Lay all your love on me (Priv. Idylion NSFW)

Estaba ordenando un poco su ya de por si ordenado departamento. Marietta se había encargado de la limpieza esa semana asi que todo estaba muy ordenado de por si. Pero siempre dejaba extra ordenado  cuando sabía que Max vendría.

Había hecho una jarra de té helado y esperaba con dos vasos al irlandés. Podrían pedir luego algo de comer una vez se hubiese refrescado. 
Oyó los pasos de éste al otro lado y abrió con una sonrisa y preparando los labios para recibirlo con un beso. Pero estaba tan emocionado por la noticia que traía que lo dejó con los labios en posición de beso. Parpadeó, perplejo.
-Hola ¿que tal? Primero toma aire...o algo de té helado. Y luego puedes comenzar a hablar.
Lo dijo todo con una sonrisa divertida. Una vez le sirvió algo de té helado, miró el volante. Enarcó ambas cejas. Viendo primero a su novio y luego al volante. Una y otra vez.
-Quieres...¿que yo vaya?-dijo señalándose a si mismo-Yo...vaya...-calmadamente se sirvió un vaso de té helado y se lo tomó. Hasta el fondo-Supongo que ¿podría ir?

Parpadeó un par de veces. Defintivamente sentía que su dormida líbido podría golpear niveles insoportables con su novio en tal situación. A veces era dificil controlar su naturaleza selenita. Más aun cuando eran sensaciones y emociones tan...primitivas. Inhaló profundamente hinchando su pecho.
Entrecerró los ojos y se apartó el cabello de la cara.
-Bien. Iré.

Estuvo, por primera vez, demasiado tiempo pensando que iba a hacer. Que debía vestir.
-Es un club de strippers. No vas a cenar con el Supremo Magistrado-dijo Marietta, sentada al revés en el sofá, como cada vez que se preparaba para Idyl poniéndose denso-Solo ponte tu camisa de seda  y unos zapatos y estarás bien.

Idylion se sentía tenso a medida que entraba al club. Realmente sentía que este era un paso demasiado grande. Se había negado durante mucho tiempo a percibir a Maxxie como alguien...inherentemente sensual. No porque considerara que no fuera un adulto que no fuera capaz de ello. Sino porque temía que aceptar eso hiciera que le atrajera de más.

Tomo asiento donde le indicaron. Notó las miradas de varias de las compañeras y amigos de Max. 
"Seguro ya les ha contado de mi...bueno...espero valer el alboroto que seguramente hace por mi"-dijo suspirando.
Había otro tema, que él mismo no quería abordar.Y era el hecho de que tampoco quería percibirse a sí mismo como alguien...con necesidades y atracciones. Pero eso había cambiado hace mucho ya. Aunque no lo aceptara.
"Dioses, esto es dificil"

Los numeros de la noche eran interesantes, no lo iba a negar. Defintivamente poseian una flexibilidad y fuerza admirable. Era realmente encantador. Se sorprendió en llevarlo muy bien. Casi hasta pensó que había exagerado. Cuando anunciaron su entrada. Y al verlo salir se detuvo el tiempo un momento.
Aun tenía clavada en la retina la imagen de él aquella tarde practicando arquería. Pero esto era...aún mejor.

Cada movimiento de Max lo dejaba mas encantado con el anterior. No sabía donde fijarse primero. Si en su brazos apretándo su piel a medida que se colgaba. O  quizás la forma en que sus muslos se cerraban juntos besando el caño.
Se mordió el labio, completamente perdido. Sus pupilas dilatadas. Su mirada concentrada. Apoyo un codo timidamente sobre la tarima y vio a Max acercarse gateando hacia el.La caricia en su rostro, el aroma a vainilla...el brillo del glitter. Todo era embriagador y tuvo que contenerse cuando esa caricia le causo un escalofrío.

Cuando terminó sintió como si algo le faltara. Sentía la acuciante presión de estar con Maxxie. Se alejo del publico y logró verlo un poco mas lejos. 
Su rostro estaba serio. Y su intensa mirada, casi como una daga, se clavó en el rubio mientras avanzaba a zancadas hacia el.
SIn mediar palabra alguna tomó su rostro entre sus manos y le plantó un intenso beso, casi mordiendo su labio inferior. El irlandés podría sentir como Idylion se quedaba sin aire, casi, solo para inhalar e intoxicarse en el perfume que tanto le gustaba.
-Eso fue...increíble-dijo aferrando sus hombros entre sus manos-Yo..oh lo siento...-aun estaba jadeando despues de ese beso.

La sangre se agolpaba en su cabeza haciendo sentirlo mareado. Atontado. Pero feliz. Apenas podía pensar en otra cosa  que no fuera lo que acababa de ver o sobre quien tenía en frente. Sus labios entreabiertos se relamieron un poco. ¿Buscando claridad en sus palabras...o deseando saborear mas al irlandés? Ni el lo sabía.
-Ya vine hasta aquí. No me puedo ir a cenar sin vivir la experiencia completa ¿verdad?
Rió un poco, una risa sorprendentemente distendida.
-Además...-cruzó sus brazos relajadamente sobre los hombros de su novio-...¿quien sabe si esto es repita? Espero des todo de ti en esta actuación...Maxxie...-dijo casi ronroneando su nombre sobre su oreja, su aliento cálido sobre él.

Como embelesado solo siguió a Maxxie. No entendía bien que hacía. Ni a donde llevaría todo aquello. Pero tampoco le importaba. Su corazón se iba a salir de su pecho y jadeaba suavemente, aun riendo un poco. Era como cuando se elevaba demasiado alto en el cielo y la presión del aire lo dejaba atontado pero sintiendose más vivo que nunca.

Pensó en lo tonto que se debía ver...como cachorrito siguiendo al punto luminoso. Sentado, ahora, el unico expectador de lo que vendría a continuación. Que tontería...rió otra vez, nervioso...solos los dos...
Ahora estaba encerrado allí con aquel muchacho que brillaba como el sol...¿estaba pasando todo aquello?

A esta altura, aunque sabía que no había bebido practicamente nada, el arpía se dejaba llevar a trompicones, dada la diferencia de altura de ambos. Soltando algunas risitas casi que trotaba y flotaba. Como si estuviera siendo un chiquillo travieso que estaba haciendo algo que no debía. Aquella idea lo hacia sentirse estupido. Pero su usualmente digna presencia se apagaba cada vez mas con el tacto del otro muchacho. Con solo sentirlo cerca. Como si sus neuronas se apagaran ¿Era eso lo que causaba el amor? ¿Que no pensara? Definitivamente cambiaria todo aquello por su vida eterna en cualquier momento.
No respondió a lo que le dijo antes de acomodarlo. Solo soltó un leve jadeo y sonrió.
"¿Esta sensación tan intensa que se siente como hambre...como sed...como miedo. Y como placer ¿tiene sentido?"
Se sentía estúpido, sí...pero cuando estaba con Maxxie podía ser todo lo estupido que quisiera. Podía volar.

Esperaba que Maxxie no tuviese sorpresas para el a esta altura. Pero lo cierto es que las luces y su cuerpo brillante causaban un efecto increible en su pareja. Era...distinto. Parecia que él mismo absorbiera la luz del cuarto en cada brillo y reflejo; como si la luz quedara atrapada en cada linea que se dibujaba en sus musculos. En sus brazos...su pecho...sus piernas.
Estiró una mano timida hacia el muchacho y la apoyó sobre su cintura. Cálida. Húmeda con el sudor. Su agarre suave se volvió firme y otra mano se apoyó sobre él, viéndolo aún contonearse frente a el.
Aquel vaivén le hacia que las imagenes que su mente deseaba afectaran su cuerpo. Pronto era obvio que sus pantalones le empezaban a apretar. Pero eso ya no era causa de verguenza.
Quiso aferrarlo contra el pero lo vio alejarse un poco. ¿Quería jugar con él? No deseaba otra cosa que sentirlo contra si y no sabia cuanto podía aguantar ahora.

Verlo bailar solo hacía que su corazón se acelerase. Como si tuviese que prestar atencion a cada movimiento o no podría recuperar ese segundo si pensaba siquiera en otra cosa.
Maxxie podría haberlo arrastrado a donde fuera y él habría gentilmente aceptado, tan entregado como estaba a todo lo que el rubio hiciera o dijera.
Jamás se había sentido tan...sumido...no. Sumiso a la voluntad de alguien. Era extraño. Pero no podía pensar en lo atemorizante que era la idea de entregarse así.
Antes de que pudiera siquiera idear algo, se sintió jaloneado y girado hacia el otro lado en un rapido movimiento que le hizo soltar una risa despreocupada, solo para quedar otra vez frente a frente a su novio.
Se acomodo a horcajadas sobre el, tragando saliva al tenerlo tan cerca. Tanto que podía quemarle. Pero no solo por el calor de su cuerpo. No, había algo más.
La mirada traviesa y voraz de su compañero era todo lo que necesitaba.
-¿Que calificacion? Diria que un 10 sobre 10. Un alumno tan aplicado como tu se merece una recompensa ¿no crees?-dijo apretándose más contra él, pudiendo sentir su aliento. Aprovechando que su mano estaba sobre su mento, la beso. Y los besos pasaron a ser lamidas. Se llevó el pulgar a los labios, dejándolo húmedo con cada succión
Había visto que hacían eso en alguna revista de Marietta alguna vez. Cosmo algo...pero decían que funcionaba.
-¿Dejame recompensarte, quieres?-dijo descendiendo de repente, arrodillandose en el suelo y apoyando su mejilla contra los muslos del rubio. Perdido entre glitter y lujuria-

Finalmente ver el miembro de Maxxie liberado hizo que soltara una risita.
-¡Mon dieu!-no pudo evitar decir. La verdad es que no exageraba. Solo era un tonto enamorado y poco experimentado, así que naturalmente todo centimetro de piel de su novio le resultaba emocionante-Pensé en esto tantas veces...

Solo hizo lo que le resultaba instintivo. Dandole besos por todos lados, hasta que pronto sintió que no era suficiente y se dedicó a lamerlo. Desesperado de a momentos. No era ningun experto, pero su empeño y dedicación eran más que evidentes; sus ojos entrecerrados, perdidos en una expresión completamente lujuriosa.
-¿Lo hago bien, mon chocolat doré?-dijo incorporándose sobre sus rodillas, masturbando al irlandés en un ritmo frenético ahora que estaba más lubricado-¿Se siente bien? Esto es mejor que en mis fantasías.
Alternaba entre ver su propio vaivén y mirar el rostro enrojecido bajo las luces neón.
Se detuvo un momento limpiándose la saliva de la comisura de sus labios con el puño de su camisa púrpura. Luego se mordió el labio mientras se apartaba el cabello del rostro. Se le había desecho la coleta entre tanto desenfreno, por lo que su cabello caía largo a sus hombros.

No sin cierta expectativa, se lo metió en la boca, tratando de tragar lo más que podía. Ingresando casi la mitad en su boca caliente. SIntiendo que con cada chupada solo se sentía mas sediento, pero lo unico que lo podía hacer saciado era tragar más. Su propio cuerpo se movía con el vaivén de cada entrada y salida haciendo que todo su cuerpo se sintiera deseoso de dar más aún.
Lo sacó de su boca un momento, jadeante, pero sin despegar su rostro de éste.
-Mon couer...-susurro recuperando el aliento.

El rostro complacido y casi que al borde de acabar era todo el afrodisíaco que necesitaba. Era más que suficiente para llevarlo a él a los límites de lo que consideraba correcto o apropiado.
Y es que era capaz de dar todo de sí, con alguien a quien quería. Pero esto era tan nuevo. No solo estaba tragándose la hombría de su novio, sino que lo estaba haciendo en su lugar de trabajo con tanto riesgo. La mera idea hizo que soltara un gemido sin sacarse a Max de su boca.
El Id de ayer habría dicho tantas cosas sobre esto. Pero el de hoy solo se preocupaba en Max. A punto estuvo de tomarle las caderas para que él mismo embistiera con más profundida pero el rubio lo detuvo.
Guiado por el rubio se incorporó, extrañado.

Por un segundo se pasó las manos por el pelo, preocupado. ¿Había hecho algo mal? Quizás había dicho algo...¿algo demasiado sucio hasta para él? Inhaló para tranquilizarse. Se lo habría dicho...¿verdad?

Por suerte verlo regresar lo dejó tranquilo
-Yo...-no llegó a decir nada, sintió los labios de Maxxie sobre los suyos y eso fue más que suficiente para reencenderlo y quitarle todas las dudas. Era más aún. Sentirlo otra vez apretado contra él lo hizo deslizar sus manos sobre su cintura, atrayéndolo hacia él y sintiendo otra vez su erección contra él.
-Maxxie...-susurró en su oído-...Maxxie...-lo llamaba entre gemidos-Por favor...

Sabía lo que quería. Quería ser completamente suyo. Aunque no sabía como ponerlo en palabras. No sabía que más decir. Su rostro estaba enrojecido, pero deseoso. Su cabello era un desastre. Una gota de sudor resbaló por su cuello. Húmeda.