja de plata para que el otro la tomase si así lo quisiera, Joa se mantenía inseguro de si aquello era lo más prudente; ¿quería alejarlo o mantenerlo cerca? Aún con esa pregunta rondando por su mente una y otra vez, recibió aquel beso con la misma desesperación y anhelo.
Kenzo quería que lo hiciera recordar, y Joa desechaba la idea de ser sólo un breve recuerdo de una noche. Su beso era casi tan suave como sus caricias, cauteloso de no abrumar los sentidos del contrario ni los propios, sentía como si aquello no se tratara más que un sueño, algo salido de alguna parte de su imaginación, pero la atracción que sentía por el pelirrojo incluso antes de que eso estuviera sucediendo era real.
Se separó momentos después para recuperar el aliento, sus ojos brillaban en esa extraña mezcla de tonos violetas a través de sus oscuras pestañas. Joa volvió a acercar sus labios a los del contrario, pero en vez de cerrarlos en otro beso, susurró.
—Sólo tienes que decírmelo, dime que deseas recordar este momento —con una mano aún sosteniendo la cintura ajena, llevó su zurda al rostro del pelirrojo y apartó un mechón de su rostro, acariciando el costado de esta como si quisiera asegurarse de que en verdad no lo estaba imaginando.
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Post by Kenji Kenzo on Jan 23, 2022 7:11:53 GMT
Lo había hecho.. Después de tantas décadas atrapado al fin había puesto fin a tantas reglas y malos recuerdos que aprisionaban su ser, aquel beso fue suficiente para hacerle sentir mil y un cosas ¿Seguía siendo su amigo? ¿Qué pasaba después de esto? La última vez que había llegado a este punto las cosas se fueron cuesta abajo no quería repetir el mismo camino tormentoso
Recuperó su aliento poco a poco su mirada estaba cautivada por aquel bello rostro el cual miraba con cautela en sus pequeñas reuniones, hoy le había besado hoy había obtenido algo por lo que había soñado tanto y ¿Era momento para dejarlo y huir? ¿Huir otra vez? Apretó los labios, su mente y esta vez también.. Su corazón fueron arrastrados por las palabras del contrario, su voz dulce y cautivadora tan envolvente de la cual no había por donde escaparcele la mano en su mejilla lo regresó a la realidad
-De.. Deseo recordar este.. Y todos los momentos en los que estemos juntos...
Yo.. No quiero.. No me... No me dejes Joa
Esta vez no pensaba en Gabriel, su antiguo amor, ahora comenzaba a pensar en Crane, el hombre el cual le sostenía ahora entre sus brazos, del cual quería probar hasta la última gota, sus ojos no abandonaron el rostro del otro, esperando y ansiando una respuesta, temiendo al mismo tiempo el rechazo y con el la caída de su quebrantado corazón
Podría tal vez no estar en sus cinco sentidos pero lo poco de raciocinio que le quedaba aceptaba por una vez aquel sentimiento que sin querer se había plantado en su corazón, ¿Florecerá tanto como en el pasado? ¿Algún tercero lo arrancaría de raíz como con Gabriel? En sus adentros rogaba que no fuera así, rogaba al cielo y a la tierra que está vez fuese diferente y ahí estaba rogándole también al hombre que lo abrazaba en aquel lugar tan extraño esperando que todo cambiará
Su mano aprisionó la mano contraria que estaba posada en su mejilla un gesto tratando de reafirmar sus palabras le miró con cariño y anhelo un futuro mejor |
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Post by Joa Crane on Jan 24, 2022 6:00:05 GMT
Joa nunca podía negarse a cumplir los deseos de la gente y aun así, se sentía como si aquel anhelo fuera también el suyo. Sabía el tipo de hombre que él mismo era, lo mucho que llegaba a aferrarse a una persona cuando veía el más mínimo atisbo de oportunidad por algo prometedor.
Los ojos ajenos le prometían eso y más, algo que estuvo dispuesto a tomar incluso antes de escuchar sus palabras; una compasión y una creciente necesidad de no dejarlo ir, justo como se lo pedía. Si las personas de su pasado le habían negado las cosas él no lo iba a hacer, buscaría por todas y cada una de las razones para que pensara en quedarse si alguna vez volvía a sentir ese miedo por huir.
—No lo haré, a partir de esta noche, me quedaré a tu lado —su mano acariciaba la mejilla del pelirrojo, promesas que procuraría no decir sólo al aire. "Recordar" era un deseo simple pero que cargaba un mar de sentimientos consigo, el precio a pagar no conllevaría más que la peor resaca en los cien y tantos años de vida de Kenzo. Joa pasó su mano de la mejilla del contrario hacia su mentón, atrayéndolo hacia sí para cerrar ese pequeño contrato en un profundo beso.
Un momento detenido en el tiempo, donde la música se escuchaba a la lejanía y lo único que lo trajo de vuelta a la realidad, era el calor del cuerpo ajeno.
—Por más que disfrute de ser el centro de atención a veces, no creo que sea muy prudente robarnos las miradas de los demás ahora mismo —su voz, melosa como aquel tono tan grave podía pronunciar, no reflejaba los mismos actos de Joa; la mano que mantenía en su cintura bajó por la espalda del pelirrojo hasta postrarse por encima de sus caderas, y aunque suponía que tal vez tendría que ser más directo, esperaba que lo dicho junto a su mirada denotaran cuáles eran sus intenciones.— ¿No te gustaría que siguiéramos disfrutando de nuestra compañía en otro lugar?
[Habilidad usada]
El Deseo: Pueden conceder un deseo (por thread), pero al ser criaturas maliciosas, estos deseos suelen tener una consecuencia equivalente a lo concedido. Medición: Inteligencia (4*)
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Post by Kenji Kenzo on Jan 24, 2022 8:41:54 GMT
Un beso había sellado su pequeño pacto y lo disfruto como si nunca en su vida hubiese probado algo igual, su mente quedó en blanco su cuerpo sintió aquella pequeña descarga y aún así su rostro envuelto en aquel sonrojo demostró una sonrisa atrevida, el sentir el toque de su compañero le hacía incrementar sus nervios y al mismo tiempo su curiosidad
Dejo salir un pequeño suspiro como si dejase atrás aquel peso agobiante del pasado y nuevamente se aferro a aquella valentía, aquella ilusión que mientras más avanzaba más se desvanecía porque la terrible verdad comenzaba a atraparlo y es que... No sabía que seguía después de sus besos, entonces comprendió el significado como un balde de agua helada, ya lo había hecho antes con su esposa, pero ni una sola vez después de eso, se irguió un poco más y carraspeo
-Si yo creo... ¿Quieres.. Ir.. Quieres ir a mi casa?..
La pregunta era tan vergonzosa que ni siquiera se digno en escuchar bien la respuesta pues su rostro seguía ardiendo como las brasas de una hoguera al igual que su corazón, tomó la mano del hombre al cual comenzaba a querer y se dispuso a salir de aquel lugar lleno de gente, quería privacidad, un momento y lugar donde solo existieran ellos dos, un sueño de antaño.. Un deseo..
Entonces desaparecieron, solo Dios sabe como recordó bien la dirección, pero ahí estaba él, un hombre el cual había perdido por completo la fe en aquel tema, cerrando la puerta de aquel departamento de soltero, una de sus manos se posó en la madera fría, mientras sus llaves eran apretás con la otra, su corazón latía tan rápido que parecía que se saldría de su pecho en cualquier momento, su cola y orejas volvieron a salir de la vergüenza
¿Qué estas haciendo? Ya llegaste hasta aquí Kenzo... Si tanto lo ansias entonces terminalo
Se decía a sí mismo para darse ese pequeño empujón que necesitaba, ¿Sería suficiente? ¿O necesitaba un guía? |
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Post by Joa Crane on Jan 25, 2022 5:15:31 GMT
Aceptó la oferta como si a él mismo le hubiera sorprendido siendo que fue el que lo propuso en primer lugar. Joa sabía muy bien cómo aquella situación se veía, era claro, ni siquiera tenía que pensárselo dos veces pues el nerviosismo en los movimientos y en el rostro de su acompañante se lo decían. Otra cosa fuera que en verdad se diera la oportunidad de hacerlo.
Entre los dos ahí el moreno era el más lúcido, por tanto, el que suponía era quien debía tomar las decisiones más coherentes. Joa siguió a Kenzo sin decir mucho hasta que llegaron a su casa, atravesó el marco de la puerta, con un interés creciente por saber qué es lo que le esperaría dentro, pero la realidad era que su foco de atención se encontraba a unos metros detrás de él.
—¿Estás pensándolo bien? —su voz sonaba en un tinte más juguetón que antes, porque tomar las decisiones más sensatas, no le privaban de divertirse un poco de vez en cuando.— No te preocupes, puedes confiar en mí...
Decir que Joa era alguien que no disfrutaba del contacto físico era mentira, y una aún peor el inferir que no estaba incluso hasta necesitado de ello. El Ifrit se acercó al pelirrojo por su espalda, abrazando su cuerpo desde la cintura, sus manos habiendo encontrado un nuevo lugar en el que encajaban perfectamente ahí.
Suspiró, dejando un pequeño rastro de besos desde el costado de su rostro, bajando hasta casi llegar a su cuello, mientras hablaba.— Está bien si no es el momento adecuado, podemos pasar la noche solo así, ¿no te parece mejor?
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Post by Kenji Kenzo on Jan 25, 2022 7:16:44 GMT
Estaba nervioso.. Estaba más que eso, las palabras de Joa habían llegado apenas como un susurro a sus orejas, Kenzo sumido en la vergüenza apretó los labio, las palabras no podían salir pues su corazón estaba cortando el camino, estaba... ¿Feliz? ¿Qué era esa sensación? Su mente tormentosa de pronto fue interrumpida por el contacto ajeno, sus cuerpos encajaban como piezas de rompecabezas, una afín con la otra, el camino de besos que el moreno le dio quito la niebla de dudas que se había formado en su cabeza un pequeño suspiro se escapó de sus labios un sonido tan diferente y al mismo tiempo tan vergonzoso
-Se.. Se siente extraño, confiaré en ti, solo que... No se.. ¿Que debo hacer?
Giro su rostro un poco para verle, se sentía como una colegiala en esas novelas tontas de adolescentes, tan torpe e inexperto era la vergüenza en persona, pero sus más profundos deseos estaban saliendo a flote por una vez en su vida, no quería guardarlos de nuevo, no aquella noche, trago salí a como si ese pequeño momento le otorgace algo de valor extra
-¿Podemos... Continuar hasta el final Joa? Quiero más..
Seguía arrastrando las palabras por el alcohol, pero ya había tomado una decisión, en aquel momento todo se sentía como un sueño, tantos años fantaseando con el momento y al fin lo tenía de frente, ¿Algo había cambiado? ¿Por qué el moreno se veía más apuesto? Temía el poder perderse en aquellos ojos púrpura tan intensos, apartó la mirada un momento antes de caer por completo en su encanto
Reunió el poco valor que le quedaba y se dio la vuelta poniendo sus manos en aquellos hombros, nunca antes había puesto tanta atención como ahora notando lo alto que era y que tenía que hacer un pequeño esfuerzo para besarle
"Deja de avergonzarte joder... ¡Eres un adulto!" dijo regañandose a si mismo y por esa vez hizo caso
-Vamos a seguir entonces...
Dijo al fin triunfante sin ningún atisbo de duda de pronto, con aquella sonrisa característica, mostrando aquellos colmillos nuevamente como tanto disfrutaba hacer, se aventuró una vez más y tomando un pequeño impulso esta vez él comenzó el beso decisivo que daría fin al Kenzo atrapado en su caparazón
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Post by Joa Crane on Jan 26, 2022 8:36:41 GMT
Hubo un punto en el que Joa tuvo que preguntarse a si mismo si también estaba bien con aquello. Habían varios factores que considerar, el hecho de que fueran amigos era una gran parte de ello, y otra que si bien el kitsune había sido el que más se pasó entre copas, negar el ligero estupor que el par de vasos de ron que él mismo se tomó sería mentirse por completo.
Las palabras ajenas rondaban por su mente una y otra vez mientras se perdía en aquellos ojos carmesí; porque él también quería más, un sentimiento que fuese a durar más que una sola noche y un acompañante que estuviera con él desde que se fuera a dormir hasta el despertar. Se sentía iluso, el haberse acostado con personas por una única vez no era un término fuera del libro de experiencias de Joa y aun así, había algo dentro de él que tampoco quería que el kitsune lo dejara.
—¿Hasta qué punto estarás satisfecho, Kenzo? —sus palabras salieron en un murmuro, mas sin embargo, se dejó llevar por aquella sonrisa. Sus labios se aventuraron a los ajenos una vez más, quería reclamar dicha sonrisa como suya en ese pequeño momento que compartían, pero sobre todo, quería saber si esos colmillos en verdad resultaban sentirse tan filosos sobre su piel como se veían...
Sus pasos eran tambaleantes a través del pasillo que conectaba el resto de la casa de Kenzo, entre pequeños besos y caricias ajenas a toda vergüenza, había sido el primero en moverse, pero también el que dejó guiarse.
—Tal vez debas cambiarte a algo más... Cómodo —sus manos jugueteaban entre las prendas del contrario, levantando desde un extremo la tela pero nunca revelando piel por completo. A ese punto, poco le importaba si se encontraban en medio de la sala o en el cuarto del pelirrojo, no cuando toda su atención estaba centrada en él, y el torbellino de sensaciones que le hacía sentir.
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Post by Kenji Kenzo on Jan 26, 2022 9:24:17 GMT
Su mente seguía vuelta un mar de dudas, recuerdos y aún así sentía mil y un cosas al mismo tiempo, cada beso, cada caricia le hacían sentir como si viviese un sueño, sus pasos cada vez más torpes los dirigieron a la puerta de su habitación
Las manos del moreno lo tenían a su merced, sus palabras y acciones le hicieron dejar salir un par de suspiros le miraba con deseo, con hambre, con cariño, se sentía tan extraño ¿Seguirían siendo amigos? Era verdad ¿Hasta que punto el kitsune se sentiría satisfecho? ¿Qué haría después de eso? La verdad era que no lo sabía, tendría que descubrirlo con forme la marcha
Y ahí estaban en la entrada de aquella habitación fría, era la primera vez que había dos personas dentro de esta, pronto el frío daría paso a aquel calor que desbordaba su ser
-¿Más cómodo? ¿Qué.. Qué sería más cómodo? ¿Quitármelo?
La respuesta era obvia pero este aún estaba dejándose llevar, tomó la mano de su acompañante y por primera vez entrelaza sus dedos con esta, recordando una vaga sensación que le brindó un pequeño empujón, sonrió nuevamente y lo jalo hacia su cuerpo una vez más, caminando hacia atrás a tropezones cayendo al final en aquella cama
Como si fuese sacado de una novela escrita, el kitsune extendió sus manos, tomó las mejillas del contrario y dejó salir un último suspiro aceptando así su propio ser, dejando poco a poco que su corazón se abriera una vez más después de décadas de están en la oscuridad
-Si digo que jamás estaré satisfecho... ¿Entonces te quedarías para siempre?
Aquella necesidad seguía creciendo, el calor comenzaba a ser insoportable pero aún tenía miedo pues a final de cuentas era la primera vez que llegaba tan lejos |
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Post by Joa Crane on Jan 27, 2022 4:40:06 GMT
¿Cuál era el valor de unas simples palabras? Joa apreciaba más las acciones a lo dicho, para él, lo que se pronunciaba podía ser olvidado tan pronto como se lo propusiera; mas entre besos y caricias, sentía que no sólo debía hablar para ser honesto con Kenzo, sino también consigo mismo.
Primero dejaría que el contrario se aventurara por sí solo, la ropa no era exactamente un obstáculo en el momento pero agradecería más si no estuviera presente; Joa dejaba que el otro le llevara consigo sin oponer resistencia alguna, atraído por esa repentina confianza que el kitsune le mostraba.
Su mano se entrelazó con la de él, un breve momento donde sólo observó la forma en que ambos contrastaban de manera tan visible, no sólo en apariencia, sino también en carácter; aquel pensamiento casi le saca una pequeña risa, de todas las personas con las que podía terminar compartiendo una cama esa noche, había resultado ser Kenzo, el mismo hombre que horas atrás habría reprochado ese tipo de comportamiento... Por suerte logró apoyarse a tiempo en el colchón cuando ambos cayeron sobre este.
—Eso sólo depende en si tú también te quedarás… Cuando despiertes y te des cuenta de lo que pasó, ¿vendrás a buscarme? —su rostro se apoyaba sobre las manos ajenas, ansioso por la posible promesa de no separarse uno del otro. Joa tomó una de las manos de Kenzo y la fue guiando a través de su propio mentón, bajando lentamente desde el dorso de su cuello hasta apoyarse sobre su pecho; el corazón del Ifrit latía con rapidez, aun si lo quisiera, era incapaz de calmarlo. — Toma lo que quieras de mí Kenzo, ésta y las veces que sean necesarias hasta que estés satisfecho, no importa que la posibilidad de un “nunca” exista
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Post by Kenji Kenzo on Jan 27, 2022 6:45:46 GMT
Lo veía con tanta vergüenza y cariño, aquel que empezaba a crecer conforme avanzaban, el contrario puso la mano del kitsune en su corazón y ahí pudo sentir como este latía tan rápido como el suyo, dejó escapar una pequeña sonrisa pensó y se debatió, ¿podría darse una oportunidad? ¿No había estado luchando tanto para callar aquellas sensaciones por décadas? Era verdad... Pero su familia ya no estaba y aún le quedaba una eternidad de tiempo para preocuparse por pequeñeces, la mano que aún se posaba en la mejilla del moreno lo jalo hacia sí, plantó un beso, comenzaba a gustarle aún más de lo que había previsto, sabía todavía a alcohol, era tan extraño ¿Como sería si no hubiese bebido? ¿Habría cedido tan fácil?
Se separó un poco sentía la respiración del contrario tan cerca y el calor insesante que comenzaba a aplastarle
-Haces que me sienta tan joven y torpe... Pero te buscaré, te buscaré por todos lados, si lo que siento es lo que creo que es... Entonces tendré que hacerte responsable de ello, no te dejaré escabullirse tan fácil... Es una promesa
La mano en el pecho del contrario se cerró tomándole de la camisa lo jalo nuevamente, dejó un beso en su cuello y entonces le mordió, como era su costumbre, se separó después de lamer aquella zona y le miró con suma victoria sonriendo nuevamente de manera altanera como habia hecho unos momentos atrás
-Asi se cierra la promesa... Ya marque mi territorio, asi que no hay vuelta atrás ahora para ninguno...
Volvió a recostarse pero esta vez desabrocho los botones de su camisa, comenzaba a sudar, se sentía tan extraño, decidió dejar las pocas dudas que le quedaban para después y centrarse sólo ene se momento, en él, en Joa y en ese pequeño cariño que con cada acción solo se hacía más intenso
"Ya no seremos amigos... Esto no hacen los amigos" pensó con una sonrisa en su rostro
-Ven aquí, quiero besarte otra vez y tomaré todo de ti, así como tu lo harás de mí... Solo tú...
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Post by Joa Crane on Jan 29, 2022 7:34:39 GMT
Una promesa que podría cumplir, eso era justamente lo que sentía cuando veía a los ojos del contrario. Joa estaba pasando por un mar de emociones que hace muchos años había creído dejar atrás, si tenía dudas sobre lo que estaban haciendo, prefería dejar ese miedo para su yo del futuro; porque a fin de cuentas quería más de aquello, quería pasar más tiempo a su lado y conocer más de aquel hombre que tal parecía tenerle a su merced en esos momentos.
Comenzaba a acostumbrarse a sus labios con cada beso que se compartían, y por un segundo, deseó poder pasar toda la noche así junto a él. Lo que no esperaba era que ese intercambio tan dulce se tornara un tanto más brusco; Joa ahogó un quejido al sentir los colmillos sobre su piel, un cosquilleo que recorrió a través de todo su cuerpo y que, en otras ocasiones, le habrían dejado completamente quieto en su lugar. Pero esta vez, lo único que Kenzo causó en él fue hacer que le deseara aún más.
—Tan directo. Espero que cumplas lo que prometes —sonreía tan solo con verle, apenas exhalando un pequeño suspiro pues con aquello, sus dudas habían sido resueltas. Joa ni siquiera esperó, podía detenerse a admirarlo pero la realidad era distinta. Confiaba en que sus propias manos serían más rápidas que las de Kenzo y así fue, le vio quitarse la camisa a un ritmo demasiado lento para su gusto, por lo que él mismo desabrochaba cada uno de esos botones con cierto apresuramiento, acariciando cada atisbo de piel que quedaba al descubierto y por un momento, se preguntó desde cuándo en realidad había soñado con hacer eso.
—¿Quieres ayudarme a quitarme la mía? O tal vez debería dejar mi marca yo también... —impaciente era una forma de describirlo, cuando Joa se acercó a besar al pelirrojo una vez más y se atrevió a profundizar aquel beso más que los anteriores.
Pero aquello no le era suficiente y él lo sabía, su mano acariciaba el cuello del pelirrojo como si trazara el camino con anticipación que pronto sus mismos labios seguirían; bajaba, entre besos, hasta que se detuvo sobre su pecho y miró hacia arriba, buscando con la mirada los ojos carmesíes del hombre. Se preguntaba cuánto más le permitiría seguir bajando, era casi como si con esa misma mirada esperase por su permiso.
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