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Post by Dökkur on Feb 7, 2022 16:50:02 GMT
Trabajar en la forja era incómodo en más de una forma. Aunque la familiaridad del oficio era natural e instintivo muy a pesar de la falta de recuerdos al respecto, la condición fisiológica del Shadow Walker hacía doloroso inclusive la exposición constante al fuego y luz de los hornos.
No siempre fue así… o sí?
No lo recordaba. No quería recordarlo. Ciertas memorias lo fragmentaban. Mejor mantener entera su cabeza ese día.
Revisó su libreta para repasar la orden que tenía que entregar. Era una espada corta de un diseño particular y una inscripción en latín, en la cual estuvo trabajando por meses para un cliente que sólo le dió una dirección y una fuerte suma de dinero en su cuenta. Mejor así, entre menos supiera de sus clientes y estos de él le hacía dormir por las noches, aunque su curiosidad a veces le hiciera rascarse la necesidad de averiguar cosas fuera de su incumbencia.
Tenía que ir al Distrito Dorado. Qué sitio para alguien de su tipo. Era de noche entonces supondría que estaría incómodamente bien, siempre y cuando se cubriera como era común y cargara una sombrilla.
Empacó el arma en una valija recatada que parecía más la maleta de algún instrumento musical. Vistió lo usual con una pesada gabardina con capucha y siempre luciendo su vieja máscara que escondía aquel rostro desfigurado y desagradable. Tomó su paraguas y partió al lugar, eventualmente llegando a una plaza iluminada pero tenía sus espacios oscuros debido a la hora y… un evento? ¿Qué día era?
Caminó curioso y atraído, siempre al margen del gentío y algunos puestos para ver por qué había tanto alboroto. En su distracción, alguien tiró de su manga y volteó reactivamente a ver qué pasaba. Era una niña sosteniendo una guirnalda de flores, ofreciéndosela. Dökkur miró a los lados, preguntándose si lo había confundido. La niña insistió con una sonrisa y algo extrañado tomó aquello. Pero no fue suficiente, esta se quedó ahí, haciéndole muecas hasta que se la pusiera en el cuello, a lo cual se rindió eventualmente. Satisfecha, la niña partió en otra dirección, repartiendo otra guirnalda entre extraños.
Eso... había sido raro. Pero se sintió bien. O familiar. De repente el fantasma de una niña en un vestido blanco se difuminó con la realidad. Oh no no no... no era momento de disociar en la estela de un recuerdo. Sacudió su cabeza y se volteó prontamente sin mirar, para chocar contra alguien que cargaba una bebida, ésta derramándose en la ropa de ambos.
Lo que le faltaba, meter la pata.
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Post by Obsidian on Feb 8, 2022 3:22:15 GMT
Había pasado ya poco más de una semana desde que los incidentes en la ciudad se habían calmado y el brujo podía salir de las oficinas del DAC más tranquilo, sin embargo, las pilas de papeles y documentos que se habían acumulado aún no le permitían salir a su hora. Una vez más, la dulce oscuridad de la noche le esperaba afuera al terminar su jornada.
Cruzó las puertas al exterior y respiró hondo antes de soltar todo el aire en un suspiro, volteando instintivamente hacia arriba y ver las luces que simulaban estrellas en el oscuro techo de su ciudad subterránea. No se comparaba en nada al verdadero cielo nocturno, pero era suficiente para él hoy que no tenía las energías para salir a París y contemplar los astros reales desde la superficie. "Aunque las luces igual hacen que se distingan muy poco", volvió a exhalar pesadamente al pensar en como Mystery City y París compartían aquella característica.
Obsidian emprendió el camino a su casa en el distrito noche, comprándose un té en una de los muchos cafés que le quedaban de pasada para tene algo que le brindara algo más de calor. Sus pensamientos sobre estrellas se volvieron lejanos rápidamente, pero los de sus ciudades perduraron; pues aunque las cosas estaban ciertamente más tranquilas, a ratos no podía evitar recordar las visiones que había tenido días atrás y preguntarse una y otra vez si los problemas habían pasado verdaderamente o si era sólo el comienzo. Sus sueños no habían sido lo bastante claros como para saber si el caos que vio era una premonición del futuro o el eco de un pasado oscuro y lejano, lo único cierto era la angustia y el miedo.
Un escalofrío le estremeció fuertemente con aquellos pensamientos, y unos diminutos sollozos comenzaron a oirse cerca de sus oídos cuando sus pasos se detuvieron justo antes de un cruce—. No pasa nada, sólo tengo mucho en mi mente, ya sabes, lo de siempre —dijo, al dueño de aquel llanto, el pequeño espíritu que le acompañaba desde la navidad pasada, el cuál, al parecer, se había vuelto bastante suceptible a sus sentimientos. Obsidian se había acostumbrado ya a los ruidos que hacía, pero no le gustaba ser la causa de ellos—. Ya, ya, aprecio la preocupación pero no te angusties tanto por mi, cariño —hizo un falso gesto despreocupado con su mano libre y con la otra acercó su termo a sus labios para darle un sorbo a su té antes de retomar su camino—. Ya no pensaré en todo eso por hoy, ¿ok?...¡Ah, mira! ¿Recuerdas el evento del que leímos el otro día? Creo que es por allá ¿Por qué no le echamos un vistazo? —intentó calmar a su amigo fantasmal con esa propuesta cuando llegaron a una de las plazas principales, la cuál había sido redecorada para la ocasión.
Observar los distintos puestos y atracciones en aquel lugar funcionó muy bien para tranquilizar al espirit, el llanto desapareciendo por completo una vez que se mezclaron entre la gente. Los dos la estaban pasando tan bien que en un momento de distracción, Obsidian no supo donde había quedado su acompañante. "¿Se habrá ido a curiosear más lejos?", se preguntó mientras exploraba una de las áreas menos iluminada del lugar. Volteó en todas direcciones para ver si lo percibía en sus alrededores pero lo único que veía era gente, algunos con una guirnalda de flores en el cuello. "Qué lindo, ¿para qué era eso?", trató de recordar más sobre aquel evento.
Distraído con aquel curioso detalle, continuó caminando sin notar la figura de un hombre frente a él, la oscuridad y la sombrilla que éste cargaba haciéndolo difícil de ver hasta que se giró repentinamente—. ¡Hey---! —exclamó cuando intentó sacarle la vuelta, sin éxito—. ¡Agh! —un siseo escapó de él cuando chocó contra el hombre y derramó su té sobre ambos. Para su suerte ya no estaba hirviendo, pero estaba lo suficientemente caliente para que le doliera la mano cuando la mayoría de su bebida pasó sobre ésta—. ---¡Lo siento mucho! Ay, por favor dime que no... —comenzó a disculpase mientras pasaba la vista de su mano escaldada al rostro del extraño, listo para hallarse ya fuera con una mueca de dolor o de enfado. Parpadeo rápidamente cuando en lugar de aquellos gestos se encontró con una máscara en el rostro del otro—...te quemé con esto...¿Estás bien? —preguntó en automático, buscando aún los ojos del extraño tras la máscara, pero era inútil en aquel lugar oscuro.
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Post by Dökkur on Feb 8, 2022 3:46:33 GMT
El calor de la bebida no lo molesto, la forja lo tenía acostumbrado a esa vasta incomodidad. Aún así, el accidente y el lugar donde cayó aquella bebida le despertaron un reflejo defensivo, que pudo controlar al llevar su mano que sostenía la sombrilla al área empapada y apretar la ropa junto a su puño. Bajó para mirar el rostro del contrario, aclarándose la garganta.
—Eh... uh...— se le atoraron las palabras por un momento, esperaba un grito, un golpe, o un insulto como mínimo, mas solo recibió disculpas.
—¿Por qué hace eso?— dijo con voz ronca, refiriéndose a las disculpas. Se agachó para dejar su maletín en el suelo y en consecuencia tomar el termo que había caído y levantarse imponente aunque serio, sosteniendo el vaso en su mano observando de reojo la integridad del mismo tras la caída. Aquellos ojos verdes marinos del alto eran inquisitivos y analíticos, pero sobre todo curiosos. Pensó sus palabras antes de ofrecerle de vuelta el termo.
—¿Y bien?— dejó al aire. —¿Piensa agredirme?— dijo tranquilo y natural, apretando el puño de la mano libre levemente. Había cierta diferencia de altura pero el instinto le hacía pensar que no se debe juzgar por esas cosas. Aparte de ello, tenía cierto interés por la ambigüedad de la figura ajena. Era elegante, como una escultura, pero extraño para su sentido de estética y a lo que estaba acostumbrado. —Tome su tiempo para decidir— le informó, liberando su pecho de su agarre y recostando la sombrilla sobre su hombro en una pose más relajada.
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Post by Obsidian on Feb 8, 2022 4:59:03 GMT
Observó nervioso como el hombre apretaba su puño sobre el área donde le había empapado con el té y arrugaba su ropa ahora mojada. Como no podía ver mucho de su rostro, ese gesto hizo creer a Obsidian por un momento que sí le había hecho daño, y la falta de palabras de otro no ayudaba negar aquella idea.
—Lo siento mucho déjame...—volvió a sisear, reaccionando a lo que imagina el otro sentía. Buscó entre los bolsillos interiores de su abrigo algo que pudiera ofrecer al otro para ayudarlo a secarse aunque fuera un poco, pero sus movimientos se detuvieron en seco cuando escuchó la pregunta del hombre— ¿Hm? —volteó a verlo extrañado—. Bueno, sí, supongo que no puedo encontrar nada que ayude mucho —arrugó las cejas, sintiéndose algo tonto mientras el extraño se agachaba para recoger su termo. Lo tomó en sus manos cuando se lo ofreció de vuelta, y se le quedó viendo a aquel objeto mientras pensaba que hacer. Suponía que lo único que podía hacer era disculparse, pero se sentía raro si sólo hacía eso y se iba.
Ah, que encuentros más incómodos eran estos. Al menos el hombre no le había agredido ni verbal ni físicamente, y pese a la forma en la que sostenía su puño sobre su ropa, no parecía afectado por el dolor de una quemadura. "Que suerte", pensó, pero el alivio que sintió no le duró mucho.
—¿Disculpa? —río nervioso y se hizo para atrás instintivamente, mirándolo incrédulo—. ¿Qué? No, yo no ---A ver, un momento —negó con la cabeza y alzó su mano libre justo frente a su pecho en señal de "alto ahí"—. Creo que fue suficientemente malo que nos echara el té encima, pero fue un accidente por el que ya me disculpé. No hay necesidad de que esto escale. Resolvamos esto de otra forma que no incluya agresión —se enderezó para tomar una postura más seria al fin, la incredulidad de antes desvaneciéndose un poco para mostrar un deje de disgusto—, me gustaría disfrutar el resto del evento de ser posible, a mí todavía no me dan una de esas —dijo lo último sin pensarlo mucho mientras señalaba la guirnalda de flores en el cuello del otro.
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Post by Dökkur on Feb 8, 2022 14:42:08 GMT
Las expresiones de Dökkur desde el exterior eran un completo misterio. Sin embargo, le permitían ser expresivo detrás de la máscara, por lo que su gesto estaba apuñado y torcido, lo único obvio siendo ese verde marino que se escapaba por el vidrio empañado de los visores.
Al verlo retroceder dio un paso hacia adelante, con su postura bien formada aunque tranquila, ahora cerrando la sombrilla para dejarla colgar de su cintura y liberarse la mano. La luz artificial era molesta, pero no lo imposibilitaba completamente de ser gracias a sus densas ropas que daban el abrigo oscuro que requería para subsistir.
—Ya veo— respondió crípticamente, para luego dar otro paso y atrapar la muñeca del brujo antes que retrocediera más. La mano que tomó que aquella que estaba escaldada. De manera contrariante, su agarre era bastante firme pero a la vez delicado. Lo sostuvo ahí conforme con la otra mano se retiraba la guirnalda y se la colocaba en la mano atrapada, acariciando las falanges de este para cerrar el puño e incitarlo a tomar la guirnalda, finalmente liberándolo.
—Agua fría y dejar que respire— señaló la piel enrojecida por el té caliente. —No parece tener salpullido entonces no es necesario que se aplique nada más.— extendió el consejo. No estaba siendo "bueno" ¿cierto? a como el otro estaba ocultando sus verdaderos colores.
De repente sentía una aversión por darle la espalda, quedar vulnerable. Aunque hubiese diferencia de estaturas eso no lo detenía de ser golpeado en la parte trasera de las rodillas, perder equilibrio y luego ser ahorcado. O si trae consigo un arma de fuego, eso lo era todo. Decidió alargar la interacción —¿Qué es lo que está pasando?— señaló a lo lejos, refiriéndose a la concurrida plaza, las guirnaldas y el ajetreo en general.
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Post by Obsidian on Feb 8, 2022 21:30:30 GMT
Cuando el otro dio un paso hacia delante, Obisidian por fin logró discernir sus ojos através de los cristales de la máscara; eran de un color verde claro y agradable, similar al de sus propios ojos. De no haber sido por la extraña e incomoda situación en la que estaban probablemente los habría apreciado más, pero estaba demasido buscando alguna señal de agresividad en ellos como para fijarse mucho en otros detalles. Parecía que había sido sólo un mal entendido, ya que aunque la mirada y postura del shadow walker se mantenía seria no mostraba indicios de agresividad.
—Que bueno que nos entendemos, ahora si no te molesta--- —dijo apunto de liberar algo de la tensión que había en sus hombros, pero antes de que diera cuenta el enmacarado lo había tomado por la muñeca firmemente—. ¡Oye! —exclamó, sus ojos abriéndose espantados con el repentino movimiento, la mano que sostenía el termo instintivamente poniéndose cerca de su rostro por si el otro intentaba algo más. Forcejeó debilmente unos segundos, pero cuando vio que Dökkur se quitaba la guirnalda de flores para ponerla en su mano se quedó quieto, su rostro lo único que aún se movía mientras se debatía entre mostrar confusión o indignación.
La forma delicada en la que cerró su puño hizo que un pequeño escalofrío recorriera su espalda, atrasando un poco más su reacción. El brujo retrajo su mano poco después de que fue liberada, su mirada deteniéndose sobre ésta mientras escuchaba los consejos que Dökkur le daba. Sus ojos volvieron al otro en cuento terminó de hablar y se le quedó viendo con sospecha en lo que recuperaba sus palabras.
—¡Ay, me metiste un sustó! —una queja fue lo primero que salió de sus labios—. Si vas a ser tan amable de decirme que hacer con mi herida podrías ser ....—pausó por un momento, sacudiendo su cabeza que aún no terminaba de procesar bien aquello. "Más gentil" no eran las palabras que buscaba, pues no era como si hubiera sido exactamente brusco con él. "Raro" tal vez sería mejor, pero no tal cuál lo que quería decir—. Podrías mandar señales menos confusas —decidió decir, y se cruzó de brazos cuidando no aplastar la guirnalda de flores que ahora tenía—. Ya te hacía golpeándome o algo —confesó, exhalando pesadamente sin quitarle la mirada de encima.
Dio un paso más hacia atrás por pura precaución.
—¿Hm? ¿Eso? —volteó en la dirección que el hombre señalaba—. Oh, es... un evento que forma parte de un festival que se hace en nuestra ciudad para celebrar que de a poco vamos dejando el invierno —siguió con los brazos cruzados, pero su expresión se suavizó ligeramente—. Las flores y árboles aún no florecen por completo, pero con febrero siendo el mes precursor al cambio de estaciones ya se pueden ver botones, capullos y esas pequeñas cosas que hacen que uno sienta la primavera asomarse en la cercanía —explicó, su disposición a hablar e informar saliendo a flote una vez que se sintió menos alterado—. Como no es una tradición ancestral ni nada por el estilo cada año se hacen cosas distintas, aunque siempre hay comida, música, actuaciones y por supuesto, flores —mostró la guirnalda en su mano para enfatizar aquel punto—... ¿Seguro que me quieres dar esto? Osea, sí quiero una, pero puedo esperar o incluso buscar a una de las personas que las están regalando, no tienes que quedarte sin la tuya —alzó una ceja, buscando algún cambio de expresión en aquellos ojos verdes.
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Post by Dökkur on Feb 8, 2022 23:20:35 GMT
Arqueó las cejas ante la demanda y efusividad del otro. ¿Señales confusas? Él apostaba que era bastante claro. No estaba siendo gentil, ni amigable. Solo cordial para la fachada que a todos les encantaba tener. A veces le desesperaba un poco jugar a ese juego pero nadar opuesto a la corriente frecuentemente terminaba de maneras problemáticas.
Respiró hondo. Sintió una pequeña molestia de la piel irritada por la quemadura rozando contra la ropa. Lo atendería luego.
—¿Qué le hace pensar que no sigue siendo una opción?— le respondió al comentario sobre la posible agresión. —No le conozco, si me levanta la mano...— estiró lentamente el brazo únicamente el pulgar y el índice estirados, atreviéndose a tocar ese lugar en donde emerge las clavículas con un tacto frío y tenue, para retirarlo com prontitud. —Pero nos portaremos bien... pretenderemos ser buenos ¿Sí?— ladeó la cabeza algo infantil, para guardar su mano ahora en el bolsillo de la gabardina.
Escuchó atento la explicación. Un evento para despedir el invierno. Se sentía familiar y lejano al mismo tiempo. De reojo miró nuevamente aquella niña ¿La de las guirnaldas o...? No, una en un vestido blanco y largo.
"Enfócate."
Apretó sus ojos y se llevó la mano resguardada ahora a un costado de la cabeza. Con la siniestra libre levantó en un gesto de negación ante el ofrecimiento del otro. —Le queda mejor a usted— fue franco —Le queda a su agradable...— hizo un gesto con la mano tratando de completar la falta de palabras —figura— dijo en un tono ronco.
Una jaqueca.
Recordó su maleta. Giró el cuerpo rápidamente para determinar dónde estaba, por dicha sólo unos cuántos pasos atrás suyo. Se agachó para tomarla en la siniestra pero la niña se sentó en ella. Se le hundió el pecho y se sintió acalorado. De repente el gentío se sentía cerca y lo aprisionaba y se le cortaba la respiración, aún así, se mantuvo estoico aunque su diestra parecía temblar si apenas. Tomó la maleta, atravesando la estela de aquella alucinación.
—Dónde...— se le iba la voz. —¿Mencionó que hay puestos de comida?— pausó —¿Dónde?— quizás se sentiría mejor si comía algo, si entraba en contacto con algo tangible y mundano.
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Post by Obsidian on Feb 9, 2022 5:44:51 GMT
—¿Qué! —¿Cómo que la violencia seguía siendo una opción! De verdad que no lo entendía. Creía que su actitud fría y controlada indicaba que no quería hacer de esto un gran problema, y tal vez así eran las cosas, pero con lo dispuesto que sonaba a pelear...no estaba tan seguro de que en realidad quisiera evitarlo.
Distraído con aquella pregunta, no alcanzó a responderle el comentario sobre levantarle la mano hasta que ya le había tocado otra vez. Fue rápido, apenas un roce, pero ya estaba bastante a la defensiva, así que no pudo evitar repegar más sus manos contra su cuerpo—. No toques —pidió en un tono seco—, tienes las manos frías...—murmuró, e intentó respirar hondo varias veces para no volverse a alterar—. Pero sí, quedemos en portarnos bien, nada me haría más feliz que llevar esto de forma civilizada —acordó, sin ganas de preguntarle a qué se refería con aquello de "pretender". Si aquella actitud era una fachada del otro y pretender era lo que tenía que hacer para ahorrarse problemas, Obsidian estaba más que contento de que pretendiera. "Por todos los cielos y las estrellas, yo sólo quiero regresar a casa en una pieza", resopló, guardándose esas palabras para él.
Qué extraño era aquel hombre, primero no dudaba en hacerle saber que podía ponerse violento de ser necesario, pero luego le hacía un...¿cumplido?
—Oh —rió halagado, el shadow walker no dejaba de tomarlo por sorpresa—. ¡Gracias! ¿Ves? Así es como deberíamos tratarnos, concentrarnos en lo bueno en lugar de lo malo. No creo que una de éstas le vaya mal a nadie, se te veía bien, era un interesante contraste, como un "pop". Me hubiera ayudado a verte y no chocar contigo de no haber sido por tu paraguas que te tapaba mucho. pero si de verdad no la quieres me la quedaré y la vestiré en tu ...¿lugar? —perdió el hilo de sus palabras cuando el otro se giró en medio de su charla. Se inclinó un poco para ver lo que buscaba, y notó como apenas por un segundo el se pausó antes de tomar su maleta. La forma en que hablaba sonaba algo distinta para cuando se regresó hacia él. "¿Le duele la cabeza?", sospechó después de ver que llevaba rato con la mano derecha sobre su sien. ¿Le había pasado justo ahora o estaba así desde antes? Quizá su actitud de antes se debía a eso...
—¿Estás bien? Um...sí hay puestos de comida justo por allá. ¿Quieres que te traiga---. No, ¿sabes qué? Te traeré algo —declaró, y sin darle tiempo a pensar las cosas se lanzó al puesto más cercano. ¿Era una forma de escapar de aquel tenso ambiente que aún no se disipaba por completo? Sí, pero también quería ofrecerle algo para que se relajara. Interacción extraña y todo, aún se sentía mal de haberle echado el té encima.
— Mi ofrenda de paz. Espero que te guste la carne, no recuerdo si esto es de cordero o de res pero se ve bueno—se encogió de hombros casualmente al regresar con dos refrescos en una mano y dos bandejitas que tenían una especie de baguette-hotdog en la otra, el termo que no había dejado de cargar retenido entre su brazo y su pecho—. Quítame esto de las manos, please. Antes de que se me caiga un refresco y nos derrame otra cosa encima. Ya no quiero más tragedias —expresó dramático.
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Post by Dökkur on Feb 9, 2022 22:05:45 GMT
En el momento en que el otro se fue en la misión auto impuesta de búsqueda de comida, la sombra se sintió aún más desconectado y descolocado a falta de un ancla. Era como si tuviese que hacer un esfuerzo por existir, por estar ahí y mantenerse en una sola pieza. —Tengo una entrega, no sé cuándo... sólo... no lo eches a perder...— murmuró para sí mismo, sintiendo esa presión en su cabeza y pecho y queriendo clavarse los dedos en el costado del rostro.
Cerró los ojos y su cuerpo se encorvó. Respirar se sentía como mil navajas en lo que sus pulmones se contracturaban. Necesitaba respirar, quitarse la máscara. Tenía que...
Desconectarse.
—¿Todo eso para mí?— en una voz tosca pero en un tono extrañamente animado el Shadow Walker respondió ante el ofrecimiento una vez que el peli negro se hizo evidenciar con su presencia y la comida que traía consigo. —Qué encanto.—
Enderezó el cuerpo en movimientos más sueltos y con prontitud estiró la mano para tomar su bebida, intentando aliviar al contrario de la carga. No obstante, viendo que cargaba consigo la maleta y mantenía la diestra ocupada con ello giró sobre su hombro y observó una mesa en la cercanía, habiendo algunas ocupadas y otras libres, dispuestas para los que buscaban descanso, plática y un bocado.
—Sígueme, más cómodo aquí— con un gesto de su cabeza apuntó a una mesa libre y a pasos extrañamente ligeros y punteados para su figura se hizo a uno de los bancos y se sentó. Colocó la bebida sobre la mesa y rebuscó su máscara para moverla un poco, mas avisando con antelación. —No más aviso que... ¿Esta cara? Nah-ah— hizo un gesto de negación con sus índices para luego revelar apenas la boca. La piel se veía... o más bien no se veía. Era músculo expuesto y reseco por cicatrizaciones antiguas. —Muuuuchas gracias por esto, este hombre estaba que se desmayaba— rodó la lengua y alargó las palabras, de un modo un tanto jovial. Llevó la comida con prontitud a la boca y tomó bocado, para luego tomar algo de refresco. Echó una mirada a sus pies y colocó la maleta ahí, resguardándola sin mucha atención.
—Mhm, cómo era...— chasqueó los dedos —Dökkur, si si si.— señaló al contrario. —Me llamó Dökkur ¿Y usted?— sonrió sin descuido.
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Post by Obsidian on Feb 10, 2022 1:02:36 GMT
Parecía que su ofrenda había funcionado, pues al regresar el shadow walker le recibió de un mejor humor. La comida sin duda tenía mucho poder algunas veces.
—Así es~ —contestó con una voz cantada y suave, contrastando con el tono del otro—. No sé en realidad cúanto apetito tengas pero te ves muy grandote entonces...—se encogió de hombros otra vez—. Ay, gracias, sí lo soy —aceptó gustoso aquellas palabras, sin pensar realmente en cuán sinceras eran.
Creyó que ese encuentro llegaría hasta allí, pero no tuvo problemas con acompañar al extraño hasta un lugar donde pudieran poner las cosas más a gusto sin que ambos quedaran con las manos llenas. "De todos modos ya iba a pasar un rato aquí", pensó para sí. "Y tal vez si me quedo quieto mi amiguito me encuentre a mí más fácil", recordó al pequeño espectro que se le había despegado antes del incidente.
Apoyando los codos en la mesa y entrelazando sus manos al sentarse al lado contrario del otro, se inclinó sin darse cuenta al sentir curiosidad por el rostro tras la máscara—. ¡O-oh! Ok,sí, no, descuida —se enderezó en cuanto escuchó aquel aviso y se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Hizo una pequeña mueca con lo que pudo ver de las cicatrices, una reacción instintiva a algo que imaginó debió haber sido doloroso. Sacudió la cabeza, reteniendo las ganas de preguntar que le había pasado, pues aún con toda la curiosidad del mundo sabía que eso sería algo posiblemente grosero de preguntar, o mínimo incómodo, y ya tenía suficiente con su pequeña conversación de antes—. De nada —ladeó la cabeza con una sonrisa, recargándola sobre sus manos entrelazadas por unos instantes—, menos mal que eso no pasó —desenlazó sus manos sólo para juntar sus palmas después—. Sí parecía que te dolía la cabeza o algo, ¿tu humor de antes era por eso o sólo eres así? —fue algo que sí se atrevió a preguntar, entrecerrando un poco los ojos aún con una sonrisa.
—Yo soy Obsidian, un gusto —extendió su mano sobre la mesa, ofreciéndola al su ya no tan extraño acompañante para formalizar esa presentación— ¡Ah, cierto! Te he tuteado todo este tiempo, espero que no pienses que soy un grosero, Dökkur —río —. Simplemente soy así, aunque si prefieres puedo hablarte de usted también —trató de mostrar un rostro más serio.
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Post by Dökkur on Feb 10, 2022 3:55:11 GMT
—Te ves alguien amable y por ende lo peor que podría pasar es que salgas corriendo a lo más, así que...— no tardó en añadirse en diálogos consiguientes de quién le acompañaba, a veces casi que ni permitiéndole terminar de hablar cuando empezaba los suyos —Nos pondremos cómodos. ¿Sí?— parecía que hablaba más para sí mismo que otra cosa. —No no... que cosa más incómoda— se quejó a consigo mismo, dándole vueltas a la máscara hasta apartársela y revelar aquel rostro que parecía sacado de una película de espanto a raíz de la carencia de grandes secciones de piel que le cubriera los músculos, junto a múltiples laceraciones por donde se viera este. No obstante, todo estaba cicatrizado, muy malamente mas era algo ya pasado y hasta olvidado. —Qué bueno que no se le ocurrió ser un modelo— se bardeó a sí mismo con simpleza.
—Pues fijate que esta bestia— levantó una mano para señalarse a sí mismo como si se refiriera a una tercera persona —Es así todo el tiempo— sonrió y con modales tomó un bocado, haciendo gestos y sonidos para denotar su gusto por aquello que le deleitaba el paladar —Debería dormir más seguido porque en cualquier momento va a terminar en la cárcel. Diría que se va a encontrar al tipo equivocado pero...— se inclinó hacia el contrario, tapando un costado del rostro con el dorso de la siniestra como si fuera a contar un secreto —...él es el tipo equivocado. ¿Me cachas?— chasqueó la lengua, soltando una risilla ronca.
—Tutéame todo lo que gustes, estamos cómodos.— sonrió afilado. Ante la mano ajena levantó la suya y se sacó el guante de cuero, mostrando aquella palma lacerada, cicatrizada y callosa. No tardó en tomar la contraria y darle un apretón sumamente gentil y reteniéndola en su lugar para inspeccionarla. —¿Tu piel? Increíblemente suave ¿Con qué te humectas? ¿O es natural?— dejó la mano finalmente ir, para luego la sombra mirarse sus uñas y ver que estas estaban astilladas y maltratadas, soltando un hastiado suspiro.
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Post by Obsidian on Feb 10, 2022 7:07:28 GMT
Se quedó en blanco mientras el ser espectral hizo aquel comentario sobre sí mismo, pues aunque parecía hablar de su aparecia con humor, no creyó que fuera correcto decir algo él. ¿Qué palabras no estarían fuera de lugar en ese momento? Ya bastante malo era que hiciera una mueca al verlo. Sólo podía pensar qué había pasado para terminar con tales cicatrices. ¿Un incendio? ¿Ácido?...
¿Tortura?
No era su lugar averiguarlo, no estaba seguro de si quisiera. Al menos no ahora.
Queriendo no ahondar en aquello, se dedicó a hacerle charla más casual, y aunque las respuestas de la sombra le hacían algo incómodo seguirle la conversación, esta vez tenía más cosas a las cuales responder—... mejor dormir más, estar de mejor humor y ahorrarse esas penas...—apretó los labios, su sonrisa volviéndose menos natural a la vez que sus ojos se tornaban se cerraban casi por completo—. Es como dijo, ¿no? Hay que portarnos bien, es mejor así. La sociedad no será lo más agradable del mundo pero trae muchas comodidades que uno no tiene en la cárcel —"A menos que tengas muchsa influencias", se abstuvo de agregar, quién sabe a donde lo llevaría ese comentario.
Dejó que la sombra sostuviera su mano, sin disgustarse tanto esta vez ya que él mismo se la había ofrecido pero sin evitar parpadear algo desubicado ante sus preguntas y la sensación de su piel callosa—. Oh, es más que nada natural, no toco instrumentos musicales ni uso herramientas para trabajos pesados ni nada. Hago más que nada cosas de oficina, y cuando quiero experimentar con químicos o sustancias delicadas uso guantes —extendió una explicación—, pero todas las noches uso una loción de lavanda con aceites esenciales que de hecho ayuda a dormir mejor, ¿tal vez te interese? —elevó la mano recién liberada para enfatizar su propuesta —. La compro en una tienda en el distrito noche, se llama "El Hogar del Gusano Eterno", curioso el nombre pero es un lugar muy popular e interesante, lo atiende una gárgola muy simpática.
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Post by Dökkur on Feb 10, 2022 22:11:45 GMT
Y conforme hablaba, la fragmentación se hacía cada vez más evidente, la obviedad de referirse a sí mismo desde una tercera persona y cada vez más ajeno aunque bizarramente conectado se derrochaba a cántaros. El hecho que Obsidian mantuviera una cordialidad ante todo y cierta receptividad a esto hacía que Dökkur simplemente se sintiera más cómodo en dejarse ser.
Dejar ser lo que sea que era en ese momento.
—Fíjate que vivimos en el sector de noche, pero tenemos que explorar más. Apenas unos meses de trasladarnos.— volteó su mano desnuda a la diestra y siniestra como si estuviese inspeccionándola y comparándola con la otra. —Recordarlo estará difícil, peeeero— llevó una mano al bolsillo interno de la solapa de su gabardina y palpó encontrando una libretilla con un lapicero colgando del reborde de la tapa. —¡Ajá! Gusano E-T-E-R-N-O— abrió una página cualquiera y se vio escritos aleatorios y dibujos de armas y a veces de rostros a mitades; se atrevió a escribir en la orilla de una de estas el nombre del lugar que le sugirió el contrario.
—A ver si mantengo el control lo suficiente para ir por una botella, me atrae el producto— agregó. Sus gestos eran algo risueños y su lenguaje corporal ahora muy delicado. Cerró la libreta y la guardó.
Retomó la mención de a lo que se dedicaba, conforme se encorvaba y miraba bajo la mesa la maleta entre sus pies. —Dijiste oficina entonces...— tomó la valija y la puso sobre la mesa; ya había acabado de comer a este punto. —Entonces eres secretaria? ¿Asistente?— se distrajo abriendo aquello, pero la maleta le daba la espalda a Obsidian, de modo que al abrirla solo podía ver su contenido la sombra frente a esta. —Ay es que tengo mucha curiosidad qué hizo esta bestia ahora...— peló los ojos al notar aquel brillo de la espada corta, los detalles intrincados y la exquisites de la figura. —Woooow, quién lo pensaría— murmuró para sí.
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Post by Obsidian on Feb 11, 2022 9:32:55 GMT
Una vez que estuvo más en su elemento, hablando sobre trivialidades sin sentir que se perdía cada tanto al tratar de leer a la sombra, comenzó a notar que el cambio en él había sido más que de humor. Conocía al hombre de hace apenas unos minutos, pero la actitud y la forma de hablar que tenía ahora eran radicalmente distintas a las que tenía cuando chocaron.
Al quitarse aquella máscara el shadow-walker le estaba dejando ver más que un rostro repleto de cicatrices.
—¿En serio? ¿Sólo unos meses? Ya veo, ya veo. Sí, deberían salir más —se adaptó a su uso del plural por esa vez—, hay muchas cosas interesantes que descubrir. Lo sé porque yo he vivido allí, UY —giró una de sus manos hacia arriba con un gesto amplio— muchos muchos años. Te puedo dar más recomendaciones de lugares que visitar, aunque creo que de los más interesantes se concentran en esa misma área —compartió con entusiasmo—. Oh, ¿lo puedes anotar? Entonces te doy la dirección de una vez —se adelantó a decir cuando vio al otro sacar una libreta, dándole más detalles útiles sobre la ubicación de la tienda.
Curioso como siempre elevó un poco el rostro para ver mejor como el otro apuntaba los datos, interesado en el contenido de la libreta, pero al escuchar la palabra "control" su mirada se redirigió al rostro de la sombra, más intrigado por las posibles implicaciones de lo que decía que por lo que se hallaba escrito en sus notas.
—...¡Sí! Tienes que conseguirlo, 100% recomendado —posó una mano sobre sus labios analizando aún al shadow-walker mientras le siguía la conversación con cierta normalidad—. ¡Oh, no! Los astros me libren de un trabajo así. No podría vivir siendo explotada y sin recibir el crédito que merezco por mi trabajo. Las secretarias de verdad que no son apreciadas lo suficiente. ¿Sabías que a veces hacen el trabajo del sus jefes y no reciben ni un cuarto de lo que estos ganan? Una verdadera tragedia —negó con la mano que antes posaba sobre sus labios, llevándola ahora a su pecho con un gesto dolido—, pero bueno, tratamos de evitar eso en mi oficina. Ya bastante trabajo es aguntarme estos días —río con pena antes de soltar un suspiro.
Obsidian se fue por una tangente, alargando la plática antes de revelar a lo que se dedicaba en lo que la figura contraria revisaba los contenidos de su propia maleta—. Ah, pero bueno, no soy ninguna de esas dos. Me dedico a varias cosas, entre ellas crear tinta, pero he dejado eso muy de lado porque hace como dos meses obtuve la jefatura del DAC, ese es mi trabajo de oficina—soltó al fin, un gesto afligido apoderándose de su rostro—. Es un trabajo muy matado y...¿Hm? ¿Qué fue lo que hizo? También me intriga —dejó de hablar de su persona cuando vio el cambio de expresión en los ojos verdes del otro.
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Post by Dökkur on Feb 12, 2022 1:21:47 GMT
—Ni me digas, como lo dijiste, es verdaderamente "una tragedia"— rodó la lengua con aquel tono ronco, dándole la razón sobre el tema de las secretarias y asistentes negadas.
—Alch, a esto le falta rosita— murmuró audiblemente con cierto desencanto, distrayéndose momentáneamente de lo el otro decía sólo para repasar los detalles de la espada corta. Recuperó la atención nuevamente al momento que escuchó "DAC" ser mencionado.
¿Acaso se refería al Departamento de...?
Uh-Oh.
Cerró el maletero de golpe, prácticamente arrancándolo de la mesa para ponerlo detrás suyo. —Ay no sea chismosa— dijo en un tono nervioso de repente, negándole la oportunidad rotundamente de echar vistazo. —¿Me decías sobre lugares en el distrito de noche? ¿No hay Spas? Jaja...— soltó una risilla algo descolocada. —Necesito que nos... me masajeen y me hagan una manicura con pedicura— las palabras revoloteaban apuñadas en obviedad de cambiar el hilo de conversación para evitar un tema.
El guante que se había apartado inmediatamente se lo puso de vuelta y aplaudió levemente para sacudirlos. —Cómo que está haciendo mucho calor ¿No? Yo tengo mucho calor, usted no?— empezó a estirarse el cuello de camisa para dejar el aire entrar. En realidad hacía frío, como se esperaba en los últimos días de Invierno.
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