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Post by Xavier Muller on Feb 11, 2022 18:09:56 GMT
La característica soledad y oscuridad del Distrito Nocturno le daba la bienvenida al vástago como rutina diaria en su existencia. Acababa de terminar un encargo y no había aceptado dinero ésta vez, sino un generoso pago en sangre que le ayudara a mantenerse "vivo" si es que esa era la palabra adecuada considerado la situación actual enquistada en su persona. Sin vestir hábitos y ocultando las prendas de caza bajo una saco, Xavier caminaba distraído limpiándose algunos rastros de sangre pendientes en la comisura izquierda.
No era posible. Realmente podía considerarse incapaz de aceptar ser alguien cuya naturaleza lo despojaba de su preciada humanidad y no había noche en que esa añoranza no le llevase a pensar en un futuro posible que podría haber disfrutado siendo digno de la muerte y dar por finalizada su estadía en la tierra. Pero... Eso solo era un sueño. Se detuvo apoyando una mano en la pared más cercana comenzando a temblar.
- Tsk, maldita sea... - Se regañaba entre dientes mientras las lágrimas sanguinolentas caían por sus mejillas en respuesta a la catarsis Una que odiaba y que no podía contener - No puede ser... No ahora.
Esperaba que nadie pudiera verlo en esas. Una ventaja de vivir en una zona peligrosa como ésta es que los sentimientos estaban infravalorados y todos eran presas de todos. Que importaba mientras le dejasen con su dolor y su silencio, aunque fuera, por unos instantes.
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Post by Dökkur on Feb 12, 2022 1:47:04 GMT
La sombra había hecho ciertas conexiones y su clientela aumentaba conforme daba paso el tiempo. Cada vez más encargos, algunos para su fabricación y otros para el tráfico de otros tipos. Aquella noche justo había hecho una entrega importante que se suponía era un encargo introductorio; significando que dependiendo de la calidad del producto y la facilidad de la transacción estarían contactándolo de nuevo para otro pedido de mayor calibre.
Un club de mala muerte, un jefe regodeado en su poder y control sobre otros, hambriento por hacerlo ver a otras bandas que estaban invadiendo su territorio... y armas, muchas armas de por medio que había solicitado ayuda externa para traerlas al sitio de encuentro.
Blah blah blah. Entre menos supiera mejor para él, que hiciera lo que gustase fuera de sus narices, mientras pagara y no se metieran con él, poco le importaba.
Como desistió de utilizar su motocicleta aquella noche, se retiró con prontitud una vez hubo terminado el encuentro, negando los ofrecimientos de drogas u otras actividades de parte de aquel grupo de clientes que querían amistarlo más estrechamente. No era su estilo.
Caminó, entre aceras y callejones, sintiendo cierto desencanto de llegar a la forja pronto. Se detuvo por ahí, observando todo y nada, lo desolado de aquella área y teniendo por unos instantes un momento de paz.
Una que, de repente, trajo consigo una figura no muy lejos que no había percibido. Su instinto fue retraerse entre las sombras, mas la curiosidad dejó una semilla en su pecho. Se acercó con mucho sigilo, finalmente estando a una distancia imposible de ignorar.
—Como que estás grandecito para estar llorando ¿No?— irrumpió con su voz ronca y profunda, llevando las manos a los bolsillos traseros que si bien parecía una pose relajada, estaba a un dedo de distancia de su 9mm en caso de que el contrario en realidad fuese alguien poco amigable y las cosas requirieran escalar.
Le molestaban los llantos, las lágrimas. Sintió un impulso. Con la diestra sacó un pañuelo de su bolsillo trasero y lo acercó al contrario. —Aprovecha que no siempre estoy de humor para detenerme por cualquier extraño— dijo aquello con ligereza, una intención de bardeo mas allá que de burda amenaza. —En el corazón de la criminalidad, que trae a un pobre diablo a esta situación?— agregó.
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Post by Xavier Muller on Feb 12, 2022 2:12:03 GMT
El cuerpo le temblaba, si, pero incluso en ese estado calamitoso intentaba mantener, en vano, la compostura. Concentrado en la pena no mantuvo los sentidos en completa alerta para advertir a un recién llegado quien, ni lerdo ni perezoso, se acercó lo suficiente para recriminar su estado de debilidad llamándole la atención de golpe.
- !¿Huh?!
Frunció el ceño y su cara de pocos amigos no tardó en hacerse notar ¿Y éste quien era? ¿De dónde salió? Tiempo de sobra tendría para averiguarlo. Estaba molesto por la interrupción, aunque más molesto consigo mismo porque dicha escena podía considerarse patética en lares como ese. Xavier suspiró y chasqueó la lengua aún con los rastros de lágrimas carmesí recorriendole el rostro. Aquella persona extraña ocultaba su identidad tras una máscara.
No podía sorprenderle, aunque admitía ser la primera vez que presenciaba tal cosa de manera cotidiana. En un principio no dijo nada limitándose a tomar el pañuelo para limpiarse y finalmente volver a reprimir esos sentimientos que evitaba sacar a flote. No estaba seguro de quien era ésta persona, pero por seguridad mantuvo la distancia en caso de pasarse de listo.
- Agradezco su muy poca ortodoxa hospitalidad, caballero. - Dijo finalmente sin cambiar la apática expresión - No vale la pena autocompadecerme frente a usted intentando explicarle el motivo de mi derrumbe. Solo atinaré a refutarle que nació de su persona acercarse a consolar a éste pobre diablo pudiendo simplemente pasar de largo. - Baja la mirada al pañuelo ensangrentado - "Incluso yo siento asco de ver esto..." No recuerdo... - Pausa - Haberlo visto por aquí antes.
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Post by Dökkur on Feb 12, 2022 3:31:49 GMT
Tiró los hombros para arriba, devolviendo la diestra al bolsillo trasero a acompañar la siniestra en paralelo. Podía pretender ser hospitalario pero nunca bajar la guardia. Menos en aquella zona.
Escuchó atento al otro, su lenguaje corporal, las lágrimas carmesíes que pintaban el trillo conforme rodaban. Aunque se veía joven probablemente no lo sería. —Estoy aburrido y no quiero llegar a casa— fue honesto, explicando la razón de su parada. —Lo vi sollozando y pensé... "Seguro lo terminó su novia"— lo miró de reojo, esperando una reacción.
—Atropellaron su perro. Le robaron su lonchera. Pateó una piedra y se golpeó el dedo pequeño del pie.— se llevó la diestra a la barbilla y con su dedo enguantado pasó el pulgar por la misma en un gesto pensivo, para luego cambiar el gesto de la mano en una mano abierta exclamando sorpresa. —Exacto.— Anunció ante el comentario de no haberle visto en anterioridad. Observándolo con precisión, era el mismo caso; un completo extraño.
—Que mejor momento para desahogarse que con alguien que no conoce y no volverá a ver jamás.— pausó, dándole tiempo para pensar en aquella oferta.
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Post by Xavier Muller on Feb 12, 2022 17:06:53 GMT
- No, pues que sincero.
Rodó los ojos en evidente expresión de hastío. Imaginaba que el hombre, tras la peculiar máscara de oxigeno, estaba conteniendo la risa o, como mínimo, sonriendo para si. Aún si la curiosidad despierta le pedía a gritos conocer su identidad, no era un problema suyo y Xavier comprendía a la perfección que, tratándose del Distrito Noche, lo mejor era dejar algunas cosas en misterio por el bien de uno mismo. Sosteniendo el pañuelo manchado en mano y carraspeando, aprovechó para acomodar un poco el saco pese a que no sentía frío realmente.
- Preferiría un millón de veces que esas fueran las razones y no... No importa. - Silencio - Solo digamos que se trata de algo profundo y personal. Algo a lo que uno está desapegado por más que intenta hacerlo parte de su vida. - Se encoje de hombros - Esa es la historia. Nada nuevo ni viejo. No será un gran desahogo, pero es algo.
Se apoyó en la pared cruzado de brazos meditando que otra respuesta darle. Tenía algún que otro enemigo deseoso de cortarle la cabeza, pero ésta persona, Dokkur, en verdad que por primera vez se topaba con alguien semejante. Era simplemente interesante.
- No estoy tan seguro de que no volvamos a vernos. Mis años viviendo en ésta zona me dicen que, o eres un hombre de profesión noble que trabaja para otros sin conocer el trasfondo del porque haces lo que haces, o también puedes estar involucrado voluntariamente en negocios oscuros... O de última solo estás aquí por tu esencia sobrenatural sin tener relación con actividades turbias que pasan de ti. - Sonríe - ¿Me equivoco?
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Post by Dökkur on Feb 13, 2022 20:43:05 GMT
Bajo la máscara, la sombra levantó una ceja. Era un problema que no parecía adecuado para tenerlo en un lugar como ese, a la intemperie de un distrito tan voraz. Quedó aún más intrigado.
—¿Una batalla contra tus propios demonios? Supongo que de cierta manera entiendo.— dejando el comentario al aire, se giró cauteloso para notar un bote de basura en la cercanía. Se adelantó a patearlo y volcarlo, con la mera intención que quedara de costado y poder sentarse encima. Sin darse cuenta, sacó su Glock rosa conforme se sentaba y se quedaba con los brazos apoyados sobre las rodillas.
—Ah, no te preocupes por esto— sacudió la siniestra que sostenía el arma, haciendo que los llaveros de estos rechinaran con sus cascabeles internos. —No sé si eres un asesino o un malandro, pero también soy curioso, entonces es sólo como medida de protección— dijo ligero, dejando descansar de nuevo la muñeca sobre la rodilla.
—Pues qué te diré— respiró hondo —Soy un hombre sencillo de artesanías manuales, cuya clientela tiende a no ser tan grata, pero hey, no le miro los dientes al caballo que quiera comprarlo.— aquella ambigüedad no era del todo incierta, pero dejaba mucho a la imaginación. —En este mundo donde todos somos horribles, hay que saber sobrevivir ¿No crees?— chasqueó con la diestra y lo señaló con el índice por un momento.
—Ya le dije algo de mi, ahora veamos.— pausó —Usted se dedica a...— lo miró estático por algunos momentos. —...asaltar gente que se acerca pensando que ocupa ayuda?— su tono era serio y muerto, pero era un chiste a pesar de todo. —Bueno no es, eso es algo que no me puede negar al menos.— expuso su comentario.
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Post by Xavier Muller on Feb 14, 2022 16:34:19 GMT
Una gota de sudor le cayó por la cien ante la sorpresa de como el contrario, sin consecuencias que valga, simplemente tiró un pote de basura con la única intención de sentarse y escucharlo. "Ok, están los raros y después éste ¿Qué prosigue?" Si bien era inusual, al mismo tiempo no parecía mala idea. Empero, no es que ventilase del todo su vida privada ya que realmente eran contadas las personas que conocían ciertos secretos nefastos.
- ...
"Asesino". Desvió la mirada un poco manteniendo el incómodo silencio en vilo. Incluso si parecía distraído, realmente escuchaba a Dokkur y a cada palabra mencionada. Regresó los ojos a él manteniéndose recargado contra la pared sin emitir ningún otro movimiento.
- Ya veo, un artesano entonces. Comprendo a que se refiere con la clientela. - Emite una mueca - Si... La supervivencia se ha vuelto algo valioso, especialmente en tiempos como éstos. Pero la juventud de hoy en día no parece estar preparada para los sinsabores que la vida va a presentarles tarde o temprano. Viven en una constante frustración e idealización que otras personas con un poco más de suerte o "talento"... - Emite comillas con los dedos - poseen y pueden explotar lo que le llaman la nueva vanguardia del siglo XXI. Ya sabe: "La mediocridad tiene derecho de existir". - Ahoga una risa y suspira - Despojar a otros de sus pertenencias va en contra de mis creencias.
No sabía el sujeto hablaba en serio o intentaba ser gracioso. Le jugaba en contra dos cosas: El no poder ver su rostro y no distinguir el tono de burla que su voz profesaba manteniéndose neutral, por así decirlo.
- Solo soy un sacerdote. Eso es todo.
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